La
incontinencia urinaria es la falta de control de la vejiga, que varía desde una
pequeña pérdida de orina al estornudar, toser o reírse hasta la incapacidad
total de controlarla. Es un problema que suele generar malestar y vergüenza,
sin embargo, con unos simples cambios en el estilo de vida, la dieta y la
atención médica, se pueden tratar sus síntomas.
Debido a que
el daño sufrido durante el parto vaginal es una causa importante de
incontinencia urinaria, esta afección es mucho más común en las mujeres.
Afecta, además, a más del 30% de las personas de 70 años. Entre los hombres,
las tasas aumentan a medida que cada vez más varones se someten a cirugías u
otros tratamientos de la glándula prostática.
El cuerpo
almacena la orina en la vejiga. Durante la micción, al orinar, los músculos en
la vejiga se contraen para hacer que la orina pase a un tubo llamado uretra. Al
mismo tiempo, los músculos alrededor de la uretra se relajan y dejan que la
orina salga del cuerpo. La incontinencia ocurre comúnmente si los músculos se
relajan sin previo aviso.
La
incontinencia urinaria puede afectar negativamente el bienestar físico y
emocional de las personas que la sufren. Por ejemplo, algunas mujeres tienden a
evitar las salidas porque les preocupa tener un accidente fuera de casa. Otros
problemas incluyen la disfunción sexual o la depresión.
Incontinencia por estrés
Si bien
pueden existir varios tipos, en general son dos las categorías principales de
incontinencia. Una de ellas es la incontinencia por estrés, que es la pérdida
de orina por tos, estornudos, sexo o ejercicios de impacto, como correr y
saltar. Esto está relacionado con los músculos dañados o débiles del piso
pélvico, y es común en mujeres más jóvenes que han dado a luz por vía vaginal.
Incontinencia de urgencia
La otra
categoría común es la incontinencia de urgencia, es una necesidad abrumadora
repentina e impredecible de orinar, con escapes de pequeñas a grandes
cantidades de orina. Esto a veces también va acompañado de la necesidad de
orinar con frecuencia, tanto de día como de noche. Es más común en mujeres que
tienen sobrepeso o diabetes u otros problemas neurológicos. Se cree que el
problema se debe a espasmos de la vejiga.
Incontinencia mixta
La forma más
común de incontinencia, llamada ‘mixta’, tiene características de ambas
categorías anteriores. Es importante que las mujeres que padecen esta afección
sepan que pueden contar con diversas soluciones. En el 70% de los casos, la
incontinencia se puede curar o mejorar significativamente. El tratamiento de la
incontinencia ha avanzado mucho a través de los años.
Para manejar
este problema es importante consultar a un profesional de la salud. Muchas
personas nunca le dicen a un médico que sufren de incontinencia, y eso lleva a
un sufrimiento prolongado y en gran parte innecesario. Existen factores
fácilmente identificables que pueden causar o empeorar la incontinencia:
ciertos medicamentos, diabetes no controlada, infecciones de la vejiga,
estreñimiento y cambios en la menopausia, son algunos. Tu médico de atención
primaria puede ayudar a identificar y tratar muchos de estos problemas.
Cómo tratarla
Es
importante que las mujeres sepan que los cambios en el estilo de vida, así como
las terapias físicas y conductuales son el método de tratamiento de primera
línea en casos de incontinencia urinaria, antes de optar por medicación o
alguna cirugía.
Líquidos
Presta
atención a la cantidad de líquido que ingieres. Limita las bebidas que irritan
la vejiga, como las bebidas con cafeína o ácidas (alcohol, café, té negro, té
verde, refrescos y sodas con ácido cítrico añadido). Disminuir la ingesta de
líquidos por la noche, especialmente el alcohol, también puede ayudar.
Sobrepeso y masa corporal
El sobrepeso
u obesidad es un factor de riesgo para la incontinencia urinaria, pero la
composición corporal también puede desempeñar un papel importante. Un estudio
publicado en el Journal of the American
Geriatrics Society señaló que las mujeres con sobrepeso que redujeron su
índice de masa corporal o su grasa corporal en un 5% tenían menos
probabilidades de experimentar incontinencia que las mujeres que no bajaron de
peso o perdieron grasa.
Ejercitación
Cuanto más
activa sea físicamente una mujer, es menos probable que sufra de incontinencia
urinaria. Esto puede estar relacionado con un mejor tono muscular en el núcleo
y el piso pélvico en aquellas mujeres que realizan ejercicios de forma regular.
Piso pélvico
Los
ejercicios de Kegel realmente pueden funcionar. No son difíciles, pero es
importante hacerlo correctamente. La terapia física del piso pélvico con un
proveedor capacitado puede ser de gran ayuda. Los terapeutas evaluarán la
anatomía, el control muscular y la fuerza, y luego podrán delinear un programa
de ejercicios guiados y personalizados.
Entrenamiento de la vejiga
Finalmente,
programar visitas al baño puede ayudar a las mujeres a ‘entrenar’ una vejiga
hiperactiva. A veces, el entrenamiento de la vejiga se realiza junto con la
fisioterapia del piso pélvico, así puede ser más exitoso. HD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario