¿QUÉ ES?
El síndrome de Down es un
trastorno genético que causa problemas físicos y discapacidad intelectual. Su
causa más común es la presencia de una copia adicional del cromosoma número 21.
Esta afección se conoce como Trisomía 21.
Cada persona que nace con
síndrome de Down es diferente. Algunos tienen problemas de salud. Estos podrían
incluir enfermedades del corazón, problemas de audición o problemas en los
intestinos. Muchos comienzan el tratamiento de los problemas médicos temprano y
viven una vida plena, sana y productiva.
SÍNTOMAS
Hay muchos signos y síntomas del
síndrome de Down. Algunas personas tienen síntomas diferentes de otras
personas. Algunos tienen problemas diferentes en diferentes momentos de sus
vidas. Muchas personas con síndrome de Down comparten una apariencia
distintiva.
Los signos físicos comunes incluyen:
- Ojos rasgados hacia arriba
- Rasgos faciales aplanados
- Lengua protuberante
- Cuello corto
- Cabeza, oídos y boca pequeños
- Manos anchas con dedos cortos
- Disminución del tono muscular
Debido a algunas de estas
características físicas, los niños con síndrome de Down a menudo se desarrollan
a un ritmo más lento. Esto incluye aprender a voltearse, sentarse, pararse y
caminar. Logran estos objetivos, pero les toma más tiempo. Los problemas
físicos en áreas tales como el corazón, el cerebro y el tracto gastrointestinal
pueden causar problemas de salud. Además de los signos físicos, las
personas con síndrome de Down a menudo tienen problemas de razonamiento y
aprendizaje.
Estos problemas incluyen:
- Periodo de atención corto
- Falta de criterio
- Comportamiento impulsivo
- Aprendizaje lento
- Retraso en el desarrollo del lenguaje y el
habla
Si bien este tipo de problemas
son comunes, rara vez son graves.
CAUSAS
El síndrome de Down es causado
por un problema durante la división celular. Esto da lugar a material genético
adicional. El material genético adicional ocasiona las características y
problemas del síndrome de Down.
Hay 3 tipos de síndrome de Down:
La trisomía 21. En esta forma, el problema en la división celular ocurre durante
el desarrollo del esperma o del óvulo. Esto le da al niño tres copias del
cromosoma 21 en lugar de las dos copias normales. Casi el 95 % de las personas
con síndrome de Down tienen Trisomía 21.
El síndrome de Down en mosaico. Algunas células tienen una copia adicional
del cromosoma 21, debido a una división celular anormal en el embrión. Esta
forma es rara. Solo el 1 % de los casos de síndrome de Down son en
mosaico.
El síndrome de Down por translocación. La translocación (o cambio) se produce antes
o durante la concepción cuando parte del cromosoma 21 se une a otro cromosoma.
Es la única forma de síndrome de Down que puede ser transmitida de padres a
hijos. Esto puede ocurrir incluso si el padre no muestra síntomas de síndrome
de Down.
Hay factores que aumentan el riesgo de tener un
hijo con síndrome de Down:
La edad materna avanzada. Cuanta más edad tiene la mujer, más edad tienen sus
óvulos. Los óvulos más viejos son más propensos a dividirse de manera anormal.
A los 35 años, el riesgo de tener un bebé con síndrome de Down es de 1 en 350.
A los 40 años, el riesgo es de 1 en 100. A los 45 años, el riesgo es de 1 en
30.
Tener ya un hijo con síndrome de Down. Si usted tiene un bebé con síndrome de Down,
tiene una probabilidad de 1 en 100 de tener otro.
Ser portador de una anomalía cromosómica. Tanto los hombres como las mujeres pueden ser
portadores de la anormalidad de translocación. Si usted es portador, corre el
riesgo de transmitirla a su hijo.
DIAGNÓSTICO
La detección de síndrome de Down
es una parte normal de la atención prenatal. Las opciones de detección
incluyen:
Un análisis de sangre y una
ecografía durante el primer trimestre. El examen de sangre busca marcadores de
anomalías que podrían indicar síndrome de Down. La ecografía observa la
“translucencia nucal”. Ésta detecta el líquido en la parte posterior del cuello
del feto. Esto podría indicar una anomalía, incluyendo el síndrome de
Down.
Un análisis de sangre en el
segundo trimestre. Esto se conoce como la “prueba triple” o “prueba cuádruple”.
También busca marcadores en la sangre de la madre.
