Sacerdote y
Mártir, 04 de Octubre
Fecha de Beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el
pontificado de S.S. Francisco.
Nació en Ribera de Molina el 14 de agosto de 1911, bautizado el 15, Asunción de la Virgen, en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. Confirmado el 31 de enero de 1919 por el Sr. Obispo de Cartagena D. Vicente Alonso Salgado.
Sus padres, Fulgencio y Emérita, tuvieron además
del primogénito Fulgencio diez hijos más. En un ambiente familiar muy cristiano
se desenvolvió su niñez recibiendo la Primera Comunión a los siete años. A los
12 años, ingresó en el Seminario de San José. Sus buenas notas y mejor
comportamiento ganaron la confianza de sus superiores. En vacaciones publicaba
un semanario, “El Ideal” que dirigía, y confeccionaba a multicopista con otros
seminaristas. A los 22 años, tuvo que ir al servicio militar y dialogaba con
sus compañeros sobre temas religiosos o rompiendo papeles inmorales
indemnizándoles con lo que les había costado.
El 15 de junio de 1935 fue ordenado sacerdote,
habiéndose preparado fervorosamente lo recibió con mucha humildad y
agradecimiento, celebrando su Primera Misa Solemne el día del Corpus Christi en
Ribera de Molina con gran fervor como lo había siempre deseado.
Fue párroco de La Paca y Don Gonzalo, donde trató
de conocer a todos sus feligreses animándoles a ir a Misa los domingos y
festivos y a comulgar. Preparaba muy bien la homilía, visitaba las casas,
consiguió atraer a la iglesia a los niños con cine y un belén con movimiento
que él mismo fabricó, atendía a los pobres con lo suyo propio y pidiendo a los
que más tenían.
El 19 de julio de 1936 fue llevado preso a Lorca
acusado de maquinar contra el régimen del gobierno, junto con otros vecinos de
La Paca. El Juez tras tomar declaración lo dejó en libertad pero lo retuvieron
en la cárcel para enviarlo al Tribunal Popular de Murcia, sabedores de que allí
le matarían. Lo llevaron a la iglesia de San Juan, convertida entonces en
cárcel, y fue trasladado después a la cárcel provincial para ser juzgado. Su
abogado defensor no compareció porque sabía que estaba condenado de antemano.
No se pudo demostrar nada de lo que le acusaban. Fue condenado a muerte por ser
sacerdote. Cuando su familia hizo intentos de liberarle les decían: “Si es
sacerdote, nada se puede hacer por él”.
Confesó sacramentalmente y demostró una gran
serenidad. Escribió dos cartas, una a sus padres, familiares y conocidos de La
Ribera y otra a su hermano queridísimo Vicente, jesuita. Les decía que ofrecía su
vida por el Reinado del Corazón de Jesús, la regeneración cristiana de la
patria y por la salvación de La Paca. Murió contento, perdonando a los
firmantes de su sentencia y a los demás que le acusaron pidiendo a Dios que los
perdonase, despidiéndose de los suyos hasta el cielo.
En la madrugada del día 4 de octubre de 1936,
fiesta de San Francisco de Asís, a cuya Orden Tercera pertenecía desde
seminarista, no permitiendo que le vendaran los ojos, murió exclamando: ¡Viva
Cristo Rey y Viva España Católica! Fue enterrado la misma tarde del 4 de
octubre de 1936.
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