Mártir, 16 de Abril
Martirologio Romano: En
Escocia, san Magno, mártir, que, siendo príncipe de las Islas Orcadas, abrazó
la fe cristiana y, encontrándose en dificultades con el rey de Noruega por
acusaciones que se le habían hecho, se presentó desarmado a su colega en el
gobierno para firmar la paz, siendo asesinado traicioneramente.
(1116).
Etimológicamente: Magno
= Aquel que tiene nobleza y moral; fuerza y potencia física, es de origen
latino.
Fecha de
canonización: 11 de junio
de 1898 por el Papa León XIII.
A través de su
abuela paterna Ingebjørg Finnsdatter, Magno se emparentaba con los reyes
noruegos Olaf el Santo y Harald Haardrade. Su padre, Erlend Torfinnson,
cogobernaba en las Orcadas junto a su hermano gemelo Pablo Torfinsson.
En 1098, el rey
Magnus III de Noruega se apoderó de las islas y depuso del gobierno a Erlend y
Pablo, mientras que designó como jarl a su hijo Sigurd. Dada la corta edad de
Sigurd, Haakon Pålsson -hijo de Pablo- se hizo del poder de facto, enfrentándose
a sus primos Magno y Erling, hijos de Erlend.
Magno, sin embargo,
estaría al servicio del rey Magnus III de Noruega, y tomó parte en una
expedición vikinga de éste sobre la costa occidental de Escocia, Inglaterra y
Gales. Cerca de la isla de Anglesey, en Gales, la expedición se topó con una
flota galesa, pero Magno, por sus fuertes convicciones cristianas, se negó a
entrar en batalla, y permaneció en cubierta cantando salmos.
Por esa actitud se
enfriaron las relaciones con el monarca noruego, y Magno tuvo que permanecer un
tiempo en Escocia, en la corte del devoto rey Edgar, con el que tenía cierto
grado de parentesco. La Saga de Magno (Magnnussagaen) habla también de un
período de penitencia en casa de un obispo galés y una temporada en Inglaterra.
En 1105 casó con una
joven noble, que según Guillermo de Worcester tenía por nombre Ingarth, y según
eso sería de linaje nórdico. Los esposos vivieron bajo votos de castidad, y
Magno no regresaría a las Orcadas mientras el rey Magnus III viviera.
A la muerte de
Magnus III, Magno Erlendsson decidió regresar a su tierra y reclamar su
herencia. Entonces su primo Haakon Pålson acababa de ser investido formalmente
como jarl de las islas, puesto que Sigurd había marchado a Noruega para ser
coronado rey.
Magno recibió el
apoyo de campesinos y de familias poderosas de las islas, pero Haakon se negó a
compartir el gobierno. Sin embargo, los nobles decidieron que el asunto fuese
resuelto por decisión de los dos reyes de Noruega, Sigurd y Øystein Magnusson.
Cuando Magno llegó a Noruega, el rey Sigurd se hallaba en peregrinación en
Jerusalén, y el rey Øystein apoyó a Magno, nombrándolo jarl de la mitad de las
Orcadas. Según las sagas, Magno se distinguió como un buen gobernante y devoto
cristiano.
Tras un breve período
de paz, comenzaron las hostilidades entre ambos bandos. Magno encontró el
rechazo de una parte de la clase guerrera que pretendía continuar con las
expediciones vikingas de saqueo por las Islas Británicas y que ante la negativa
de Magno se unió a Haakon.
Se estableció que el
lugar de las negociaciones de paz sería la isla de Egilsay, a donde llegarían
Haakon y Magno, cada uno con dos barcos en la semana santa de 1115, Magno llegó
a la isla con dos barcos, pero Haakon llegó con ocho. Ante la superioridad numérica,
Magno ordenó a sus hombres no presentar batalla. Al día siguiente,
Viernes Santo -16 de abril de 1115-, se encontraron Magno y Haakon. Magno fue
hecho prisionero. Según la tradición, pidió no ser asesinado, e hizo varias
propuestas para que Haakon no cargara con el peso de su muerte: peregrinar a
Roma o a Tierra Santa, ser exiliado a Escocia, o ser mutilado. La última
propuesta fue aceptada por Haakon, pero una asamblea de jefes guerreros decidió
que uno de los dos jarls debía morir. Uno de los hombres más cercanos a Haakon
se negó a matar a Magno, y la tarea sería cumplida por el cocinero, quien
decapitó al prisionero con un hacha. Haakon sepultó el cadáver de su primo en
el mismo lugar de su muerte, en un terreno pedregoso, donde según la leyenda hagiográfica
brotó un césped verde.
Por solicitud de la
madre de Magno, los restos fueron trasladados a la iglesia de Birsay, el lugar
donde ella vivía, en la isla Mainland. En ese tiempo se propagó el rumor de la
santidad de Magno, y se produjeron peregrinaciones a la iglesia desde distintos
lugares de las Orcadas, las Shetland y Escocia. Hubo varios testimonios de
milagros, y aunque el jarl había sido asesinado por motivos políticos,
popularmente se le elevó a santo y mártir cristiano.
Mientras Haakon vivió,
las peregrinaciones se realizaron en relativa clandestinidad y el obispo
Guillermo el viejo las calificó de actos de supersticiones, pero posteriormente
aceptó el culto e incluso participaría en el traslado de las reliquias a la
iglesia de San Olaf, en Kirkwall, en 1135.
Con el
reconocimiento de la santidad de Magno por la Iglesia, Ragnvald Kalle Kollson,
su sobrino, reclamó para sí la parte de las Orcadas perteneciente a Magno, y
comenzó la construcción de una gran catedral en Kirkwall que albergase las
reliquias, la Catedral de San Magno.
Se eligió el día 16
de abril, fecha de su muerte, como su festividad. Aunque su santidad fue
aceptada por la Iglesia Católica desde poco después de su muerte, el proceso de
canonización no se llevaría a cabo sino hasta el 11 de julio de 1898, por el
papa León XIII: Así se convirtió Magno en el único santo noruego en ser
canonizado.
La vida de Magno es
relatada por dos sagas islandesas y por la saga Orkneyinga (Saga de los jarls
de las Orcadas), además de que existen devocionarios en gaélico y latín.
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