Un
sencillo análisis de sangre que se puede realizar en la consulta del médico
puede revelar rápidamente si un paciente con problemas de memoria tiene
enfermedad de Alzheimer o deterioro cognitivo leve. Además, también puede
distinguir ambas afecciones de la demencia frontotemporal.
Si
se aprueba, el análisis de sangre podría servir para incrementar el número de
pacientes con Alzheimer que se inscriben en ensayos clínicos y usarse para
monitorizar la respuesta a esos tratamientos en investigación.
Según
un estudio dirigido por la Universidad de California en San Francisco (EEUU),
es posible evaluar los niveles en sangre de tau 181 fosforilada (pTau181), una
proteína del cerebro que se acumula en ovillos en pacientes con Alzheimer.
En
el trabajo, los niveles de Tau181 era 3.5 veces más elevados en personas con la
enfermedad en comparación con sus pares sanos. Por contra, en pacientes con
demencia frontotemporal, una condición que a menudo se diagnostica erróneamente
como Alzheimer, se descubrió que pTau181 estaba dentro del mismo rango que el
grupo de control. El estudio se publica en Nature
Medicine.
«Esta
prueba podría implementarse en atención primaria para identificar a las
personas con problemas de memoria y derivar así a quien lo precise a centros
especializados para participar en ensayos clínicos o para ser tratados con
nuevas terapias contra el Alzheimer, una vez que estén aprobados», explicó el
autor principal Adam Boxer.
Ser
capaz de diagnosticar fácilmente la enfermedad de Alzheimer en las primeras
etapas puede ser especialmente beneficioso para los pacientes con deterioro
cognitivo leve, algunos de los cuales pueden tener la enfermedad de Alzheimer
temprana. Las personas con Alzheimer temprano tienen más probabilidades de
responder a muchos de los nuevos tratamientos que se están desarrollando, destacó
este investigador.
Los
métodos existentes para diagnosticar el Alzheimer incluyen la medición de los
depósitos de amiloide, otra proteína implicada en la demencia, a partir de una
exploración mediante la técnica de imagen PET, o mediante el empleo de punción
lumbar para cuantificar amiloide y tau en líquido cefalorraquídeo.
Los
escáneres PET son caros, solo están disponibles en centros especializados,
mientras que las punciones lumbares son invasivas, requieren mucho trabajo y no
son fáciles de realizar en grandes poblaciones.
Actualmente
hay cerca de 132 medicamentos en ensayos clínicos para la enfermedad de
Alzheimer, incluidos 28 que se están probando en 42 ensayos de fase 3. Entre
esos medicamentos de fase 3 se encuentra aducanumab, que algunos expertos creen
que puede ser el primer medicamento aprobado para retrasar la progresión de la
enfermedad de Alzheimer.
En
el presente estudio, los participantes se sometieron a pruebas para medir
pTau181 a partir de plasma, la parte líquida de la sangre. Tenían entre 58 y 70
años e incluían 56 que habían sido diagnosticados de Alzheimer, 47 con
deterioro cognitivo leve y 69 de sus compañeros sanos.
Además,
los participantes incluyeron 190 personas con diferentes tipos de demencia
frontotemporal, un grupo de trastornos cerebrales causados por la degeneración
de los lóbulos frontales y temporales, áreas del cerebro asociadas con la toma
de decisiones, el control del comportamiento, las emociones y el lenguaje.
Entre
los adultos menores de 65 años, la demencia frontotemporal es tan común como la
enfermedad de Alzheimer.
Los
investigadores encontraron que las mediciones de sangre de pTau181 fueron de
2,4 pg/ml entre los controles sanos, 3,7 pg/ml entre las personas con deterioro
cognitivo leve y 8,4 pg/ml para las personas con Alzheimer.
En
las personas con variantes de demencia frontotemporal, los niveles oscilaron
entre 1,9 y 2,8 pg/ml. Estos resultados aportaron información similar a las
herramientas de diagnóstico más establecidas de las medidas de exploración PET
de la proteína amiloide o tau, afirmó Boxer.
El
estudio sigue la línea de otros estudios publicados el año pasado que encontró
que altos niveles de amiloide en plasma eran un predictor de la enfermedad de
Alzheimer. Sin embargo, el amiloide se acumula en el cerebro muchos años antes
de que surjan los síntomas, si surgen, apuntó Boxer.
«Por
contra, la cantidad de tau que se acumula en el cerebro está muy relacionada
con el inicio, la gravedad y los síntomas característicos de la enfermedad»,
explicó.
Un
estudio complementario realizado por Oskar Hansson, MD, PhD, de la Universidad
de Lund (Suecia), publicado en la misma edición de Nature Medicine corrobora los resultados del estudio
dirigido por UCSF. Llegó a la conclusión de que pTau181 era un predictor más
fuerte de desarrollar Alzheimer en ancianos sanos que el amiloide.
Los
investigadores dijeron que esperan ver el análisis de sangre disponible dentro
de 5 años. BP
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