¿Qué es bello o a qué se le denomina
belleza? La respuesta se encuentra
siempre de acuerdo con la época en la que se vive.
Belleza o bello es un concepto tan abstracto que es casi
imposible definirlo. Sin embargo, hoy día la belleza es un sacrificio donde se
está exponiendo la vida misma. Los mensajes de los medios de comunicación para
resaltar lo «que ellos clasifican como belleza» se han convertido en el
sacrificio y riesgo de la personalidad misma. Así como la ausencia de la
identidad y el pensamiento. Las imágenes de cuerpos «esculturales» de las
modelos, el color del cabello que provoca la vista, el look de moda, el ejercicio
exagerado, la venta de productos para adelgazar, los nuevos experimentos
químicos para la mujer, se han vuelto el ‘in en boga’. Y, a cambio de ello,
¿qué viene? La aparición de anorexia, bulimia, anemia y la propia muerte.
El mundo de la efigie se ha vuelto prolijo, y arrastra la
perdida de los valores por mantener una belleza que más tarde o más temprano
tenderá a desaparecer. El ser
humano no es solamente cuerpo escultural: es mente, corazón y alma. No se
necesita someterse a las operaciones que arriesgan lo único importante: la
vida.
Y ¿qué se hace para sostener la otra parte que conforma al
ser?, ¿quiénes fomentan el desarrollo humano? Nadie, porque esto no es negocio,
esto no vende, para ello no existen operaciones, ni pastillas de sentimientos y
emociones. Solo juegos que los lleven a la decadencia, a sacrificar el 70% de
composición humana por salvar el 30% de la imagen.
La imagen es borrosa y empañada cuando el corazón es frío y
el alma no reacciona, cuando la identidad no tiene camino fijo, cuando ésta
divaga tras lujos de colores, tras los cambios de piel, y se esconde en cuerpos
esqueléticos, retocados por el maquillaje.
¿Valdrá la pena sacrificar la vida por tener un rostro casi
perfecto, por tener la cintura más pequeña y decir que eso es belleza? No
seamos víctimas del negocio de la imagen, de algunos medios de comunicación que
transfieren semblantes de perfección, porque esto no existe.
La personalidad se vive como es, alimentándola de mente,
corazón y alma para proyectar la belleza. Una belleza exterior es la proyección
de una belleza interior y esto no requiere de sacrificios costosos sino
personales. MVD
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