“El corazón alegre mejora la
salud, espíritu abatido seca los huesos” Prov. 17, 22
Todas las personas estamos llamados
a vivir con alegría, plenitud, gozo. Pero hay cosas que llevan al hombre a
sentirse triste momentáneamente, esto es natural y parte de la vida del hombre. Cuando
la tristeza que se presenta es profunda, permanece todo el día y se prolonga en
el tiempo, haciendo sentir a la persona que se encuentra en un pozo
profundo sin salida aparente, ha llegado, con querer y sin querer, a un
estado de depresión. Este
momento, en muchas de las veces, va acompañado de sentimientos de angustia,
soledad, de poca valía y de culpabilidad, desgano, agitación, fatiga,
dificultad para concentrarse, insomnio o sueño excesivo, pérdida o aumento de
apetito, irritabilidad, llanto frecuente, baja autoestima, desesperanza. Esta es una enfermedad que de manera
segura afecta los pensamientos, sentimientos, conducta y salud física.
Cuando la depresión proviene de
cambios químicos cerebrales se le llama endógena. Por ejemplo cuando hay
cambios en los neurotransmisores, la serotonina provoca insomnio. Los cambios o la baja en la noradrenalina,
que es la que nos da energía, causan desgano, cansancio, fatiga. Si
disminuye la dopamina, que es la que regula el dolor y produce placer, la
persona se hace más susceptible al dolor y las actividades normales ya no le
ilusionan. Esta depresión, sin duda, debe ser tratada con medicamentos.
La exógena tiene que ver con los
eventos externos en la vida de las personas como son: pérdidas de seres
queridos, reveses económicos, de trabajo, enfermedad, divorcios, violencia
intrafamiliar, traiciones, etc.
La
depresión en el varón se da más por pérdida de status o laboral. En la mujer
por pérdidas emocionales.
Cómo se supera
Si es endógena la solución casi
segura llega a través de medicamentos y psicoterapia, la dosis y duración
dependen del grado de depresión.
Tanto si es exógena o endógena la
persona con ayuda espiritual y de psicoterapia debe buscar resolver los problemas
de raíz. Quien se somete a este tratamiento tendrá en cuenta que hay mucho
trabajo personal.
Trabajo personal
La labor
de quien se encuentra en un estado de depresión es tener paciencia y acciones
concretas para lograr salir de esta situación. Los siguientes puntos que ayudan
son:
- Tomar conciencia del precio que se
está pagando por permitir pensamientos negativos y cambiarlos por positivos,
para evitar que afecten su salud.
- Importante fortalecer la
autoestima, valorarse, hacer un recuento de las propias fortalezas, de
las cosas positivas que haces o has hecho.
- Atender las necesidades personales
tales como alimentación rica en vitamina B 12 y folato, deportes,
descanso, momentos de recreación.
- Evitar el consumo de drogas y
alcohol.
- Reconocer y expresar de forma
constructiva sus sentimientos, pensamientos y necesidades.
- Apoyo familiar y social.
- Poner límites para evitar el abuso
de los demás o de uno mismo.
- Cambiar lo que se pueda cambiar de
la situación y manejar en forma positiva lo imposible de cambiar.
- Recordar si es posible qué evento
desencadenó la depresión. Si se toma conciencia se puede re-significar el
evento, es decir verlo desde un enfoque positivo para salir de la depresión.
- Tener la convicción de que con la
ayuda necesaria, se puede manejar la propia depresión.
- La percepción de uno mismo es de
gran importancia para la salud emocional y física. Si es positiva habrá más
probabilidad de responder de forma adecuada y asertiva a situaciones externas.
- Ver la depresión como una
oportunidad de crecer facilita la tarea.
- Centralizar o ubicar el problema y
no totalizarlo pensando que todo está mal, que la vida es un desastre.
- Ver de lejos el problema, para
lograr ser objetivo en la observación de la realidad, enfatizar las cosas
positivas, lo que si se tiene.
- Evitar hacer recuento permanente
de la (s) experiencia (s) dolorosa (s) del pasado; traumas, desilusiones,
injusticias.
- Realizar acciones concretas en el
aquí y ahora realistas, alentadoras.
- No tomar las cosas a nivel
personal, pensando por ejemplo que esa persona quería hacerte daño.
- Agradecer las cosas positivas de
cada día, la salud, la vista, el amanecer, etc.
- Buscar motivaciones, sentido de
vida. Quien vive con fe y trasciende los hechos no puede sufrir depresión de
manera permanente.
- Aunque por el momento sienta que
no hay mejora, es necesario perseverar en el sentido contrario al que se venía
caminando.
- Es importante cambiar la forma en
que manejas el origen de la depresión, para prevenir que te lleven de nuevo a
la depresión.
Finalmente
recordar que si tenemos fe y creemos en Dios, si nos dejamos abrazar por su
amor estamos seguros. “Aunque pase por un valle tenebroso, ningún
mal temeré, porque tú estás conmigo; tu vara y tu bastón me dan seguridad”. Sal
23, 4 – MTGM
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