martes, 28 de abril de 2020

El análisis de sangre que detecta el Alzheimer

Un sencillo análisis de sangre que se puede realizar en la consulta del médico puede revelar rápidamente si un paciente con problemas de memoria tiene enfermedad de Alzheimer o deterioro cognitivo leve. Además, también puede distinguir ambas afecciones de la demencia frontotemporal.
Si se aprueba, el análisis de sangre podría servir para incrementar el número de pacientes con Alzheimer que se inscriben en ensayos clínicos y usarse para monitorizar la respuesta a esos tratamientos en investigación.
Según un estudio dirigido por la Universidad de California en San Francisco (EEUU), es posible evaluar los niveles en sangre de tau 181 fosforilada (pTau181), una proteína del cerebro que se acumula en ovillos en pacientes con Alzheimer.
En el trabajo, los niveles de Tau181 era 3.5 veces más elevados en personas con la enfermedad en comparación con sus pares sanos. Por contra, en pacientes con demencia frontotemporal, una condición que a menudo se diagnostica erróneamente como Alzheimer, se descubrió que pTau181 estaba dentro del mismo rango que el grupo de control. El estudio se publica en Nature Medicine.
«Esta prueba podría implementarse en atención primaria para identificar a las personas con problemas de memoria y derivar así a quien lo precise a centros especializados para participar en ensayos clínicos o para ser tratados con nuevas terapias contra el Alzheimer, una vez que estén aprobados», explicó el autor principal Adam Boxer.
Ser capaz de diagnosticar fácilmente la enfermedad de Alzheimer en las primeras etapas puede ser especialmente beneficioso para los pacientes con deterioro cognitivo leve, algunos de los cuales pueden tener la enfermedad de Alzheimer temprana. Las personas con Alzheimer temprano tienen más probabilidades de responder a muchos de los nuevos tratamientos que se están desarrollando, destacó este investigador.
Los métodos existentes para diagnosticar el Alzheimer incluyen la medición de los depósitos de amiloide, otra proteína implicada en la demencia, a partir de una exploración mediante la técnica de imagen PET, o mediante el empleo de punción lumbar para cuantificar amiloide y tau en líquido cefalorraquídeo.
Los escáneres PET son caros, solo están disponibles en centros especializados, mientras que las punciones lumbares son invasivas, requieren mucho trabajo y no son fáciles de realizar en grandes poblaciones.
Actualmente hay cerca de 132 medicamentos en ensayos clínicos para la enfermedad de Alzheimer, incluidos 28 que se están probando en 42 ensayos de fase 3. Entre esos medicamentos de fase 3 se encuentra aducanumab, que algunos expertos creen que puede ser el primer medicamento aprobado para retrasar la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
En el presente estudio, los participantes se sometieron a pruebas para medir pTau181 a partir de plasma, la parte líquida de la sangre. Tenían entre 58 y 70 años e incluían 56 que habían sido diagnosticados de Alzheimer, 47 con deterioro cognitivo leve y 69 de sus compañeros sanos.
Además, los participantes incluyeron 190 personas con diferentes tipos de demencia frontotemporal, un grupo de trastornos cerebrales causados por la degeneración de los lóbulos frontales y temporales, áreas del cerebro asociadas con la toma de decisiones, el control del comportamiento, las emociones y el lenguaje.
Entre los adultos menores de 65 años, la demencia frontotemporal es tan común como la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores encontraron que las mediciones de sangre de pTau181 fueron de 2,4 pg/ml entre los controles sanos, 3,7 pg/ml entre las personas con deterioro cognitivo leve y 8,4 pg/ml para las personas con Alzheimer.
En las personas con variantes de demencia frontotemporal, los niveles oscilaron entre 1,9 y 2,8 pg/ml. Estos resultados aportaron información similar a las herramientas de diagnóstico más establecidas de las medidas de exploración PET de la proteína amiloide o tau, afirmó Boxer.
El estudio sigue la línea de otros estudios publicados el año pasado que encontró que altos niveles de amiloide en plasma eran un predictor de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, el amiloide se acumula en el cerebro muchos años antes de que surjan los síntomas, si surgen, apuntó Boxer.
«Por contra, la cantidad de tau que se acumula en el cerebro está muy relacionada con el inicio, la gravedad y los síntomas característicos de la enfermedad», explicó.
Un estudio complementario realizado por Oskar Hansson, MD, PhD, de la Universidad de Lund (Suecia), publicado en la misma edición de Nature Medicine corrobora los resultados del estudio dirigido por UCSF. Llegó a la conclusión de que pTau181 era un predictor más fuerte de desarrollar Alzheimer en ancianos sanos que el amiloide.
Los investigadores dijeron que esperan ver el análisis de sangre disponible dentro de 5 años. BP

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