¿Tu familia se queja de tus
ronquidos? ¿Te despiertas cansado, con la boca seca y dolor de garganta por la
mañana? No te avergüences si lo haces, casi la mitad de la población mundial
ronca ocasionalmente y una cuarta parte ronca regularmente, por lo que definitivamente
no está solo. Dicho esto, los ronquidos son más que una molestia menor, y los
ronquidos persistentes pueden incluso indicar una condición de salud subyacente
que debe abordarse. El ronquido es el sonido creado por una obstrucción en las
vías respiratorias. Y muchos factores, desde la congestión nasal hasta un
tabique nasal desviado, pueden crear esa obstrucción. Se enumeran 6 posibles
causas de los ronquidos y formas de abordarlas.
1. Apnea del sueño
El ronquido es el síntoma más
notorio de la apnea del sueño. Este trastorno del sueño común afecta
aproximadamente a una de cada veinte personas en el mundo (aproximadamente el
6% de la población). La mayoría de estas personas nunca son diagnosticadas ni
tratadas. Existen varios tipos de apnea del sueño, pero la apnea obstructiva
del sueño es la variedad más común. La afección ocurre cuando los músculos de
la garganta se relajan tanto que bloquean brevemente las vías respiratorias.
Jadeando por aire, la persona se despierta brevemente y luego se vuelve a
dormir. Estas interrupciones en la respiración pueden ocurrir varias veces cada
noche y afectar la calidad del sueño. Los tratamientos para la apnea del sueño
van desde cambios en el estilo de vida hasta usar una máquina especial mientras
duermes.
2. Un tabique nasal desviado
Los ronquidos pueden ser un signo
de otra condición de salud extremadamente común: un tabique nasal desviado. El
tabique nasal es el cartílago que divide la cavidad nasal en dos partes y
sostiene la estructura de la nariz. A menudo, el tabique nasal no es
completamente recto y, en este caso, divide el espacio dentro de la cavidad
nasal de manera desigual; esto se denomina tabique desviado. Este desnivel es
muy común. Más del 80% de la población mundial tiene un tabique desviado. Para
la mayoría, la afección es apenas visible y asintomática, pero también puede
ser bastante molesta y dolorosa para otras personas. Los síntomas incluyen
hemorragias nasales, dificultad para respirar y dolor facial, pero la estrechez
de una de las fosas nasales también puede hacer que tu respiración suene más
fuerte y que ronques. En casos leves, un aerosol nasal descongestionante ayuda
a reducir los síntomas, pero los casos más graves requieren cirugía para
restaurar el flujo de aire adecuado a través de la nariz.
3. Alcohol y tabaquismo
Roncar puede ser un efecto
secundario de beber demasiado alcohol antes de acostarte o de fumar. Beber
alcohol tiene un efecto relajante sobre los músculos de la garganta. Como
resultado, puedes experimentar algo similar a la apnea del sueño después de una
noche de consumo excesivo de alcohol y despertarte cansado o con la garganta
seca y con picazón. Esto puede ocurrir incluso si solo bebes ocasionalmente.
Fumar puede provocar ronquidos de una manera ligeramente diferente. El humo del
cigarrillo irrita los tejidos blandos de la cavidad nasal, la cavidad bucal y
la garganta, y los hincha un poco. La hinchazón estrecha las vías
respiratorias, lo que puede provocar una obstrucción parcial y ronquidos. “Fumar
también puede causar congestión de los conductos nasales, lo que obliga a la
persona a tener que esforzarse más para sacar el aire”, dijo la Dra. Indira
Gurubhagavatula, experta en sueño y profesora de la Universidad de Pensilvania.
Dejar estos dos hábitos dañinos tiene muchos beneficios y probablemente también
detendrá tu problema de ronquidos.
4. No dormir lo suficiente
La falta de sueño por sí sola
puede hacerte roncar también. Cuando no duermes lo suficiente una noche, tu
cuerpo intentará compensarlo produciendo más hormonas en tu cerebro que te
envíen a un estado de sueño profundo. El desafortunado efecto secundario del
sueño profundo es la relajación total de los músculos, incluidos los músculos
de la garganta que pueden bloquear las vías respiratorias y causar ronquidos.
Entonces, sí, puede convertirse en un círculo vicioso: la falta de sueño
provoca ronquidos y los ronquidos afectan tu sueño, que te privan del sueño,
etc. Pero una noche de sueño adecuado puede romper el ciclo.
5. Cierta posición para dormir
¿Eres de los que siempre duerme
boca arriba? Si es así, es posible que hayas encontrado la razón por la que roncas
por la noche. Cuando duermes boca arriba o con la cabeza inclinada hacia atrás,
la gravedad empuja los músculos de la garganta hacia abajo, lo que estrecha las
vías respiratorias y te hace roncar. Tu anatomía también juega un papel
importante, ya que esto es especialmente probable que suceda en aquellos que ya
tienen una garganta naturalmente estrecha, una lengua grande o aquellos con
exceso de peso. Asimismo, “si la pieza triangular de tejido que cuelga del
paladar blando (úvula) se alarga, el flujo de aire se puede obstruir y la
vibración aumenta”, según la Clínica Mayo. Cambiar tu posición para dormir
puede ayudar a prevenir los ronquidos en estos casos.
6. Congestión nasal
¿Sufres de alergias, sinusitis o
tal vez te has resfriado? Cuando sucede algo así, los tejidos blandos de la
nariz y la garganta pueden hincharse o la nariz puede bloquearse por completo.
Todo esto aumenta la probabilidad de roncar. El uso de medicamentos de venta
libre como aerosoles descongestionantes, pastillas para la garganta y
medicamentos para la alergia antes de irse a la cama te ayudarán a respirar
bien toda la noche y a lidiar con el problema de los ronquidos en un apuro.
¡Siéntete mejor y que pases una buena noche esta noche y todas las noches! JQR
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