Prueba integrada (combinada).
Este enfoque utiliza un análisis de sangre y una ecografía del primer trimestre
y un análisis de sangre del segundo trimestre. Da como resultado una
calificación del riesgo de síndrome de Down.
Ninguna de las pruebas de
detección puede diagnosticar el síndrome de Down. Solo indican que su riesgo de
tener un bebé con síndrome de Down es mayor. Algunas mujeres obtienen un
resultado positivo en la prueba pero tienen bebés completamente sanos.
La única manera de diagnosticar
el síndrome de Down antes del nacimiento es a través de pruebas de diagnóstico.
Esto implica la comprobación de los tejidos y líquidos en el útero para
detectar el cromosoma adicional. Esto puede hacerse a través de:
Muestreo de vellosidades
coriónicas (CVS, por sus siglas en inglés). Se toma una muestra de la placenta
durante las semanas 10 y 14 del embarazo.
Se toma una muestra del líquido
amniótico durante las semanas 14 a 18 del embarazo.
Muestreo percutáneo de sangre del cordón umbilical (PUBS, por sus siglas en inglés). Esto también se llama cordocentesis. Se toma una muestra de la sangre del cordón umbilical del feto durante la semana 18 a 22 del embarazo. Esta es la prueba más precisa.
Muestreo percutáneo de sangre del cordón umbilical (PUBS, por sus siglas en inglés). Esto también se llama cordocentesis. Se toma una muestra de la sangre del cordón umbilical del feto durante la semana 18 a 22 del embarazo. Esta es la prueba más precisa.
Hay un pequeño riesgo de que
estas pruebas puedan causar un aborto involuntario. Así pues, estas pruebas se
utilizan solo cuando hay una mayor probabilidad de que el bebé tenga un
problema genético. Esto podría suceder si la madre tiene 35 años o más o si ha
recibido un resultado de detección anormal.
Después del nacimiento, el
médico puede examinar la sangre del bebé para detectar el cromosoma adicional.
Esto se hace si el bebé tiene alguno de los signos físicos o defectos
congénitos del síndrome de Down.
¿Debería hacerme la prueba?
Esta decisión depende de cada
una. Algunas mujeres se sienten mejor si conocen su riesgo. Pueden prepararse
para la posibilidad de tener un bebé con síndrome de Down. El médico puede
ayudarle a entender sus riesgos y a considerar los pros y los contras de
hacerse la prueba.
¿Se puede prevenir o evitar el síndrome de Down?
No hay nada que pueda hacer para
prevenir o evitar que su hijo tenga síndrome de Down. Sin embargo, el riesgo es
menor si tiene hijos a una edad más temprana.
TRATAMIENTO
No hay un tratamiento estándar
para el síndrome de Down. El tratamiento de cada persona depende de su caso
individual. Esto incluye sus necesidades físicas e intelectuales, fortalezas y
limitaciones. Tener síndrome de Down hace que se tenga mayor riesgo de padecer
una serie de problemas de salud. Estos necesitan diferentes formas de
tratamiento. Los tratamientos pueden ser de una única vez (como la cirugía) o
permanentes (como una dieta especial).
El tratamiento podría comenzar
cuando el niño/a es un bebé. Esto podría suceder si el bebé nace con un
problema, como un defecto del corazón. Pueden examinarse otros problemas que
ocurren comúnmente con el síndrome de Down. Éstos incluyen hipotiroidismo,
pérdida de la audición, problemas de visión, trastornos sanguíneos y problemas
digestivos.
Es muy probable que el niño/a
trabaje con un equipo de profesionales de la salud. Este equipo estará formado
por médicos, especialistas y terapeutas. Ellos trabajarán juntos para darle el
tratamiento y la terapia que necesita. Esto le permitirá vivir una vida lo más
productiva posible. Estos tratamientos incluyen la intervención temprana, las
terapias y los dispositivos de asistencia.
Intervención temprana
La intervención temprana incluye
programas y recursos especializados. Estos se proporcionan a los bebés y niños
pequeños con síndrome de Down y a sus familias. Por lo general duran hasta que
el niño cumple los 3 años de edad. La investigación ha demostrado que la
intervención temprana mejora los resultados de estos niños a futuro.
Terapias
Hay una gran variedad de terapias que pueden ayudar a un niño con síndrome de Down.
Hay una gran variedad de terapias que pueden ayudar a un niño con síndrome de Down.
