Texto
del Evangelio (Lc 17,7-10): En
aquel tiempo, el Señor dijo: «¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o
pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: ‘Pasa al momento y ponte a la
mesa?’. ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame algo para cenar, y cíñete para
servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?’.
¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De
igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid:
‘Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer’».
Comentario del Evangelio
Hoy Jesucristo nos sitúa. Vivimos unos tiempos en que,
frecuentemente, el hombre pretende ocupar el lugar de Dios. Desde hace algunos
siglos, los avances de la ciencia y de la técnica se han disparado. ¡Eso es
bueno! Lo malo es olvidarse de Dios, pensando que no nos hace falta ningún
‘dios’, que las religiones son un freno para el progreso o que nosotros mismos
somos ‘dios’...
—Pero, ¿de verdad hemos progresado mucho? ¡El siglo XX
tiene el récord de asesinatos y genocidios! ¿Y la pobreza escandalosa que
todavía hay en el siglo XXI? ¿Progreso? Somos bastante inútiles… Si, por lo
menos, fuéramos siervos de Dios…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario