· Deshidratación. Aunque muchas personas no son conscientes de esto, la fiebre puede deshidratar el cuerpo, lo que, en parte, es la razón por la que tu médico siempre le insistirá en que bebas mucha agua cuando tienes la gripe acompañada de fiebre alta. Por lo tanto, la boca seca y la sed pueden indicar fiebre. A veces, cuando la deshidratación es bastante extrema, las personas pueden incluso experimentar confusión mental cuando tienen fiebre. Este síntoma está estrechamente relacionado con el siguiente síntoma que discutimos.
· Transpiración. Es probable que conozcas el fenómeno de los sudores nocturnos, que suelen experimentar las personas con infecciones respiratorias. Si bien sudar por la noche es una característica de la gripe, la bronquitis y la neumonía, una fiebre alta de cualquier causa puede hacer que sude excesivamente. Esto se debe a que el sudor es la forma en que nuestro cuerpo trata de enfriarse naturalmente cuando tenemos fiebre, pero si no bebes lo suficiente, podría provocar deshidratación. Como señaló la Dra. Jordana Haber al Insider, “Con fiebre alta, podemos perder una cantidad significativa de líquido a través del sudor”.
· Escalofríos. Uno de los síntomas más comunes de la fiebre son escalofríos en todo el cuerpo. De hecho, para muchas personas, los escalofríos son la forma más segura de determinar que tienen fiebre. Los escalofríos son especialmente comunes al inicio de una enfermedad cuando el cuerpo está tratando de elevar su temperatura para matar los gérmenes.
· Mejillas rojas. El enrojecimiento de la cara y el cuerpo, especialmente el área del pecho, es otro síntoma común de fiebre. Este proceso ocurre cuando los vasos sanguíneos se dilatan para aumentar el flujo sanguíneo a las diversas partes del cuerpo y permitir que las células inmunes que combaten las infecciones lleguen y maten a los patógenos más rápidamente. Incluso puede sentir que le arden las mejillas y la frente.
· Dolores musculares y debilidad. Los dolores musculares que no son causados por la actividad física pueden indicar una gran cantidad de condiciones de salud diferentes, pero las infecciones son probablemente las más comunes. Además del dolor en los músculos y las articulaciones, también puedes experimentar debilidad y dolor de cabeza. Estos dolores y molestias son un efecto secundario de la respuesta inmune activa a un patógeno. Cuando nuestro cuerpo detecta un virus, ya sea la gripe o cualquier bacteria, virus u otro patógeno, comienza a liberar compuestos llamados citocinas para alertar al sistema inmunológico de los intrusos. Estas proteínas inflamatorias, aunque beneficiosas, también tienen el efecto secundario de descomponer los tejidos musculares, lo que provoca dolores musculares y fatiga.
Cuándo preocuparse
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