El lema para el Día
Mundial del Sueño para
este año (17-03) es ‘El sueño es esencial para la salud’, en el que se busca
concientizar a la población y destacar la importancia que tiene en nuestra
salud un buen sueño. En esta ocasión, el Dr. Simón Fernández Nievas, director
médico de En
Casa, brinda consejos para los adultos mayores.
Los patrones de sueño tienden a cambiar a medida que uno envejece.
Muchas personas comienzan a tener dificultades para conciliar el sueño, se
despiertan con más frecuencia durante la noche y se levantan más temprano por
la mañana.
Las personas mayores necesitan dormir aproximadamente la misma cantidad
de horas que los demás adultos, es decir, de 7 a 9 horas por noche. Sin
embargo, suelen acostarse más temprano y levantarse más temprano que cuando
eran más jóvenes.
«Hay varias razones por lo que luego de los 60 o 65 años las personas no
pueden dormir lo suficiente, entre las que se destacan el sentirse enfermo o dolorido,
o bien por consecuencia de algún medicamento. Puede ser más difícil quedarse
dormido y pasar más tiempo total en la cama, mientras que la transición entre
el sueño y despertarse con frecuencia es abrupta, generando la sensación de que
ahora el sueño es más ligero», explicó el Dr. Simón Fernández Nievas, médico
clínico y Director Médico de En Casa, organización
especializada en el cuidado de adultos mayores.
El insomnio es el problema de sueño más frecuente en las personas
mayores de 60 años. Genera problemas para conciliar el sueño y para mantenerlo;
y puede durar días, meses e incluso años. Tener hábitos saludables en relación
al descanso puede ayudar.
¿Qué
hacer para estimular el sueño en la edad adulta?
Si bien algunos consejos pueden ser los mismos para cualquier momento de
la edad adulta, puntualmente las personas de más de 60 deberían considerar las
siguientes 10 pautas:
1. Evitar la ingesta de estimulantes como la cafeína (café, té, gaseosas
y chocolate) 3 o 4 horas antes de acostarse.
2. Evitar las comidas abundantes por la noche, pero tampoco irse a
dormir sin comer nada.
3. No fumar ni tomar bebidas alcohólicas antes de irse a la cama.
4. No dormir siestas durante el día.
5. Hacer ejercicio de manera regular.
6. No exponerse a pantallas en la habitación previo al momento de
descanso (televisores, tablets o celulares).
7. Intentar acostarse y despertarse a la misma hora todos los días.
8. Generar un ambiente fresco y cómodo para el descanso.
9. Usar poca iluminación en los momentos previos a acostarse y durante
el momento de sueño.
10. En caso de no poder conciliar el sueño después de 20 minutos,
levantarse de la cama y realizar una actividad tranquila como leer o escuchar
música.
«Dormir mal en esta etapa puede afectar la memoria, la concentración y
el ánimo, lo que disminuye el rendimiento intelectual y físico. Pero la
cantidad no es lo más importante, lo fundamental es que el sueño sea reparador.
Por eso, cuando esto no ocurre y la persona se encuentra somnolienta y/o
cansada durante el día, es importante consultar con un especialista. Descansar
poco o mal también puede generar depresión o hacer que la persona esté más
propensa a sufrir caídas o accidentes», agregó el Dr. Fernández Nievas.
A su vez, en el caso de personas de edad avanzada es recomendable que
cuenten, además, con los siguientes recaudos:
1. Contar con una lámpara fácil de encender a mano.
2. Tener un vaso de agua en la mesa de noche para tomar en caso de que
se despierte con sed.
3. Quitar cualquier tipo de alfombra de la habitación para evitar caídas
si se despierta durante la noche.
4. No fumar en la cama.
5. Tener un teléfono con números de emergencia junto a la cama. BP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario