La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología
Médica (ANMAT) aprobó el primer test rápido serológico creado por científicos
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el
Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI,
CONICET, La Plata) que permite saber en 5 minutos, mediante una gota de sangre,
si una persona está o estuvo infectada con el nuevo coronavirus. En el marco de
la actual pandemia y ante el aumento de casos, una de las acciones clave para
controlar la propagación del coronavirus es la realización de testeos.
Por primera vez, un producto médico desarrollado por el CONICET, a través
de su Gerencia de Vinculación Tecnológica, licenció una tecnología médica que
desarrolló. Será producido y comercializado por una cooperativa: Farmacoop
Limitada, que se conformó con los trabajadores despedidos del laboratorio Roux
Ocefa y que se encuentra comercializando alcohol en gel y barbijos. Para el
desarrollo del test, desde el Instituto Nacional de Tecnología Industrial
(INTI) se proveyó de un insumo clave, que se emplea en el proceso de obtención
de una proteína del coronavirus.
La herramienta de diagnóstico se creó con la finalidad de hallar
individuos infectados y trazar redes de contactos. Cuenta con características
similares a los conocidos test de embarazo, y posibilita obtener resultados en
apenas cinco minutos. El dispositivo se comercializaría con el nombre de
FarmaCov test.
«Estos test actualmente existen pero la mayoría son importados de
Oriente. El nuevo producto tiene un costo accesible que se calcula entre 5 y 7
dólares y permite ir siguiendo la infección de una manera activa, en lugar de
atacarlo de forma pasiva sólo centrado en pacientes con síntomas», sostiene
Sebastián Cavalitto, investigador principal del CONICET en el CINDEFI.
El nuevo test serológico rápido se suma a otros desarrollos del CONICET
como COVIDAR IgG e IgM, ampliando las posibilidades de realizar estudios
poblacionales a gran escala, mapeo y segregación de áreas, así como evaluar los
resultados de la aplicación de las vacunas. Podrá utilizarse -por ejemplo- en
plazas, colectivos y escuelas para separar rápidamente a los positivos, a
quienes luego se les podrá realizar un hisopado para aislar a los que están
cursando actualmente la enfermedad.
Desde el INTI, explicaron que desde el consorcio se contactaron con
ellos porque «necesitaban sustituir importaciones de un insumo conocido como
IPTG (Isopropil-β-D-1-tiogalactopiranósido), para inducir la producción de la
proteína N del coronavirus. Esta proteína se coloca en las tiras reactivas del
test y es clave porque al ponerse en contacto con la sangre de la persona testeada
permite detectar la presencia de anticuerpos -en caso de tenerlos indicaría que
el virus ingresó a su organismo-», detalló Laura Hermida, subgerente de
Industria y Servicios del INTI, quien integró el equipo de trabajo junto a
especialistas de los sectores de Química y Biotecnología. BP
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