Al parecer, la mayoría de los problemas de espalda
baja pueden resolverse sin cirugía. Al menos en el 80% de los casos no hay que
llegar al quirófano, revelan estudios. Sin embargo, análisis muestran
que es un procedimiento altamente recomendado. En un estudio
observacional de 544 pacientes, al 60% se les recomendó una cirugía de
columna innecesaria.
La cirugía
innecesaria se define como cualquier intervención quirúrgica que
obviamente no se necesita, no está indicada o no es lo mejor para el paciente
cuando se compara con otras opciones disponibles, incluidas las medidas
conservadoras.
En el caso de la columna, es cuando los pacientes no
tienen déficit neurológico ni hallazgos radiológicos anormales significativos
en radiografías dinámicas, resonancia magnética y/o tomografía computarizada.
El problema del abuso de cirugías se presenta a nivel
mundial desde hace décadas, y es particularmente crítico en Estados Unidos, en
donde la tecnología de avanzada ha hecho explotar el negocio de estas
intervenciones.
En el país, investigaciones comprobaron que hay
opciones para contrarrestar las cirugías innecesarias. Por ejemplo, el abordaje
interdisciplinario. Un trabajo observó que las derivaciones a cirugía de
columna a través de una vía de atención
multidisciplinaria no solo reducían la derivación de casos
no quirúrgicos de columna, sino que también aumentaban las derivaciones de
pacientes que sí tenían indicaciones quirúrgicas claras, y reducían su
tiempo de espera.
Desde 2012, la Junta Estadounidense de Medicina
Interna de Estados Unidos estableció la campaña Choosing Wisely, que es una
iniciativa global que tiene como objetivo reducir las pruebas, tratamientos y
procedimientos innecesarios en la atención médica. Desde entonces, esta
iniciativa se desarrolla con campañas activas alrededor del mundo: entre las
naciones que participan están Brasil, Canadá, Países Bajos, Suiza, Japón,
Australia, Arabia Saudita y el Reino Unido.
En América
Latina, las cirugías de espalda baja han aumentado, pero no al nivel de
otros países, ya que el costo es una de las barreras: no todos los sistemas
nacionales de salud las cubren.
Las cirugías innecesarias siguen siendo una realidad
desalentadora que para muchos expertos continúa exponiendo a nuestros pacientes
a un riesgo quirúrgico injustificado.
Por ejemplo, múltiples ensayos clínicos han demostrado
que las fusiones espinales para el dolor de espalda no mejoran los resultados a largo plazo de los pacientes en comparación con las modalidades de
tratamiento no quirúrgico, incluida la fisioterapia y los ejercicios de
fortalecimiento.
Otras alternativas no quirúrgicas para tratar el
problema de espalda son:
Manipulación espinal. Debe realizarla un quiropráctico especializado,
ya que tiene limitaciones en pacientes que tienen ciertas afecciones como
osteoporosis o artritis.
Acupuntura. En
esta técnica tradicional de la medicina china, se utilizan agujas que se
insertan en zonas lumbares específicas.
Terapia física. Se realiza con un especialista en estiramientos y técnicas para
fortalecer los músculos que ‘ayudan’ a sostener la columna vertebral.
Hábitos de vida. Mantener un peso
saludable, tener una dieta anti-inflamatoria, mantener una postura correcta al estar
sentado y controlar el estrés se encuentran entre hábitos de vida que resultan
terapéuticos a la hora de cuidar la salud lumbar. HD
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