viernes, 1 de mayo de 2020

Errores que cometemos al correr

Si te gusta hacer ejercicio que puedes hacer en cualquier lugar, o la emoción de competir en una carrera de 5 km, o simplemente sabes que ningún otro ejercicio tonifica tus abdominales y glúteos con la misma eficacia que correr, no estás solo. Casi el 10% de los estadounidenses mencionan que correr es su método preferido de ejercicio, y considerando los beneficios inherentes de todo el cuerpo, no es de extrañar que esos números continúen aumentando.
Sin embargo, hay un pequeño problema. El hecho de que pienses que sabes cómo hacerlo no significa que lo estés haciendo correctamente o de manera efectiva. Ya sea que estés haciendo algo incorrectamente de antemano, cometiendo errores con tu equipo deportivo o no estés respirando adecuadamente, hay varias maneras en las que puedes estropear este ejercicio. A continuación hay 8 cosas que por lo general todos hacemos mal mientras corremos.
1. Elegir los zapatos deportivos equivocados
Al usar los zapatos equivocados, te estás saboteando a ti mismo incluso antes de haber salido por la puerta. La elección de los zapatos deportivos incorrectos no solo hace que sea mucho más difícil correr cómodamente durante un largo período de tiempo, sino que también puede hacerte más propenso a las lesiones.
Glenn Dickstein, fundador y CEO de Neighborhood Trainers, dice que “elegir el calzado adecuado es crucial. Es importante conocer tus pies. ¿Tu pisada es de pronador o de supinador? ¿De arco alto o arco bajo? Dependiendo de tu tipo de pie, sabrás si necesitas un calzado con más amortiguación o más estabilidad. Elegir los zapatos incorrectos puede provocar dolor, lesiones y, luego, no correr”. Es mejor si vas a una tienda especializada en calzado deportivo o de atletismo, donde hacen análisis de pies. Con su ayuda, puedes elegir los mejores zapatos deportivos para ti, dependiendo de la forma, el tamaño, el paso y el peso corporal de tu pie.
2. Atar tus cordones demasiado apretados
Si bien los zapatos ajustados pueden hacerte más susceptible a las lesiones, apretarlos demasiado puede ser igual de malo. Los zapatos que están demasiado apretados pueden ejercer presión sobre los huesos de tu pie, lo que te obliga a adoptar una marcha desigual, al tiempo que también limita tu circulación.
3. Descuidar tu calentamiento
Si bien puedes estar ansioso por correr inmediatamente en el pavimento al salir, descuidar tu calentamiento puede tener algunas consecuencias graves. Para ayudar a disminuir el riesgo de lesiones en el futuro, asegúrate de estirar antes de comenzar a correr y relajar las cosas a un ritmo gradual. “Si no te tomas un par de minutos para estirarte o calentar antes de una carrera, estás aumentando tus posibilidades de lesionarse”, dice Hoop.
4. No respirar adecuadamente
La respiración es algo natural para todos nosotros, pero eso no significa necesariamente que sepas cómo respirar para facilitar tu carrera. Esto podría hacer que te quedes sin aliento y te rindas. Dennis Hoop, experto en acondicionamiento físico y médico, dice que “la respiración es la esencia de todo movimiento. Sin una respiración adecuada, no obtendrás suficiente oxígeno para tus células y te fatigaras muy rápidamente. Encuentra un patrón de respiración que te resulte cómodo y que puedas mantener la consistencia durante toda tu carrera, sin ningún esfuerzo. Cuando corres, haces dos inhalaciones cortas y una exhalación larga.
5. No ser consciente
Aunque muchas personas asocian la atención plena con actividades más meditativas, también es esencial para una carrera efectiva. “Cuando estás atento, notarás cuando tu cuerpo te envía señales, si te sientes bien y con energía, o si te estás quedando sin aliento y realmente estás luchando”, dice Hoop. Si no eres consciente de cómo se siente tu cuerpo cuando corres, puedes lastimarte al presionar demasiado tus articulaciones.
6. Comenzar a correr sin hidratarte
Un poco de agua puede recorrer un largo camino cuando se trata de convertirte en un mejor corredor. Sin embargo, lo que ayuda no es solo beber durante la carrera: la clave para una mejor carrera es asegurarte de que estés adecuadamente hidratado antes de comenzar. Varios estudios han demostrado que una pérdida del 5% del agua corporal inhibe tu rendimiento en un 30%. Por lo tanto, asegúrate de beber mucha agua alrededor de tu tiempo de entrenamiento (antes, durante y después). Como regla general, debes reemplazar cada 30 ml de líquido corporal perdido con 60 ml de líquidos.
7. No controlar tu ritmo cardíaco
Realizas un seguimiento de muchas métricas cuando se trata de tus hábitos de carrera, entonces, ¿por qué no estás monitoreando tu corazón?
Tu frecuencia cardíaca es un excelente monitor y herramienta para regular la intensidad de tu carrera, así como para mostrar el progreso de tu nivel de condición física. Imagina que estás corriendo a un ritmo de 12 km por hora, con una frecuencia cardíaca de 140, y seis meses después, tienes una frecuencia cardíaca constante de 120, al mismo ritmo, que muestra un gran progreso. Así que cómprate un buen monitor de frecuencia cardíaca y aprovecha la información que obtienes de él.
8. Comer los alimentos equivocados
Comer los alimentos equivocados puede causar estragos en nuestros niveles de energía e incluso puede hacernos más propensos a sufrir calambres mientras hacemos ejercicio. Media hora antes de salir a correr, come un refrigerio que incluya proteínas y un carbohidrato complejo como tostadas de trigo integral y mantequilla de maní. Verás una diferencia en tus niveles de energía de cuando corriste con el estómago vacío. JQ

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