La aparición en
el Reino Unido de una nueva cepa del coronavirus, mucho más contagiosa que las
otras, preocupa a los epidemiólogos, obligó al reconfinamiento de Londres y el
sureste de Inglaterra y llevó a varios países a suspender sus vuelos
procedentes del territorio británico el domingo 20/12. Argentina también
suspendió los servicios entre ambos países.
El consejero
científico del gobierno británico, Patrick Vallance, explicó que esta variante
del SARS-CoV-2, además de propagarse rápidamente, se está convirtiendo en la
forma 'dominante', lo que conllevó 'una subida muy fuerte' de los ingresos
hospitalarios en diciembre. La nueva cepa habría aparecido a mediados de
septiembre en Londres o en Kent (sureste), según él.
«El grupo
consultivo sobre amenazas nuevas y emergentes de virus respiratorios (NERVTAG)
considera que esta nueva cepa puede propagarse más rápidamente», declaró el
médico-jefe de Inglaterra, Chris Whitty, en un comunicado. Esta idea se basa en la constatación de «un
aumento muy fuerte de casos de contagio y de hospitalizaciones en Londres y en
el sureste, respecto al resto de Inglaterra, en los últimos días», señaló el
profesor de Medicina Paul Hunter, de la Universidad de East-Anglia, citado en
la página web de Science Media Centre. «Este aumento parece estar causado por la nueva cepa», agregó, en
alusión a las informaciones aportadas por las autoridades sanitarias. Sin embargo, «nada indica, de momento, que esta nueva
cepa cause una tasa de mortalidad más alta o que afecte a las vacunas y los
tratamientos, pero se están realizando trabajos de forma urgente para confirmar
eso», agregó Chris Whitty.
Epidemiólogos
preocupados
«La información
sobre esta nueva cepa es muy preocupante», afirmó el profesor Peter Openshaw,
inmunólogo del Imperial College de Londres, citado por Science Media Centre. Sobre todo, porque «parece ser entre un 40% y un 70% más transmisible».
«Es una muy mala
noticia», apuntó el profesor John Edmunds, de la London School of Hygiene &
Tropical Medicine. «Parece que este virus es mucho más infeccioso que la cepa
precedente».
En su página de
Facebook, el genetista francés Axel Kahn recordó que, hasta ahora, «se han
secuenciado 300.000 mutantes del SARS-CoV-2 en el mundo». La nueva cepa
incorpora una mutación, llamada 'N5017', en la proteína de la 'espícula' del
coronavirus, que le permite engancharse a las células humanas para penetrarlas.
Según el Dr.
Julian Tang, de la Universidad de Leicester, «esta mutación N501Y ya circulaba
mucho antes, de forma esporádica, este año fuera del Reino Unido, en Australia
en junio-julio, en Estados Unidos en julio y en Brasil en abril».
«Los coronavirus
mutan todo el tiempo, así que no es sorprendente que emerjan nuevas variantes
del SARS-CoV-2», recordó el profesor Julian Hiscox, de la Universidad de
Liverpool. «Lo más importante es intentar saber si esa variante tiene
propiedades que tienen un impacto en la salud de los humanos, los diagnósticos
y las vacunas».
«Cuantos más
virus haya y, por ende, más personas afectadas, más mutaciones aleatorias habrá
que sean ventajosas para el virus», agregó Axel Kahn.
¿Las
vacunas aprobadas serán efectivas para esta mutación?
Esta es la gran
duda y la respuesta es aún incierta. Ewan Birney, subdirector general del Laboratorio
Europeo de Biología Molecular y codirector de su Instituto Europeo de
Bioinformática en Cambridge, aseguró a The Guardian que las vacunas han sido probadas con muchas variantes
del virus en circulación, «por lo tanto, hay razones para pensar que las
vacunas aún funcionarán contra esta nueva cepa, aunque obviamente eso debe ser
probado a fondo».
La mayoría de
las vacunas contra el coronavirus apuntan a la proteína conocida como 'de
espiga' o 'de pico' que el virus usa para adherirse a las células humanas. Las
vacunas preparan al cuerpo para poder detectar la proteína de punta para que el
sistema inmunológico pueda detectar el virus. Sin embargo, si la proteína de
pico muta, el cuerpo podría no reconocer el virus y las vacunas pueden resultar
ineficaces.
El profesor
Calum Semple, de la Universidad de Liverpool, explicó a The Telegraph que
«algunas de las mutaciones están ocurriendo en la llave que el virus usa para
desbloquear las células. Y esto lo vemos con la gripe cada año y por eso la
vacuna contra la gripe tiene que cambiar año tras año». Añadió: «Yo esperaría que la vacuna aún
fuera razonablemente efectiva porque actualmente es efectiva en un 95%. Incluso
si bajamos algunos puntos porcentuales, seguirá siendo lo suficientemente
buena, y mucho mejor que muchas otras vacunas en el mercado». El especialista, sumó optimismo: «La buena noticia es
que las nuevas vacunas son esencialmente como los correos electrónicos que enviamos
al sistema inmunológico, y son muy fáciles de ajustar. Así que si sabemos que
ha cambiado muy ligeramente, sólo tenemos que editar ese correo electrónico,
cambiar una o dos palabras y entonces la vacuna que estará lista en 6 u 8
semanas después de eso, será competente y mejor dirigida a la nueva cepa».
Por su parte,
expertos europeos indicaron que las vacunas son efectivas contra la cepa mutada
detectada en Reino Unido. «Por todo lo que sabemos hasta el momento, y tras las
discusiones que han tenido lugar entre expertos de las autoridades europeas, la
nueva variante del virus no tiene ningún impacto en las vacunas y que siguen
siendo igual de eficaces», dijo el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, a la
cadena televisiva pública ZDF. «Serían muy buenas noticias», añadió el
ministro, cuyo país ocupa actualmente la presidencia rotatoria de la Unión
Europea.
Los expertos de
la Unión Europea, junto con representantes de la autoridad alemana de
vigilancia sanitaria (RKI) analizaron el tema el domingo 20/12, explicó a
la AFP una fuente del ministerio alemán de Salud. BP
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