lunes, 2 de agosto de 2021

Estudio de la OMS relaciona el consumo moderado de alcohol con un mayor riesgo de cáncer…

Un nuevo estudio del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la OMS, publicado en The Lancet Oncology, pone de manifiesto una asociación entre el consumo de alcohol y un riesgo sustancialmente mayor de desarrollar varias formas de cáncer, incluidos tumores de mama, colon y boca.
El aumento del riesgo es evidente incluso entre los bebedores leves o moderados (hasta 2 consumiciones al día), que representan 1 de cada 7 de todos los nuevos cánceres registrados en 2020 y más de 100.000 casos en todo el mundo. 
En Canadá, el consumo de alcohol se relacionó con 7.000 nuevos casos de cáncer en 2020, incluidos el 24% de los casos de cáncer de mama, el 20% de los de colon, el 15% de los de recto y el 13% de los de boca e hígado. 
Todo consumo de alcohol implica un riesgo -afirmó el coautor del estudio, Jürgen Rehm-. Y en el caso de los cánceres relacionados con el alcohol, todos los niveles de consumo se asocian a algún riesgo. Por ejemplo, cada vaso de vino de tamaño normal al día se asocia a un riesgo un 6% mayor de desarrollar cáncer de mama”. 
El consumo de alcohol provoca una carga sustancial de cáncer en todo el mundo -añadió Isabelle Soerjomataram, jefa Adjunta de la Subdivisión de Vigilancia del Cáncer del CIIC-. Sin embargo, a menudo se desconoce o se pasa por alto su impacto en los cánceres, lo que pone de relieve la necesidad de aplicar políticas e intervenciones eficaces para aumentar la concienciación pública sobre la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer, y disminuir el consumo general de alcohol para prevenir la carga de los cánceres atribuibles al alcohol”. 
Por su parte, Leslie Buckley, jefe de Adicciones del Centro de Adicciones y Salud Mental (CAMH), explicó que “en nuestra clínica estamos viendo a muchas personas que dicen haber aumentado el consumo de alcohol desde el inicio de la pandemia. Aunque esto puede estar relacionado con factores de estrés temporales, existe la posibilidad de que los nuevos hábitos se vuelvan más permanentes. Las consecuencias del consumo de alcohol suelen ser inicialmente daños sutiles que tardan en manifestarse, mientras que las consecuencias a largo plazo, como el cáncer, las enfermedades hepáticas y los trastornos por consumo de sustancias, pueden ser devastadoras”. 
El nuevo estudio de modelización se basó en datos sobre la exposición al alcohol de casi todos los países del mundo, tanto encuestas como cifras de ventas, que se combinaron con las últimas estimaciones de riesgo relativo de cáncer basadas en el nivel de consumo. 
El alcohol causa cáncer de numerosas maneras -señaló Kevin Shield, coautor del estudio-. El principal mecanismo por el que el alcohol causa cáncer es a través de la alteración de la reparación del ADN. Otras vías son el consumo crónico de alcohol, que provoca cirrosis hepática, y el alcohol, que provoca una desregulación de las hormonas sexuales, lo que conduce al cáncer de mama. El alcohol también aumenta el riesgo de cáncer de cabeza y cuello para los fumadores, ya que aumenta la absorción de los carcinógenos del tabaco”. 
Rehm afirmó que la investigación sobre la relación entre el consumo leve o moderado de alcohol y el cáncer es relativamente nueva y que las políticas públicas aún no reflejan el grado de riesgo de cáncer. “Como epidemiólogo, recomendaría aumentar los impuestos para reflejar plenamente la carga de enfermedad que supone el alcohol -apuntó-. Junto con la limitación de la disponibilidad física y la comercialización del alcohol, los controles de precios están reconocidos como medidas de alto impacto y rentables para reducir los daños relacionados con el alcohol”. Los gobiernos también pueden considerar la posibilidad de exigir a los fabricantes que incluyan información sobre los riesgos para la salud y la seguridad asociados al consumo de alcohol, incluido el riesgo de cáncer, en las etiquetas de las bebidas alcohólicas. BP

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