Parte del significado burlesco que podía tener esta carta enviada como chanza de amigo a amigo se nos pierde, porque al parecer, según lo sugiere la respuesta de san Agustín, Máximo intentó ridiculizar a los mártires por sus extraños nombres. Esto dará lugar a que Agustín tome a su vez el pelo a su agonista, mostrándole que «Namfamon» significa «de buen pie», y haciendo alusión a la habitual superstición de los paganos, le recuerda que «Desea Virgilio que Hércules entre con pie venturoso, esto es, que sea Nanfamón, que es lo que nos echas a nosotros tan en cara.» En suma, las misivas no aportan elementos históricos para que nos enteremos de las circunstancias concretas del martirio de estos santos, pero sí permiten establecer fehacientemente no sólo su existencia sino también la gran veneración de la que gozaban.
Compartir, ayudar y motivar son las prioridades de este blog, tratando de iluminar el camino de nuestros semejantes con nuestra pequeña luz interior, basados en tres pilares fundamentales: "Respeto, Humildad y Honestidad"
jueves, 17 de diciembre de 2020
Namfamo, Miginio, Sanamis y Lucita, Santos
Mártires, 18 de
Diciembre
Elogio: En el norte de África, conmemoración de los santos
mártires Namfamon, Miginio, Sanamis y Lucita, a los cuales, según el testimonio
del gentil Máximo de Madaura en su carta a san Agustín, el pueblo cristiano
sentía gran veneración.
Conocemos los
nombres de estos santos, protomártires de la Iglesia de Madaura, en el norte de
África, exclusivamente por el testimonio de un pagano, un amigo de san Agustín
que le escribe, hacia el 390 -pocos años después del bautismo del santo-
reprochándole que adhiriera a la fe cristiana. En un estilo de retórica culta,
Máximo le recuerda lo que era doctrina común de los ambientes cultivados de la
época: en el fondo todos los dioses (incluidos los paganos) hablan de una misma
Divinidad que trasciende todos los nombres que le ponemos los seres humanos, y
que puede ser el gran Todo. Por eso mismo, continúa Máximo, es impensable que
los mártires cristianos pretendan preminencia respecto de los dioses paganos. Y
así dirá: «¿Quién
puede sufrir que Miginio sea antepuesto a Júpiter, que lanza los rayos; Sanamis
a Juno, Minerva, Venus y a Vesta, y a todos (¡qué vergüenza!) los dioses
inmortales el archimártir Namfamon? Entre esos mártires se acepta con no menor
veneración a Lucita y a otros mil (nombres odiosos a los hombres y a los
dioses), que acumularon crímenes sobre crímenes en una conciencia llena de
nefandos delitos. Bajo la apariencia de una muerte gloriosa, hallaron los muy
viciosos una muerte digna de sus hazañas y costumbres. La necia muchedumbre
visita sus sepulcros, si es que vale la pena recordarlo, olvidando los templos
y los manes de sus antepasados...»
Etiquetas:
Santoral
Ubicación: La Pampa, Argentina
La Pampa, Argentina
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