Atilano Cruz Alvarado, Santo
Sacerdote y
Mártir, 01 de julio
Martirologio Romano: En el Rancho de las Cruces, aldea de Guadalajara, en México, santos
Justino Orona y Atilano Cruz, presbíteros y mártires, que durante la
persecución desencadenada en ese país, por el Reino de Cristo juntos fueron
asesinados (1928).
Etimológicamente: Atilano
= Aquel que es cabeza de una estirpe, es de origen germánico.
Nació en Ahuetita de Abajo, perteneciente a la
parroquia de Teocaltiche, Jal. (Diócesis de Aguascalientes), el 5 de octubre de
1901.
Ministro de la parroquia de Cuquío, Jalisco. Se
ordenó sacerdote cuando esto se consideraba como el mayor crimen que podía
cometer un mexicano. Pero él, con una alegría que le desbordaba extendió sus
manos para que fueran consagradas bajo el cielo azul de una barranca
jalisciense donde se escondía el Arzobispo y el Seminario. Once meses después,
el pacífico y alegre sacerdote, mientras ejercía a salto de mata su ministerio,
fue llamado por su párroco el Sr. Cura Justino Orona.
Obediente se encaminó al rancho de Las Cruces,
lugar que sería su calvario. Poco antes había escrito: «Nuestro Señor
Jesucristo nos invita a que lo acompañemos en la pasión». Mientras dormía
llegaron las fuerzas militares y la autoridad civil. El padre Atilano, al oír
la descarga que cortó la vida de su párroco, se arrodilló en la cama y esperó
el momento de su sacrificio. Allí fue acribillado, dando testimonio de su
fidelidad a Cristo Sacerdote, la madrugada del 1° de julio de 1928.
Fue canonizado el 21 de mayo de 2000 junto a 24
compañeros mártires de México, por S.S. Juan Pablo II.
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