Récord de casos, sistema de salud al límite, clínicas trabajando a ‘cama caliente’ y números de mortalidad en alza, no dieron margen para ningún tipo de maniobra menos estricta.
La pregunta que surge frente a este panorama es: ¿Nueve días serán suficientes para que los casos bajen y logre oxigenarse el sistema de salud? Para responder a este interrogante, se consultó a profesionales de distintas áreas en torno a la pandemia, quienes analizaron el impacto que podrán tener las restricciones impulsadas desde el Gobierno nacional.
El sanitarista y exsecretario de Salud municipal Medardo Ávila Vázquez, comentó que “en este momento la gente puede estar siete u ocho horas esperando una cama libre. Es un anuncio bueno y responde a un reclamo que el sector de salud viene realizando. Con 3.500 o 4.000 casos diarios, hay una cifra de internaciones y muertes que es muy importante. Se esperan 100 muertos por día en caso de que haya capacidad de atender enfermos. Esa mortalidad del 2,5% esperable se nos va a ir al 4% o al 5% en caso de que no haya camas y podemos llegar a tener 200 muertos diarios. Lo vimos en Italia, Brasil, Ecuador y está pasando en la India. Como no tenemos una cantidad importante de vacunas disponibles, lo único que nos queda es frenar la curva. Me parece que estas medidas hay que prolongarlas, de lo contrario van a ser insuficientes. La experiencia indica que esto en junio se va a agravar. Los gobiernos van a tener que tomar medidas más firmes y más fuertes para que la población se quede en su casa. Recién estamos en mayo. Si no queremos que la gente se nos muera en su casa o en una ambulancia, va a haber que restringir más”, señaló.
Por su parte, Laura López, directora de Epidemiología de la Provincia, señaló que “en la última semana los casos subieron muy rápido. A los nueve días se evaluará la situación y esperemos que este cierre superestricto logre frenar de manera contundente la transmisión. Es muy importante llevar a cabo este confinamiento y luego ver la evolución de la situación. Estamos trabajando fuerte en la prevención para que la enfermedad no se siga propagando. Nos preocupa que encontramos una fuerte circulación de la variante Manaos en muestras aleatorias de la provincia de Córdoba”.
Cierre inevitable. A su turno, Juan Pablo Caeiro, jefe del Servicio de Infectología del Hospital Privado y uno de los profesionales del equipo científico que asesora al Ministerio de Salud, consideró que se trataba de una medida inevitable: “Esto había que hacerlo. Era el momento para hacerlo, sino la gente comenzaba a morirse sin oxígeno. La recomendación en el mundo es que la situación varía entre 10 y 15 días, depende de la cultura del país. Tenemos que ver qué pasa en nueve días y si hace falta hacer alguna otra cosa. Esperemos que los casos bajen de manera importante y de a poquito ir flexibilizando”, subrayó Caeiro.
“El panorama negativo sería que estemos casi igual y seguir con las restricciones. Los países que liberaron de golpe sufrieron los efectos. Va a ser clave que si los casos mejoran, cuando nosotros nos soltemos, sea bien regulado, hasta que tengamos la vacuna”, añadió.
Daniel Penazzi, doctor en Matemática de la UNC, con un avezado manejo de estadísticas vinculadas a la pandemia, también consideró que nueve días pueden no alcanzar a cumplir el objetivo propuesto por el Gobierno nacional. “No creo que sean suficientes. Pueden ser útiles para moderar la escalada, quizás detenerla, bajar algo los casos, comprarnos algo de tiempo y evitar la catástrofe que se nos venía encima, pero el problema base no se resuelve con nueve días”, analizó. “Por otro lado, no se puede cerrar todo por más tiempo, no hay espalda económica. Pero sí deberían permitir que los negocios abran y prohibir todo tipo de reunión de más de cinco personas por varias semanas. Además, cerrar escuelas, bares y prohibir fiestas”, agregó.
Por último, Rodrigo Quiroga, bioquímico, doctor en Ciencias Químicas e investigador del Conicet, afirmó que “lo ideal eran 14 días porque la situación es muy crítica. Sobre todo teniendo en el horizonte cercano que llegarán varios millones de vacunas. El período infeccioso del virus es de 10 días y con 14 días te aseguras que los infectados salgan sin ser contagiosos, incluso hasta evitas las consecuencias de los contagios intrahogares”, precisó.
“El efecto de nueve días va a alcanzar para que los casos bajen un poco. Es un mensaje importante respecto a evitar los contagios intrahogar. Cualquier persona con síntomas debe aislarse en una habitación y usar barbijo. Esto es fundamental para potenciar el efecto del cierre corto”, destacó el profesional.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario