Un compuesto presente en el chocolate negro y en el
vino tinto podría ayudar a rejuvenecer las células, de acuerdo con un estudio
científico. Investigadores de las Universidades de Exeter y Brighton en Reino
Unido aplicaron compuestos llamados reversatrol analogues a las células en
cultivo.
Estos químicos se encuentran naturalmente en el
vino tinto, el chocolate negro, las uvas rojas y los arándanos. Una
investigación previa de la Universidad de Exeter expuso que una clase de genes
llamados factores de empalme se desactivan progresivamente a medida que
envejecemos. Pero el nuevo estudio descubre que la aplicación de estos
compuestos a las células provocaba que los factores de empalme se reactivaran.
A las pocas horas del tratamiento, las células más
viejas habían comenzado a dividirse y tenían telómeros más largos, que son el
tope de los cromosomas que se acortan a medida que envejecemos. Los
investigadores esperan que el avance permita conducir a terapias que ayuden a
las personas a envejecer mejor y sin muchos de los problemas degenerativos que
se encuentran a medida que envejecemos.
Una de las razones por las que nos volvemos más
susceptibles a las enfermedades a medida que envejecemos es que nuestros
tejidos acumulan células senescentes que están vivas, pero que no crecen ni
funcionan como deberían.
Los factores de empalme aseguran que los genes
funcionan como deberían, pero a medida que envejecemos comienzan a trabajar de
manera menos eficiente o no lo hacen en absoluto. Esto restringe la capacidad
de las células para responder a los desafíos de su entorno.
Las células senescentes, que se pueden encontrar en
la mayoría de los órganos de las personas mayores, también tienen menos
factores de empalme, explican los investigadores.
La profesora Lorna Harries, del Departamento de
Genética Molecular de la Universidad de Exeter, declara que “éste es un primer
paso para tratar de hacer que las personas vivan vidas normales, pero con salud
para toda la vida”.
“Nuestros datos sugieren que el uso de productos químicos
para volver a la clase principal de genes que se apagan a medida que
envejecemos podría proporcionar un medio para restaurar la función de las
células viejas”. Harries explica que la investigación demuestra que las células
se pueden tratar para recuperar algunas características de la juventud.
La investigadora asociada de la Universidad de
Exeter que llevó a cabo los experimentos, Eva Latorre, se sorprendió por la
extensión y rapidez de los cambios en las células. “Cuando vi algunas de las
células en el plato de cultivo rejuvenecer no pude creerlo. Estas viejas
células parecían células jóvenes. Fue como magia”, sostuvo. “Repetí los
experimentos varias veces y en cada caso las células se rejuvenecieron. Estoy
muy entusiasmada con las implicaciones y el potencial de esta investigación”,
reconoció Latorre. BP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario