Un equipo de científicos argentinos trabaja
contrarreloj para desarrollar un método simple y económico de PCR (reacción en
cadena de polimerasa) que permita detectar la presencia del coronavirus
SARS-CoV-2 a partir de hisopados de pacientes.
Para lograr ese objetivo, los científicos de la
UBA, de la UNSAM y del CONICET están modificando los protocolos de la compleja
técnica convencional de referencia hoy en uso, PCR en tiempo real o RT-qPCR,
que permite amplificar y detectar material genético del virus con fines de
diagnóstico.
«Nos proponemos lograr una simplificación en la
preparación del ARN (material genético) del virus, evitando la necesidad de
columnas comerciales para su purificación», indicó a la Agencia CyTA-Leloir
Alberto Kornblihtt, director del proyecto e investigador del Instituto de
Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE), que depende de la
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y del CONICET.
Kornblihtt e integrantes de su equipo y de otros
laboratorios del IFIBYNE, como Anabella Srebrow, Ezequiel Petrillo, Manuel
Muñoz, Manuel de la Mata, Ignacio Schor y Valeria Buggiano, también apuntan a
reemplazar ciertos reactivos caros por otros más estándares.
«En ambos casos será necesario comprobar la
sensibilidad y la especificidad de las nuevas técnicas introducidas. No es
cuestión de abaratar para empeorar la calidad del ensayo», afirmó Kornblihtt,
quien añadió que las pruebas deberán ser realizadas en laboratorios de análisis
clínicos o de investigación.
Los test de PCR se complementan con los serológicos
que miden anticuerpos contra la proteína 'spike' del SARS-CoV-2, algunos
llamados 'rápidos' y otros más precisos como el desarrollado días atrás por
científicos de la Fundación Instituto Leloir, de la UNSAM y del CONICET, y que
son muy útiles para tener un panorama epidemiológico de la enfermedad o incluso
identificar potenciales donantes de plasma.
La
investigación básica 'genera personas entrenadas para pensar'
El proyecto fue seleccionado luego de presentarse a
una convocatoria de la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo
Tecnológico y la Innovación en el marco de la Unidad COVID-19, un dispositivo
de coordinación impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e
Innovación. Y resulta una oportunidad para revalorizar el rol de la llamada
ciencia básica o sin aplicaciones inmediatas.
«Así como a nivel político y económico esta
pandemia destruirá el mito de que el mercado soluciona todos los problemas con
la libre competencia, también se caerá el mito de que no vale la pena fomentar
la ciencia básica en nuestro país porque no sirve para nada», afirmó
Kornblihtt.
La investigación básica «genera personas entrenadas
para pensar y para resolver problemas que van cambiando con la coyuntura»,
añadió.
«Aunque no son virólogos o inmunólogos, los
integrantes del proyecto son investigadores jóvenes con amplia experiencia en
la biología del ARN y, sobre todo, en los detalles experimentales de su
preparación y de la PCR en tiempo real que vienen usando desde hace años en sus
investigaciones básicas», destacó Kornblihtt.
«Son gente que está acostumbrada a modificar
ingredientes y concentraciones de los kits. Por eso, pensamos que podemos aportar
técnicamente», puntualizó.
De la iniciativa también participan investigadores
del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS), que
depende de UBA y CONICET, y de las facultades de Medicina y de Farmacia y Bioquímica
de la UBA. BP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario