El tratamiento eficaz del asma requiere el seguimiento rutinario de los síntomas y la medición del funcionamiento de los pulmones. Tomar un papel activo en el manejo de tu tratamiento del asma te ayudará a mantener un mejor control del asma a largo plazo, a prevenir ataques de asma y a evitar problemas a largo plazo.
Elabora un plan de acción para el asma por escrito con tu médico. Este plan escrito servirá como una guía de tratamiento del asma adaptada a tus necesidades específicas. Te ayudará a seguir estos tres pasos importantes y a mantener un buen registro de tu tratamiento del asma:
1. Haz un seguimiento de tus síntomas
Anota tus síntomas en un diario de asma todos los días. El registro de los síntomas puede ayudarte a reconocer cuándo necesitas hacer ajustes en el tratamiento de acuerdo con tu plan de acción para el asma. Usa tu diario de asma para anotar:
2. Registra si tus pulmones están funcionando bien
El médico puede solicitarte que registres periódicamente los resultados de los exámenes respiratorios (pruebas de la función pulmonar). Si tus pulmones no están funcionando tan bien como deberían, es posible que el asma no esté bajo control. Existen dos pruebas principales de la función pulmonar:
Flujo máximo. Este examen se realiza en casa con un simple dispositivo manual llamado medidor de flujo máximo. Una medición del flujo espiratorio máximo indica la rapidez con la que se puede expulsar el aire de los pulmones. Las lecturas de flujo espiratorio máximo a veces se miden como un porcentaje del nivel máximo en que funcionan tus pulmones. A esto se le llama el mejor flujo máximo personal.
Espirometría. Las pruebas de espirometría se pueden hacer en el consultorio del médico con una máquina llamada espirómetro. Algunas personas utilizan un espirómetro de mano para hacer mediciones en casa.
Las pruebas de espirometría miden cuánto aire pueden contener los pulmones y cuánto aire puedes exhalar en un segundo después de haber respirado profundamente. Esta medición se denomina volumen espiratorio forzado (VEF1). La medición del VEF1 se compara con el VEF1 típico para las personas que no tienen asma. Al igual que con la lectura de flujo espiratorio máximo, esta comparación a menudo se expresa como un porcentaje.
3. Ajusta el tratamiento de acuerdo con tu plan de acción para el asma
Cuando los pulmones no están funcionando tan bien como deberían, es posible que tengas que ajustar los medicamentos de acuerdo con el plan que crearon con tu médico con anticipación. El plan de acción escrito para el asma te permitirá saber exactamente cuándo y cómo hacer los ajustes.
Se utilizan dos tipos principales de medicamentos para tratar el asma:
Los medicamentos de control a largo plazo, como los corticoesteroides inhalados, son los medicamentos más importantes que se utilizan para mantener el asma bajo control. Estos medicamentos preventivos tratan la inflamación de las vías respiratorias que provoca los síntomas del asma. Usados diariamente, estos medicamentos pueden reducir o eliminar los brotes de asma.
Los inhaladores de alivio rápido contienen un medicamento de acción rápida como el albuterol. Estos medicamentos algunas veces se llaman inhaladores de rescate. Se utilizan según sea necesario para abrir rápidamente las vías respiratorias y facilitar la respiración. Saber cuándo usar estos medicamentos puede ayudar a prevenir un ataque inminente de asma.
Los medicamentos de control a largo plazo son la clave para mantener el asma bajo control y en la zona verde. Si usas frecuentemente un inhalador de alivio rápido para tratar los síntomas, no tienes el asma bajo control. Consulta a tu médico para hacer cambios en el tratamiento.
Asegúrate de saber cómo usar los medicamentos para el asma adecuadamente. Solo mantendrás el asma bajo control si los usas correctamente.
Trabaja con tu médico
Los síntomas y la gravedad del asma siempre están cambiando. Seguir tu plan te ayudará a evitar los ataques de asma y a minimizar los trastornos causados por los síntomas del asma.
Reúnete con tu médico regularmente para revisar tu tratamiento. Lleva contigo tu diario de asma y tu plan de acción para que puedas revisarlos con tu médico y hacer los cambios necesarios en tu plan de tratamiento.
Estas son algunas de las razones por las que podrías necesitar ajustar tus medicamentos:
Si todavía tienes síntomas molestos a pesar de que estás siguiendo tu plan, habla con tu médico sobre la posibilidad de aumentar o cambiar tus medicamentos.
Si tu asma está bien controlada, es posible que puedas reducir la cantidad de medicamentos que tomas.
Si tienes desencadenantes de alergias estacionales, tu medicamento para tratar el asma puede necesitar ser incrementado en ciertas épocas del año.
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