Todos sabemos lo que se supone que debemos hacer
después de ir al baño, pero más allá de eso, los científicos siguen
investigando y dando recomendaciones. Es que, no todo el mundo lo cumple. El último
estudio realizado halló que solo el 67% de las personas se lavan las manos antes
de abandonar el sanitario.
“No importa qué hagas en el baño, siempre debes
lavártelas”, aseguró el Dr. Donald W. Schaffner, profesor de ciencias
alimentarias en la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey (EEUU). Hay que tener
en cuenta que cada viaje que haces al baño implica entrar en el hábitat natural
de los gérmenes. Aunque esté limpio, pueden sobrevivir durante mucho tiempo. Aunque
no lo parezca, la higiene personal y cotidiana se introdujo bastante tarde. No
fue hasta el siglo XVIII cuando los médicos de la época vincularon la buena
higiene de las manos para reducir las tasas de infección, que por aquel
entonces, eran muy altas.
Por ejemplo, el pionero de los procedimientos
antisépticos, el histórico Dr. Ignaz Philipp Semmelweis médico húngaro de
origen alemán, percibió que cuando los médicos y estudiantes de medicina
manejaban cadáveres antes de tocar a los pacientes en las salas de maternidad,
las madres primerizas desarrollaban altas fiebres e, incluso, morían.
Generalmente, la enfermedad más común asociada a
esta práctica desatendida es la diarrea, la cual mata a cerca de 525.000 niños
menores de 5 años al año en todo el mundo. Las formas de contagio son el agua
contaminada, la ingesta de alimentos contaminados o podridos, así como de
persona a persona, “como resultado de una higiene deficiente”, advierte la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un mejor lavado de manos podría reducir las tasas
de mortalidad por diarrea a la mitad y salvar a más de un millón de vidas cada
año, según estiman los investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina
Tropical de Londres. En el caso de las enfermedades respiratorias, la cifra de
muertos se vería reducida en un 16%.
Todos entramos en contacto con sustancias
infecciosas o desagradables con regularidad, especialmente después de tocar
pomos de las puertas de los baños públicos o incluso la pantalla de nuestros
teléfonos móviles. Estas dos cosas tienen más probabilidad de estar más sucias
incluso que el asiento de un retrete limpio, que normalmente alberga solo 50
bacterias por pulgada. Por ello, lavarse las manos en cualquier momento del día
puede ayudar a detener la propagación de muchos tipos de bacterias, levaduras y
virus. “Lo mejor que puedes hacer es lavarte las manos cada vez que sientas que
pueden estar sucias”, afirmó el Dr. Schaffner. En otras palabras, cada vez que
veas un lavamanos, aprovecha la oportunidad y lávatelas.
Consejos
prácticos
“La temperatura da igual”, aseguró el Dr.
Schaffner. Los estudios realizados sobre el tema ven una diferencia, por lo que
si crees que al estar más caliente previene de más enfermedades, esto es falso.
“Tómate tiempo con el jabón”, recalcó. Si lo
remueves y extiendes durante cinco segundos, es suficiente, pero si lo haces
durante un total de 20 segundos, ya ninguna bacteria se resistirá. Es más, los
Centros para el Control de Enfermedades recomiendan tararear el “Cumpleaños
Feliz” al menos 2 veces.
Por último, sécate bien antes de salir de la
estancia. Este paso es clave porque unas manos mojadas transmiten más bacterias
que las secas. “Si todavía las tienes mojadas y tocas la puerta del baño, es
posible que la humedad ayude a transferir todas las bacterias”, concluyó el Dr.
Schaffner.
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