Royal Philips, empresa mundial en tecnología de la
salud, lanzó en Argentina su Índice del Futuro de la Salud. El estudio,
realizado por primera vez en Argentina, encontró que cuando se trata de
calificar la salud general, las percepciones de la población general y las de
los profesionales de la salud en el país difieren: Mientras que el 81% de los
argentinos califican su salud en general como positiva, solo el 49% de los
profesionales de la salud están de acuerdo en que la salud de la población en
general es positiva.
“La realidad es que las personas en Argentina
piensan que su salud está mejor de lo que en realidad es y como resultado no
están tomando medidas cuando se trata de salud preventiva”, dijo Carlos Emilio
Álvarez, CEO para Royal Philips en Argentina.
“Necesitamos cambiar la mentalidad a un enfoque en
prevención al inspirar políticas y educar a la población sobre cómo aprovechar
las tecnologías de salud conectadas para tomar el control de su salud”,
añadió.
El Índice del Futuro de la Salud 2017, comisionado
por Philips, encuestó a más de 33.000 personas de 19 países sobre cómo están
posicionados para satisfacer los desafíos de salud mundial a largo plazo a
través de la adopción e integración de tecnologías de cuidados
conectados.
Los principales puntos destacados para Argentina
incluyen:
• Prevención: Los
argentinos consideran que la prevención es importante y el 68% de la población
general encuestada considera que los profesionales de la salud deberían enfocar
la mayor parte de su tiempo y recursos en atención preventiva. Sin embargo, no
están tomando las medidas necesarias para prevenir enfermedades crónicas,
probablemente porque creen que ya son saludables. Una manera de impulsar la
acción preventiva es mediante el uso de la tecnología. De hecho, tanto la
población en general como los profesionales de la salud están de acuerdo en que
la tecnología de cuidados conectados es importante para la prevención de
problemas médicos (73% y 77%, respectivamente).
• Adopción de tecnología: Actualmente
en Argentina, la tecnología está siendo utilizada principalmente por aquellos
con condiciones médicas existentes. De hecho, solo el 1% de los profesionales
de la salud creen que las tecnologías de cuidados conectados siempre son
utilizadas por pacientes que están sanos y que no tienen ninguna condición
médica. Esto se debe posiblemente a que solo una cuarta parte de la población
(24%) considera que tiene conocimiento de las tecnologías de salud conectada
disponibles para monitorear su salud.
• Integración: Hay
una gran brecha en la puntuación de Argentina respecto a la percepción y
realidad de integración (49.9), lo que significa que los proveedores de la
salud y la población en general piensan que el sistema de salud está más
integrado que en la realidad. La puntuación de la realidad del país también
está por debajo del promedio mundial (5.4 frente a 24.1, respectivamente), lo
cual se puede explicar por la baja inversión de Argentina en tecnología de
cuidados conectados, como proporción del producto interno bruto. Hay una
oportunidad significativa de mejorar esto al aumentar el gasto en el desarrollo
y adopción de tecnologías de cuidados conectados en el cuidado de la salud y
también en la educación de la población en general sobre cómo aprovechar las
mismas como parte de las medidas de cuidado preventivo y, en última instancia,
ayudar a reducir los gastos médicos en general.
El estudio también reveló perspectivas
interesantes, incluyendo las expectativas que los profesionales de la salud y
la población en general tienen en Argentina con respecto a las iniciativas de
salud por parte del gobierno y opiniones sobre el gasto de salud como
porcentaje del PIB.
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