Estas son algunas:
Terapia física: ejercicios y actividades que aumentan la fuerza, mejoran la
postura y el equilibrio y desarrollan las habilidades motoras. Muchos niños con
síndrome de Down tienen un tono muscular bajo. La terapia física puede ser
particularmente útil para ellos.
Terapia del habla: los ayuda a comunicarse mejor y a mejorar sus
habilidades lingüísticas. Los niños con síndrome de Down a menudo hablan más
tarde que los otros niños. Esta terapia puede ayudarlos a desarrollar esas
habilidades.
Terapia ocupacional: ajusta las actividades cotidianas a las capacidades
del niño. Esta terapia enseña habilidades que su hijo utilizará todos los días.
Estas incluyen comer, vestirse y cuidar de sí mismos.
Terapia de comportamiento: ayuda a su hijo a lidiar con su afección. Con
ella suelen venir sentimientos y comportamientos complicados. Los niños con
síndrome de Down se sienten frustrados y pueden desarrollar comportamientos
compulsivos. Ellos son más propensos a tener Trastorno por Déficit de Atención
con Hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés) u otros problemas de salud
mental. La terapia con un profesional de salud mental puede ayudar.
Dispositivos de asistencia
Un dispositivo de asistencia es
cualquier herramienta, tecnología o pieza de equipo que ayuda al niño a funcionar
con mayor facilidad. Esto podría incluir algo tan simple como un lápiz
modificado que hace más fácil la escritura. O podría ser una computadora de
pantalla táctil especial que permita a su hijo comunicarse.
VIVIR CON SÍNDROME DE DOWN
Hay otros problemas de salud que
a menudo acompañan al síndrome de Down. Todas las personas con síndrome de Down
son diferentes. Se podría o no, tener o desarrollar cualquiera de estas otras
afecciones.
Tono muscular pobre. Esto hace que sea más difícil para ellos aprender
a darse vuelta, sentarse y caminar. La terapia física puede ayudar con estos
problemas.
Defectos del corazón. Aproximadamente la mitad de los bebés que tienen
síndrome de Down tienen también un problema cardíaco. Un examen por ultrasonido
del corazón de su bebé mostrará cualquier defecto. Puede ser necesario realizar
una cirugía para solucionar los problemas cardíacos asociados con el síndrome
de Down.
Problemas digestivos. Algunos bebés con síndrome de Down tienen
problemas para tragar. Otros pueden tener obstrucciones en los intestinos.
Puede ser necesaria una cirugía para solucionar estos problemas. Una vez que se
solucionan, por lo general no causan un daño posterior. Los niños son más
propensos a tener la enfermedad celíaca. Esto causa problemas intestinales
cuando comen gluten, una proteína presente en el trigo.
Problemas auditivos. Hasta el 75 % de los niños con síndrome de
Down tienen problemas de audición. Necesitan exámenes de audición regulares y
es posible que haya que corregir estos problemas.
Problemas de la vista. Algunos bebés tienen problemas oculares, como
cataratas (opacidad del cristalino) o estrabismo. Pueden necesitar lentes
correctivos o cirugía para solucionar estos problemas.
El síndrome de Down provoca
problemas con el sistema inmune que hace que sea más difícil combatir la
infección. Su hijo puede tener resfriados, infecciones de oído e infecciones de
los senos nasales con más frecuencia que otros niños. Es importante que los
niños con síndrome de Down reciban todas las vacunas recomendadas.
Trastornos de la sangre. Las personas con síndrome de Down son más
propensas a tener problemas en la sangre. Estos podrían incluir anemia
(deficiencia de hierro) y policitemia (altos niveles de células rojas en la
sangre). Los niños con síndrome de Down son más propensos a desarrollar
leucemia (cáncer de las células blancas de la sangre).
Envejecimiento prematuro. Los adultos con síndrome de Down pueden desarrollar
problemas de salud causados normalmente por el envejecimiento. Estos incluyen demencia, pérdida de memoria,
colesterol alto, diabetes, cataratas y menopausia temprana.
Dificultades de aprendizaje. Al nacer, no es posible decir qué tan
inteligente será un bebé con síndrome de Down. La inteligencia fluctúa desde
normal baja hasta aprendizaje muy lento.
Mantenga a su hijo físicamente
saludable. Proporcione terapia o tratamiento para sus impedimentos. Esto les
ayudará a ser más capaces de aprender. Con la terapia, muchos niños con
síndrome de Down crecen hasta tener un empleo y vivir independientemente. NIH
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