miércoles, 28 de marzo de 2018

Cáncer Cervical: Qué es, síntomas, causas, diagnóstico, prevención y tratamiento

¿QUÉ ES?
El cáncer cervical es el crecimiento anormal de células en el cuello uterino de una mujer. El cuello uterino es la parte más baja del útero (matriz). Conecta el útero y la vagina. El cáncer cervical es casi siempre causado por el virus del papiloma humano (VPH). 
El cáncer cervical se desarrolla lentamente. Los médicos a menudo pueden detectar y tratar el problema antes de que se convierta en cáncer. Las mujeres deben hacerse exámenes con regularidad para que sus médicos puedan detectar problemas a tiempo. 

SÍNTOMAS
En sus primeras etapas, el cáncer cervical puede no tener ningún síntoma. Este es el caso de muchos tipos de cáncer. Si no se detecta a tiempo, los síntomas pueden incluir:
  • Sangrado vaginal inusual (no durante el ciclo menstrual)
  • Flujo vaginal anormal
  • Dolor pélvico
  • Dolor durante las relaciones sexuales
Estos síntomas también pueden ser síntomas de una afección distinta del cáncer cervical. Si experimenta cualquiera de estos síntomas, consulte a su médico de cabecera. 

CAUSAS
Casi todos los cánceres cervicales son causados ​​por el VPH. Este es un virus común de transmisión sexual que puede causar infecciones. Hay más de 100 tipos de VPH. Algunos tipos no causan ningún síntoma. Otros causan verrugas corporales o verrugas genitales. Los tipos más agresivos pueden causar cáncer en mujeres y hombres. El cáncer cervical es el tipo más común de cáncer causado por el VPH. 

DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de cáncer cervical comienza a menudo con resultados anormales de una prueba de Papanicolau de rutina (o frotis). Durante una prueba de Papanicolau, el médico raspa las células del cuello del útero. La muestra se envía a un laboratorio y se analiza con un microscopio. Los resultados anormales de la prueba de Papanicolau podrían indicar que hay cambios en las células del cuello uterino. 
Estos resultados podrían incluir: 
Inflamación (irritación). Esto puede ser causado por una infección del cuello uterino. Estas infecciones incluyen infecciones por hongos, VPH, virus del herpes, o muchas otras infecciones.
Células anormales. Estos cambios se denominan displasia cervical. Las células no son células cancerosas, pero pueden ser precancerosas. Esto significa que eventualmente podrían convertirse en cáncer.
Signos más graves de cáncer. Estos cambios afectan a las capas superiores del cuello uterino, pero no van más allá del cuello uterino.
Más avanzado. Estos cambios en las células se extienden en los tejidos más allá del cuello uterino. 
Si los resultados de la prueba de Papanicolau son anormales, el médico puede hacer una repetición de la prueba de Papanicolaou. También puede hacer una prueba de VPH cervical. Esta prueba puede mostrar si usted tiene uno de los tipos de VPH que pueden causar cáncer. 
Luego, el médico puede pedirle que se haga una colposcopia. Utilizará una lente de aumento para observar más de cerca el cuello uterino. También puede tomar una muestra de tejido (biopsia) para detectar el cáncer. 
Las células del cuello uterino pasan por muchos cambios antes de que se conviertan en cáncer. Una prueba de Papanicolau puede mostrar si sus células están atravesando estos cambios. Si se detecta y trata a tiempo, el cáncer cervical no es potencialmente mortal. Por este motivo es importante que se haga la prueba de Papanicolau con regularidad. 

PREVENCIÓN
En muchos casos, el cáncer cervical se puede prevenir. Las mejores maneras de hacer esto es evitar contraer el VPH y realizarse pruebas de Papanicolau con regularidad. 
Evite el VPH 
Hay una vacuna contra el VPH que puede proteger a los jóvenes contra el virus. La vacuna está aprobada por la FDA para todos los niños y niñas entre los 9 y 26 años. Es más eficaz cuando se recibe antes de haber estado expuesto al VPH. Recomiendan que los niños y niñas de 11 o 12 años reciban la vacuna. Pero cualquier persona que sea menor de 26 años debe recibir, incluso si ya ha tenido VPH. 
Otras maneras de reducir su riesgo de contraer VPH incluyen:
  • Limite la cantidad de compañeros sexuales.
  • No tenga relaciones sexuales con alguien que ha tenido una gran cantidad de compañeros.
  • Use condones cada vez que tenga relaciones sexuales. (Recuerde que los condones no son 100% eficaces. El VPH se transmite por contacto de piel con piel. Esto hace que los condones sean menos fiables para la prevención.)
Realícese pruebas de Papanicolau con regularidad 
Todas las mujeres deben hacerse la prueba de Papanicolau con regularidad. Esta prueba puede detectar células anormales antes de que se conviertan en cáncer. 
Ciertas cosas lo ponen en mayor o menor riesgo para cáncer cervical. Su médico las tendrá en cuenta al recomendar la frecuencia con que debe hacerse una prueba de Papanicolau. La mayoría de las mujeres pueden seguir las siguientes pautas:
  • Cada 3 años a partir de los 21 años y hasta los 65 años.
  • Dentro de los 3 años a partir del momento en que empieza a tener relaciones sexuales si usted es menor de 21 años.
  • Si tiene entre 30 y 65 años, es posible que pueda combinar una prueba de Papanicolau con la prueba del VPH cada 5 años.
  • Si usted es mayor de 65 años, pregunte a su médico si todavía es necesario que se realice pruebas de Papanicolau regulares.
 TRATAMIENTO
En muchos casos, se encuentran células precancerosas antes de que el cáncer se desarrolle. El tratamiento de estas células es diferente al que se utiliza para las células cancerosas invasoras. 
Lesiones precancerosas 
El tratamiento dependerá de varios factores. Estos factores incluyen la gravedad, la edad, la salud general, el deseo de quedar embarazada en el futuro, y la preferencia. Las opciones incluyen la criocirugía (congelación), cauterización (quema) o cirugía láser. Estos procedimientos destruyen las células anormales sin causar mucho daño a los tejidos sanos cercanos. 
Cáncer cervical invasivo 
Esto significa que el cáncer se ha diseminado desde la superficie del cuello uterino. Puede extenderse a tejido más profundo dentro del cuello uterino o a otras partes del cuerpo. Las opciones de tratamiento dependen del tamaño del tumor y hasta qué punto el cáncer se ha diseminado. También pueden depender de sus planes para tener hijos en el futuro. Los tratamientos más comunes incluyen: 
Cirugía: el tejido canceroso se elimina en una operación. 
Radiación: los rayos de alta energía, como los rayos X, reducen o destruyen las células cancerosas. 
Quimioterapia: medicamentos potentes, en forma de pastillas o inyecciones intravenosas, reducen o destruyen el cáncer. 
El tratamiento del cáncer invasivo a menudo involucra a un equipo de especialistas. Este equipo podría incluir a su médico de cabecera, un ginecólogo y un oncólogo (especialista en cáncer). Todos trabajarán juntos para desarrollar el mejor plan de tratamiento para usted.

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