El cáncer cervical
es el crecimiento anormal de células en el cuello uterino de una mujer. El
cuello uterino es la parte más baja del útero (matriz). Conecta el útero y la
vagina. El cáncer cervical es casi siempre causado por el virus del papiloma
humano (VPH).
El cáncer cervical
se desarrolla lentamente. Los médicos a menudo pueden detectar y tratar el
problema antes de que se convierta en cáncer. Las mujeres deben hacerse
exámenes con regularidad para que sus médicos puedan detectar problemas a
tiempo.
SÍNTOMAS
En sus primeras
etapas, el cáncer cervical puede no tener ningún síntoma. Este es el caso de
muchos tipos de cáncer. Si no se detecta a tiempo, los síntomas pueden incluir:
- Sangrado vaginal inusual (no durante el ciclo
menstrual)
- Flujo vaginal anormal
- Dolor pélvico
- Dolor durante las relaciones sexuales
Estos síntomas
también pueden ser síntomas de una afección distinta del cáncer cervical. Si experimenta
cualquiera de estos síntomas, consulte a su médico de cabecera.
CAUSAS
Casi todos los
cánceres cervicales son causados por el VPH. Este es
un virus común de transmisión sexual que puede causar infecciones. Hay más de
100 tipos de VPH. Algunos tipos no causan ningún síntoma. Otros causan verrugas corporales
o verrugas genitales. Los tipos más agresivos pueden causar cáncer en mujeres y
hombres. El cáncer cervical es el tipo más común de cáncer causado por el
VPH.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de
cáncer cervical comienza a menudo con resultados anormales de una prueba de Papanicolau
de rutina (o frotis). Durante una prueba de Papanicolau, el médico raspa las
células del cuello del útero. La muestra se envía a un laboratorio y se analiza
con un microscopio. Los resultados anormales de la prueba de Papanicolau
podrían indicar que hay cambios en las células del cuello uterino.
Estos resultados podrían incluir:
Inflamación (irritación). Esto puede ser causado por
una infección del cuello uterino. Estas infecciones incluyen infecciones por
hongos, VPH, virus del herpes, o muchas otras infecciones.
Células anormales. Estos cambios se denominan
displasia cervical. Las células no son células cancerosas, pero pueden ser
precancerosas. Esto significa que eventualmente podrían convertirse en cáncer.
Signos más graves de cáncer. Estos cambios afectan a las
capas superiores del cuello uterino, pero no van más allá del cuello uterino.
Más avanzado. Estos cambios en las células se
extienden en los tejidos más allá del cuello uterino.
Si los resultados de
la prueba de Papanicolau son anormales, el médico puede hacer una repetición de
la prueba de Papanicolaou. También puede hacer una prueba de VPH cervical. Esta
prueba puede mostrar si usted tiene uno de los tipos de VPH que pueden causar
cáncer.
Luego, el médico
puede pedirle que se haga una colposcopia. Utilizará una lente de aumento para
observar más de cerca el cuello uterino. También puede tomar una muestra de
tejido (biopsia) para detectar el cáncer.
Las células del
cuello uterino pasan por muchos cambios antes de que se conviertan en cáncer.
Una prueba de Papanicolau puede mostrar si sus células están atravesando estos
cambios. Si se detecta y trata a tiempo, el cáncer cervical no es potencialmente
mortal. Por este motivo es importante que se haga la prueba de Papanicolau con
regularidad.
PREVENCIÓN
En muchos casos, el
cáncer cervical se puede prevenir. Las mejores maneras de hacer esto es evitar
contraer el VPH y realizarse pruebas de Papanicolau con regularidad.
Evite el VPH
Hay una vacuna
contra el VPH que puede proteger a los jóvenes contra el virus. La vacuna está
aprobada por la FDA para todos los niños y niñas entre los 9 y 26 años. Es más
eficaz cuando se recibe antes de haber estado expuesto al VPH. Recomiendan que
los niños y niñas de 11 o 12 años reciban la vacuna. Pero cualquier persona que
sea menor de 26 años debe recibir, incluso si ya ha tenido VPH.
Otras maneras de reducir su riesgo de
contraer VPH incluyen:
- Limite la cantidad de compañeros sexuales.
- No tenga relaciones sexuales con alguien que
ha tenido una gran cantidad de compañeros.
- Use condones cada vez que tenga relaciones
sexuales. (Recuerde que los condones no son 100% eficaces. El VPH se
transmite por contacto de piel con piel. Esto hace que los condones sean
menos fiables para la prevención.)
Realícese pruebas de Papanicolau con
regularidad
Todas las mujeres
deben hacerse la prueba de Papanicolau con regularidad. Esta prueba puede
detectar células anormales antes de que se conviertan en cáncer.
Ciertas cosas lo
ponen en mayor o menor riesgo para cáncer cervical. Su médico las tendrá en
cuenta al recomendar la frecuencia con que debe hacerse una prueba de
Papanicolau. La mayoría de las mujeres pueden seguir las siguientes pautas:
- Cada 3 años a partir de los 21 años y hasta
los 65 años.
- Dentro de los 3 años a partir del momento en
que empieza a tener relaciones sexuales si usted es menor de 21 años.
- Si tiene entre 30 y 65 años, es posible que
pueda combinar una prueba de Papanicolau con la prueba del VPH cada 5
años.
- Si usted es mayor de 65 años, pregunte a su
médico si todavía es necesario que se realice pruebas de Papanicolau
regulares.
En muchos casos, se
encuentran células precancerosas antes de que el cáncer se desarrolle. El
tratamiento de estas células es diferente al que se utiliza para las células
cancerosas invasoras.
Lesiones precancerosas
El tratamiento
dependerá de varios factores. Estos factores incluyen la gravedad, la edad, la salud
general, el deseo de quedar embarazada en el futuro, y la preferencia. Las
opciones incluyen la criocirugía (congelación), cauterización (quema) o cirugía
láser. Estos procedimientos destruyen las células anormales sin causar mucho
daño a los tejidos sanos cercanos.
Cáncer cervical invasivo
Esto significa que
el cáncer se ha diseminado desde la superficie del cuello uterino. Puede
extenderse a tejido más profundo dentro del cuello uterino o a otras partes del
cuerpo. Las opciones de tratamiento dependen del tamaño del tumor y hasta qué
punto el cáncer se ha diseminado. También pueden depender de sus planes
para tener hijos en el futuro. Los tratamientos más comunes incluyen:
Cirugía: el tejido canceroso se
elimina en una operación.
Radiación: los rayos de alta energía,
como los rayos X, reducen o destruyen las células cancerosas.
Quimioterapia: medicamentos potentes, en
forma de pastillas o inyecciones intravenosas, reducen o destruyen el
cáncer.
El tratamiento del
cáncer invasivo a menudo involucra a un equipo de especialistas. Este equipo
podría incluir a su médico de cabecera, un ginecólogo y un oncólogo
(especialista en cáncer). Todos trabajarán juntos para desarrollar el mejor
plan de tratamiento para usted.
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