Cada 28 de septiembre se conmemora
el Día Mundial de la Lucha contra la Rabia, fecha creada y coordinada por la Alianza Global para el Control de la
Rabia, para aumentar la concientización de la comunidad sobre la enfermedad y
su prevención.
La rabia es una enfermedad viral
que afecta al sistema nervioso de los mamíferos, incluyendo a los seres
humanos. En Argentina, los perros y los gatos son los principales transmisores
de rabia pero también pueden serlo algunos animales silvestres como los
murciélagos y los zorros. Las vacas y los caballos pueden contraer la rabia,
pero en general no agreden. La rabia es una enfermedad negligente y
endémica en 150 países y sus víctimas son niños en un 40%.
En Argentina continúa
siendo una amenaza
Entre 1996 y 2003 hubo una
reducción progresiva en el número de casos de rabia canina en el país; incluso,
en 1999 hubo cero casos. Sin embargo, en el 2003 ocurrió un repunte importante
con 128 infectados debido a un brote de rabia canina en la provincia de Jujuy.
Posteriormente, disminuyó a 29 en el 2004, 42 en el 2005 y a 10 en el 2006, de
acuerdo a la Secretaria de Salud de la Nación. Asimismo, entre 2010 y
2014, hubo 13 casos de rabia canina en las provincias de Salta, Jujuy, Chaco y
Formosa. En el resto del país se registran casos en otras especies como gatos,
murciélagos, diferentes animales silvestres y animales de producción (bovinos,
equinos).
Recientemente, en agosto de este
año, detectó en Tucumán un supuesto caso de rabia felina, por lo que sigue
siendo una amenaza debido a que la rabia no tiene cura y puede producir la
muerte si no se aplica el tratamiento a tiempo y si los animales no están
vacunados.
La rabia es prevenible
Como comunidad, somos todos
responsables de la prevención de la rabia. Por ley, perros y gatos deben ser
vacunados de forma obligatoria una vez al año, todos los años, desde que tienen
tres meses y durante toda su vida.
¿Cómo proceder si uno encuentra un murciélago o
sufre una mordedura de perro?
Si una persona encuentra un
murciélago, lo aconsejable es no tocarlo. Debe avisar al centro de zoonosis de
su municipio para que sea un técnico quien lo retire y lo envíe al laboratorio
para su análisis. Igualmente, en caso de sufrir una mordedura, se
recomienda lavar la herida con abundante agua y jabón, no colocar alcohol ni
otro desinfectante, y concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para
ser evaluado por un médico. Cuando esté indicado, se debe aplicar la vacuna
antirrábica humana lo más inmediatamente posible después de ocurrida la
exposición.
¿Cómo se diagnostica?
Es prácticamente imposible
detectar la rabia antes de la aparición de síntomas. Sin embargo, puede haber
sospechas si la persona o animal:
·
Estuvo expuesta a un animal
rabioso
·
Fue mordida o estuvo en contacto
con un animal que se sospecha, puede tener rabia
·
Manifiesta síntomas
Ocho datos que debes
saber sobre la rabia
1. ¿Qué es la rabia?
La rabia es una enfermedad viral
zoonótica que afecta tanto a animales domésticos como salvajes. Esencialmente,
esta enfermedad viral ataca el sistema nervioso central de los mamíferos,
inclusive el de los humanos. La rabia acaba siendo mortal en casi todos los
casos una vez que han aparecido los síntomas clínicos, tanto para humanos como
para animales
2. ¿Cuál es su impacto?
La Organización Mundial de la
Salud (OMS) describe a la rabia como una de las enfermedades infecciosas más
letales. La rabia mata aproximadamente a 160 personas por día, o una persona
cada 10 minutos, el 40 % de los cuales son niños. Es una enfermedad endémica en
más de 150 países y afecta principalmente a poblaciones de bajos recursos. Más
del 95 % de los casos reportados se encuentran en Asia y África. La Alianza
Global para el Control de la rabia estima que el costo económico causado por la
enfermedad es de 8.600 millones de dólares. A pesar de estas cifras, la rabia
es 100 % prevenible mediante la vacunación y la implementación de programas
educativos y preventivos adecuados.
3. ¿Cómo se transmite?
El virus de la rabia se transmite
entre animales, y entre animales y humanos, por contacto directo con la saliva
de animales infectados, generalmente a través de mordeduras, arañazos y
lameduras en piel lesionada y mucosas. Los perros son la fuente de infección
más común, causando más del 95 % de las muertes en humanos.
Además las poblaciones de animales
salvajes actúan como reservorio para el virus de la rabia. Los mapaches y
zorros sirven de reservorio del virus en Europa del Este; las mofetas y los
murciélagos en Norteamérica; los chacales y mangostas en África y Asia; los
murciélagos en América Latina; las mangostas en Puerto Rico y otras islas del
Caribe; y los mapaches en Corea del Sur y probablemente en otros países de la
región.
