La chusma hubiese acabado ahí mismo con los mártires, si el gobernador no la hubiese contenido para someterlos a la tortura. Los tres sufrieron con gran alegría. A los gritos de la multitud, que los exhortaba a obedecer y ofrecer sacrificios para salvarse, respondieron: «Somos cristianos, y preferiríamos morir mil veces». Finalmente, el gobernador se dio por vencido y los condenó a morir por la espada. Los mártires se dirigieron gozosos al sitio de la ejecución, pidiendo a Dios que se mostrase misericordioso con ellos y con toda la humanidad y que disipase las tinieblas de la idolatría entre sus compatriotas. La multitud se dispersó después de la ejecución. Los cristianos sepultaron a los mártires, cuyas reliquias fueron trasladadas más tarde a Roma. Los Padres del Concilio de Creta (458) afirmaron en una carta al emperador León I que la isla de Creta se había preservado hasta entonces de la herejía, gracias a la intercesión de estos mártires. La población en la que tuvo lugar la ejecución se llama actualmente «Hagiogi Deka» (Diez Santos); se conserva una dala rota, en la que hay diez depresiones, que, según la tradición, señalan el sitio en el que se arrodillaron los mártires para recibir el golpe fatal.
Compartir, ayudar y motivar son las prioridades de este blog, tratando de iluminar el camino de nuestros semejantes con nuestra pequeña luz interior, basados en tres pilares fundamentales: "Respeto, Humildad y Honestidad"
martes, 22 de diciembre de 2020
Teódulo y nueve compañeros de Creta, Santos
Mártires, 23 de
Diciembre
Elogio: En Gortina, de
la isla de Creta, diez santos mártires, los cuales, durante la persecución bajo
el emperador Decio, negándose a sacrificar públicamente en la dedicación del templo
de la diosa Fortuna, sufrieron tormentos y fueron finalmente decapitados.
En cuanto se
publicó el edicto de Decio contra los cristianos, un cruel gobernador de la
isla de Creta inició la persecución. Las víctimas más distinguidas fueron los
Diez Mártires de Creta: Teódulo, Saturnino, Euporo, Gelasio, Euniciano, Zótico,
Cleomenes, Agatopo, Basílides y Evaristo. Los tres primeros eran originarios de
Gortina, la capital. Los jueces les ordenaron que ofreciesen sacrificios a
Júpiter, pues ese día se celebraba una fiesta en su honor. Ellos replicaron que
jamás ofrecerían sacrificios a un ídolo. El presidente dijo: «Vais a ver lo que
es el poder de los dioses, vosotros, que despreciáis a esta gran asamblea en la
que se rinde culto a los omnipotentes Júpiter, Juno, Rea y otras divinidades».
Los mártires respondieron que conocían perfectamente la leyenda de la vida de
Júpiter, y que seguramente quienes lo consideraban como una divinidad debían
tener por virtud el imitar sus vicios.
Etiquetas:
Santoral
Ubicación: La Pampa, Argentina
La Pampa, Argentina
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