Existe un documento, la «Passio» de Irenarco y sus compañeros, mártires de Sebaste, redactada en los términos convencionales de estas pasiones, pero lo suficientemente antiguo como para no dejar duda que se nutre de un culto a san Irenarco preexistente, que no fue creado por la leyenda narrada allí, sino que más bien ésta fue redactada -como ocurrió siempre- cuando se perdió la memoria concreta de los hechos del mártir. Ese escrito menciona todo un grupo de mártires, no sólo a san Irenarco, compuesto de siete mujeres, un sacerdote, Acasio, y dos niños, hijos de una de ellas; según este relato, Irenarco era el soldado que las custodiaba por orden del Gobernador Máximo, y que, viendo la constancia de las mujeres, se convierte a la fe cristiana y es bautizado por Acasio en el mismo lago en el que Máximo lo hace sumergir para ahogarlo. Luego de una serie de intentos fallidos de matarlo, de los que sale invariablemente ileso, finalmente es decapitado, y su cuerpo es abandonado al borde del lago, de donde recoge los restos (de él y de sus compañeros de martirio) una cristiana piadosa de nombre Elisea.
Aunque los detalles de la Passio sean -como ya se ha dicho- convencionales, muestran suficientes indicios de la antigüedad del culto al santo -que es un signo indirecto de la existencia histórica del personaje-, que es lo que verdaderamente se establece para mantener o no una conmemoración en el Martirologio Romano. La historia de las siete mujeres, en cambio, tiene todas las trazas de ser legendaria, y no está acompañada de testimonios paralelos de culto antiguo, por lo que, como puede verse, en el Martirologio Romano, aunque figuran como motivo de la conversión de san Irenarco, no aparecen como conmemoradas.
San Irenarco es mencionado en Sinaxarios (santorales) bizantinos, que lo colocan el 28 de noviembre. Antiguos leccionarios georgianos lo mencionan también en esa fecha o cercana (entre el 26 y el 29 del mes). En Occidente, la memoria de san Irenarco se encuentra por primera vez en el Martirologio del P. Galesini (1580), asignada al 27 de noviembre, y asociada al martirio de Acasio y las siete mujeres. La edición anterior del Martirologio Romano (que depende mucho de los datos del de Galesini) lo introduce también el 27 de noviembre, con el mismo grupo, aunque en la noticia explicativa más bien se inclina por la versión de un sinaxario. Finalmente el Martirologio actual ha retrotraído las referencias al culto que con certeza puede atestiguarse como verdaderamente antiguo, el del propio san Irenarco, aunque conservando -como ya he mencionado, la referencia indirecta a la mencionada Passio en el elogio del santo.
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