Los animales de compañía, como
perros y gatos, pueden contagiarse por contacto directo con animales rabiosos.
Los humanos pueden contagiarse mediante contacto con animales rabiosos o
mediante contacto con sus propios animales, en caso de que ellos hayan sufrido
contagio. En ambas vías de contagio, desde animales de compañía o animales
salvajes, la vacunación es la mejor defensa contra esta enfermedad
mortal.
4. ¿Cuáles son sus síntomas?
La rabia acaba siendo mortal en
casi todos los casos una vez que han aparecido los síntomas clínicos, tanto
para humanos como para animales. El diagnóstico de la rabia basado únicamente
en síntomas clínicos es difícil y en muchas oportunidades, poco
confiable. En los animales, los síntomas de la rabia más significativos
son: cambios agudos e inexplicables de comportamiento y parálisis progresiva.
Los animales también pueden mostrar signos de agitación, comportamiento
agresivo y letargia o parálisis. En los humanos, los primeros síntomas de la
rabia pueden incluir dolores de cabeza, fiebre, ansiedad y hormigueo o
sensibilidad afectada en la zona de mordedura. En la mayoría de los casos,
se caracteriza por provocar dilatación de pupilas, sensibilidad inusual a la
luz, al sonido y a los cambios de temperatura, así como también se pueden
observar alucinaciones e hidrofobia, es decir sufrir espasmos al tocar e
inclusive al ver agua. Tanto en humanos como en animales, la rabia causa
parálisis, coma y finalmente, la muerte.
5. ¿Cómo se diagnostica?
La rabia se puede diagnosticar:
Por la historia clínica de una persona que ha sido mordida o ha tenido contacto
con un animal del que se sospecha que padece rabia Por la detección de síntomas
muy tempranos de la rabia Sin embargo, al igual que en los animales, el diagnóstico
confirmatorio solo se puede realizar post-mortem.
6. ¿Qué debes hacer si sospechas
que tú o tu mascota pueden haber estado expuestos a la rabia?
En el caso de que exista sospecha
de que una persona o un animal hayan estado en contacto con un animal
infectado, es necesaria la intervención inmediata para prevenir la enfermedad.
El primer paso es el tratamiento local de la herida: Debe lavarse y limpiarse
de inmediato la herida durante un mínimo de 15 minutos con agua y jabón o
detergente. Luego aplicar sustancias que matan el virus de la rabia como
alcohol/etanol al 70 % o povidona yodada, si estuviera disponible. Se debe
esperar para suturar la herida el mayor tiempo posible. Se debe acudir al
médico inmediatamente. El médico decidirá si corresponde aplicar medidas
profilácticas postexposición o un tratamiento médico preventivo para evitar el
desarrollo de la rabia en la persona. El veterinario implementará el
seguimiento médico correspondiente al animal rabioso.
7. ¿Se puede prevenir?
La rabia es 100 % prevenible
mediante la vacunación y los programas educativos adecuados. Para prevenir la
rabia es necesario: Reducir o eliminar la infección en su fuente por medio de
la vacunación en masa de las poblaciones que constituyen el reservorio de la
rabia (perros y animales salvajes) Vacunación de animales domésticos que se
encuentren en contacto con personas y el ganado en caso de alto riesgo de
exposición.
Prevención y tratamiento de las
personas mediante vacunación y administración de inmunoglobulina antirrábica.
Es importante destacar el rol fundamental de los dueños de animales y los
veterinarios en la lucha global contra la rabia asegurándose de que todos los
animales estén vacunados.
8. ¿Qué tan seria es la amenaza de
la rabia hoy?
La OMS estima que 59.000 personas
mueren a causa de la rabia cada año, o 160 personas cada día y aproximadamente
15 millones de personas reciben tratamiento luego de haber sido expuestos a
animales de los que se sospecha que padecen rabia.
La mayor amenaza de la rabia ocurre
en las regiones más pobres del mundo: África y Asia, dónde no se ha
implementado la vacunación masiva de perros domésticos y dónde el acceso a
tratamientos postexposición es limitado.
La rabia continúa siendo una
enfermedad notablemente desatendida y con bajo índice de notificación en los
países más afectados, principalmente porque en esas regiones el acceso a los
servicios de salud tiende a estar restringido y la mayoría de las víctimas
muere en el hogar.
En países más desarrollados,
incluso en aquellos que se consideran libres de rabia, los movimientos de
animales de otras regiones contribuyen a que la rabia continúe siendo una
amenaza constante. La Alianza Global para el Control de la Rabia además estima
el enorme costo económico global que alcanza los 8.600 millones de dólares por
año. La vasta mayoría de este costo recae sobre África (36,4 %) y Asia (59,6
%).
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