Presbítero y mártir, 02 de
Diciembre
Elogio: También en Roma, en el cementerio de Ponciano, en
la vía Portuense, san Pimenio, presbítero y mártir.
La tradición
ha asociado el nombre de Juan, el sacerdote que rescató el cuerpo de santa
Bibiana (ver hoy mismo) con el de san Pimenio, quien fue tutor de Juliano el
Apóstata antes de que éste abandonase la Iglesia. Cuando Juliano empezó a
perseguir a los cristianos, Pimenio huyó a Persia. Más tarde, volvió a Roma y
encontró en la calle al emperador. Este exclamó al verle: «¡Gloria sea dada a
mis dioses y diosas por veros de nuevo!» El santo replicó: «¡Gloria sea dada a
mi Señor Jesucristo, el nazareno que fue crucificado, porque no os he visto en
mucho tiempo!» Juliano mandó que le arrojasen al punto al Tíber. Como lo ha
demostrado Delehaye, esta leyenda procede de fábulas hagiográficas ligeramente
más antiguas, en particular, que las relacionadas con la vida de los santos
Juan y Pablo. Por otra parte, no es imposible que el nombre de Pimenio se
derive de la palabra griega «poimén», que significa pastor; en ese caso, se
trataría de la leyenda de «san Pastor». Lo cierto es que con él ha quedado
representado un mártir romano realmente venerado desde antiguo, de los siglos
III o IV, cuya tumba se halla en el cementerio de Ponciano.
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