Los
resultados del estudio argentino realizado en ratones fueron prometedores. El
siguiente paso sería realizar ensayos clínicos para probar su seguridad y
eficacia.
En estudios
realizados en ratones, la inhibición de un blanco terapéutico previno la
replicación del parásito Trypanosoma cruzi y el desarrollo de anomalías
cardíacas que son características de la enfermedad de Chagas crónica.
«Nuestro trabajo
sienta bases para el desarrollo de un enfoque terapéutico más integral que,
además de impedir la replicación parasitaria, evite la aparición de daño en los
órganos que afecta», afirmó la bioquímica y doctora en Ciencias Químicas
Claudia Cristina Motrán, directora del Laboratorio Células Presentadoras de
Antígeno como Reguladoras de la Respuesta Inmune Innata y Adaptativa en el
Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (CIBICI) con sede
en la Ciudad de Córdoba y dependiente del CONICET.
En la actualidad,
el tratamiento de la enfermedad de Chagas se centra en la eliminación del
parásito con medicamentos altamente efectivos pero muy tóxicos (benznidazol y
nifurtimox), y que no tienen efecto sobre los problemas cardiovasculares. Cada
año, cerca de 12.000 muertes en áreas endémicas de Latinoamérica pueden ser
atribuidas a la cardiopatía crónica severa característica de esta condición.
Tal como publica
la revista ‘ACS Infectious Diseases’ , los investigadores de Córdoba se centraron
en un mecanismo celular denominado WNT formado por un grupo de genes cuya
actividad regula diferentes eventos tan importantes como el desarrollo, la
motilidad, la supervivencia y la proliferación celular.
En experimentos
con ratones, el grupo de Motrán y colegas demostraron que la inhibición
farmacológica de la secreción de proteínas Wnt (con una droga llamada IWP-L6)
es capaz de limitar la carga parasitaria y aumentar la sobrevida de ratones
infectados con una dosis letal de Trypanosoma cruzi. Pero también previene el
desarrollo de anomalías cardíacas características de la Enfermedad de Chagas.
Además de
funcionar como un método preventivo, la estrategia tiene un evidente efecto
terapéutico una vez desarrollada la enfermedad en los ratones, por lo que «la
vía de señalización Wnt podría ser un potencial blanco terapéutico», destacó
Motrán, también integrante del Departamento de Bioquímica Clínica de la
Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Para que la droga empleada en los estudios de laboratorio in vivo pueda
traducirse en una aplicación terapéutica, es necesario realizar ensayos
clínicos farmacológicos con el fin de analizar sus efectos terapéuticos,
identificar posibles reacciones adversas, estudiar su biotransformación y
también su excreción, puntualizó Motrán.
En la actualidad un fármaco con mecanismo de acción análogo al de la
droga empleada en el estudio cordobés se encuentra en las primeras fases de
ensayos clínicos para el tratamiento de algunos tipos de cáncer. «Si bien se
trata de una patología diferente, las primeras fases de estos ensayos
permitirían obtener datos sobre posibles efectos secundarios de este tipo de
compuestos y conocer diferentes formas de administración», afirmó la
investigadora. BP
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