Hoy en día es común vivir bajo rutinas aceleradas. Estas
provocan exceso de estrés y ansiedad, que a su vez pueden tener efectos
negativos en el cuerpo, estado de ánimo y comportamiento. Pero no desesperes, muchas
frutas, vegetales, semillas y granos pueden ser grandes aliados a la hora de
combatir el estrés. Aquí te contamos cuáles para que no falten en tu dieta.
El estrés es una reacción natural del cuerpo que tiene
manifestaciones tanto psicológicas como físicas: hace que el cerebro se ponga
en guardia, el sistema nervioso se despierta, las hormonas se liberan para
avivar los sentidos, se acelera el pulso, profundiza la respiración, y tensan
los músculos. Todos lo experimentamos cuando enfrentamos cambios en nuestra
vida o perdemos en control frente a determinada situación.
Con estrés, el cuerpo consume más rápido vitaminas, proteínas
y minerales. Esto provoca que las defensas bajen y se pierdan nutrientes
esenciales. Algunos de los síntomas más comunes del estrés son: cansancio
excesivo, depresión, dolor, irregularidades del ciclo menstrual, disfunción
eréctil, y pérdida del deseo sexual, entre otros. Una buena forma de combatirlo
es incorporar alimentos que te ayuden a reponer energías:
Vegetales verdes
Los
vegetales de hoja verde, como acelga, espinaca, lechuga, kale o rúcula, tienen
vitaminas y minerales que se han asociado a un aumento en la producción de
hormonas que alivian el dolor y crean efectos de calma. Por ejemplo, la
espinaca es rica en magnesio, un mineral que desempeña un papel clave en la
regulación y reducción de la presión arterial. El
magnesio se encuentra presente en grandes cantidades en el cuerpo y es
considerado por los especialistas como un mineral clave en la lucha contra el
estrés, fatiga, depresión e irritabilidad, además de ser un tranquilizante
natural. Se encuentra en los vegetales de hoja verde, dátiles, legumbres, soja,
semillas, frutos secos, mariscos y cacao.
Frutos secos
Las
almendras, nueces, cacahuates y avellanas incrementan los niveles de
serotonina, un neurotransmisor que se encuentran en varias regiones del sistema
nervioso central y cumple un importante rol en el estado de ánimo. También se
encarga de regular el sueño y el placer, promoviendo sensación de bienestar.
Chocolate
Popularmente
el chocolate es un alimento que se asocia a la felicidad, pero tal vez exista
una explicación científica para ello. Distintos estudios señalaron que su
consumo parece mejorar el humor debido a que estimula la producción de opiáceos
y dopamina. Los opiáceos son los químicos responsables de disminuir la
sensación de dolor y crear bienestar, mientras que la dopamina influye en la
sensación del placer.
Leche
Existe
evidencia que vincula el consumo de leche con la reducción del estrés. Según
los investigadores, el lactium, una proteína contenida en la leche, tiene
poderosas propiedades relajantes que reducen los niveles de cortisol, la
hormona que produce el cuerpo cuando estamos estresados. Además, la leche es
alta en antioxidantes y vitaminas B2 y B12, así como en proteínas y calcio.
Semillas de girasol
Las
semillas de girasol son ricas en calcio y magnesio, dos minerales que en la
proporción adecuada contribuyen a mejorar la respuesta ante el estrés. Además,
son una fuente importante de antioxidantes, especialmente vitamina E.
Aguacate
El
aguacate o palta posee ácidos grasos monoinsaturados y vitaminas del complejo
B, nutrientes que se asocian a un aumento de la producción de serotonina.
También existe evidencia científica que indica que, ante una mayor ingesta de
ácidos grasos monoinsaturados, menor es el riesgo de depresión.
Ácidos grasos Omega 3
Muchos
estudios coinciden que los ácidos grasos Omega 3 son esenciales para regular
las hormonas del estrés, mientras que otros trabajos vincularon su consumo con
una mejoría significativa para recordar cosas y procesar datos. Normalmente,
este tipo de investigaciones provienen de pruebas con suplementos, pero la
buena noticia es que estos beneficios también se registraron en dietas ricas en
pescados (que poseen Omega 3), como sardinas o salmón.
Kiwi
El
alto contenido en vitamina C del kiwi parece ayudar a activar una serie de
enzimas en el cuerpo que mejoran los niveles de la energía metabólica, así como
diferentes neurotransmisores en el cerebro que aumenta la energía física y
mental. Aunque la evidencia es preliminar, muchos expertos aconsejan sumarlo
junto a otras frutas para mantener el estrés alejado.
Arándanos
Los
arándanos pueden ser pequeños, pero en su interior esconden grandes
propiedades. Son ricos en antioxidantes, vitaminas C y E, y minerales, como
magnesio y manganeso, que ayudan a reducir el nivel de estrés. Además,
neutralizan la acción de los radicales libres, moléculas inestables que afectan
las estructuras celulares sanas y promueven la aparición de diferentes
enfermedades.
Té negro
Beber
té negro parece ayudar a recuperarse rápidamente del estrés de la vida
cotidiana. La evidencia científica demostró que quienes lo bebieron entre dos y
tres veces al día durante seis semanas, presentaron niveles más bajos de
cortisol en sangre después de sufrir acontecimientos estresantes.
No olvides pedir ayuda
Recuerda,
los cambios en la alimentación solo son una parte de las medidas que debes
incorporar cuando el estrés comienza a apoderarse de tu vida. Es importante ir
al médico para descartar cualquier patología orgánica. Si el origen del estrés
no es nada físico puedes consultar a un psicólogo. El estrés es mucho más serio
de lo que parece y nunca debe minimizarse. HD
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