Si aprietas los dientes
mientras duermes, este estado se llama bruxismo nocturno. Cuando el rechinar de
dientes y el apretar la mandíbula ocurren inconscientemente cuando estás
despierto, se conoce como bruxismo despierto. Si crees que puedes estar
sufriendo algún tipo de bruxismo, estos son los pasos que los expertos
recomiendan seguir.
1. Consulta siempre a un
dentista lo antes posible
Lo más importante que puedes
hacer en cuanto te des cuenta de que estás apretando los dientes es consultar a
un profesional. A veces, el problema se le indicará directamente durante un
chequeo dental regular, pero en otras ocasiones, tendrás que observar síntomas
reveladores como un dolor de cabeza concentrado en las sienes o dolores en la
mandíbula. De cualquier manera, comunícate con tu dentista, especialmente si no
estás seguro. La razón por la que esto es tan importante es porque apretar y
rechinar puede ser el resultado de varios factores que incluyen (entre otros) trastornos
del sueño subyacentes o ciertos medicamentos, como los antidepresivos ISRS. Un
profesional dental observará de cerca tu mordida, tus dientes y tu boca, y
podrá determinar si también tienes problemas subyacentes, como dientes rotos o
astillados, o si tu mordida está desalineada.
2. Mantén un registro del
dolor
Como el bruxismo puede ser
difícil de reconocer, los expertos señalan que puede ser muy útil tomar algunas
notas para tu médico o dentista sobre tus experiencias. Por ejemplo, si te
despiertas con dolor de cabeza puede ser un indicador de que aprietas los
dientes por la noche. Tal vez notes que aprietas los puños en un momento
específico del día, como cuando miras las noticias o cuando intentas trabajar
de forma remota. Esa podría ser una respuesta a ese factor estresante. Mantener
un registro de cuándo aparece el malestar, cuánto dura y cómo se manifiesta
exactamente puede ayudar a tu dentista a comprender mucho mejor la causa y los
tratamientos del problema.
3. Consigue el protector bucal
adecuado
Los protectores bucales son
férulas oclusivas que pueden proteger los dientes de daños al apretarlos, como
el desgaste del esmalte. Los protectores bucales se usan durante la noche y
protegen los dientes para que no rechinen entre sí mientras duerme. Si bien hay
protectores bucales de venta libre disponibles, los expertos dentales
recomiendan encarecidamente adquirir uno personalizado para ti y, ciertamente,
evitar cualquier opción de bricolaje casero. “A menudo les digo a los pacientes
que si les doy un zapato que no es del tamaño correcto, tendrán molestias al
caminar”, dijo Shuchi Dhadwal, exdirector del Centro de Dolor Craneofacial de
la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Tufts. Al usar el protector
bucal incorrecto para ti, corres el riesgo de empeorar el problema e incluso
causar cambios severos en la mordida o bloqueo de la mandíbula. Si prefieres
optar por un protector bucal de venta libre, es mejor al menos hablar con un
dentista que pueda darte consejos sobre cómo adaptarlo a tu boca, qué marca
sería la mejor para ti.
4. Establece recordatorios
Este método de prevención
puede parecer simple pero puede ser muy efectivo. Si ya sabes que tienes
tendencia a apretar los dientes durante el día, recordarte activamente que
debes detenerte y separar los dientes puede marcar una gran diferencia. Hay
aplicaciones gratuitas que puedes descargar y que te envían suaves
recordatorios a lo largo del día. Si prefieres ir a la vieja usanza, siempre
puedes pegar un montón de notas adhesivas por toda la casa y en tus
pertenencias: en los armarios, en el control remoto, en el refrigerador, etc.
En el momento en que relajes la mandíbula y separes los dientes, sentirás un
alivio inmediato.
5. Técnicas de reducción del
estrés
No siempre está claro por qué
una persona empieza a apretar o rechinar los dientes, pero como señalamos al
principio del artículo, el estrés suele ser un factor importante. Es importante
ser consciente de ello y estar dispuesto a abordarlo. Un protector bucal puede
aliviar los síntomas, pero el problema no se solucionará hasta que llegue a la
raíz del mismo. Muchos dentistas trabajan en estrecha colaboración con
psicólogos y expertos en salud mental, para que los pacientes también puedan
aprender técnicas de reducción del estrés. Estos pueden incluir meditación,
yoga, una rutina de ejercicios, pasar más tiempo al aire libre, así como
terapia y medicación.
No hay absolutamente nada de
malo en hacer de tu salud mental una prioridad, así que estate atento a las
señales que te envía tu cuerpo. JQR
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