Hablando con un grupo de chicos y chicas, les
insinué que hicieran una encuesta por distintos lugares de la ciudad, pueblos y
costa. Tardaron más de 15 días. Con sus caras alegres y al mismo tiempo,
preocupados por los resultados de la encuesta, nos sentamos tranquilos a
estudiarlas.
Una de la
pregunta que figuraba en la encuesta era la que encabeza el artículo.
Al revisarla,
una minoría tiene su médico del alma. Otra gran parte no sabe ni tiene idea de
lo que es.
Algunos
comentaban que para la mayoría el significado de médico del alma ni les sonaba.
Eran tan extraños a su hondo significado que sobrepasaba los límites de sus
conocimientos religiosos.
Entonces, le
había dicho anteriormente, que les dijeran el significado de sacerdote o cura.
Sacerdote
significa aquel que “te da lo sagrado”. Y cura es la persona consagrada por
Dios para cuidar de las almas. Sí, amigo/a, no eres sólo un bello cuerpo
escultural. Tienes un alma unida íntimamente a tu físico. Y si en la parte externa
tienes tu médico de cabecera y los especialistas, también estos seres dedicados
por entero al bien de las almas, son quienes han estado muchos años estudiando
Biblia, Moral, Filosofía, Psicología y Teología para tener unos conocimientos
profundos acerca de las debilidades del alma y de los tratamientos para
progresar adecuadamente por los caminos de tu perfección espiritual.
Otros de la
encuesta me decían que una buena parte frecuenta el Sacramento del Eucaristía,
pero sin reconciliarse antes con Dios. Dicen que se las entienden directamente
con El. No les hacen falta los curas. ¿No haces de vez en cuando un chequeo a
tu cuerpo para ver cómo van todas sus constantes vitales?- Sí, eso sí, me gusta
estar en forma para que me vean con buen tipo.
Y si Dios te
hiciera un chequeo, ¿qué encontraría en ti? Dudas... sin respuestas.
Y se advierte
cada día más- en esta sociedad de consumo y dada al divismo de las estrellas-
que hay un gran vacío de Dios. ¿Cómo explicas si no, tanta ansiedad, estrés y
aburrimiento interno en la gente?
La única
respuesta es que no cuentan para nada con los especialistas en la dirección y
cuidado de su alma.
Perseverancia
Una de las constantes que se observa en mucha gente es que, tras la primera comunión o la confirmación, es el abandono radical de la vivencia religiosa. Y tienes muchos altibajos en tu vida porque te falta la conexión que te “religue” (religión) con el Trascendente, hecho visible en los signos que él mismo ha establecido para que la humanidad esté en sintonía con El: los sacramentos.
Una de las constantes que se observa en mucha gente es que, tras la primera comunión o la confirmación, es el abandono radical de la vivencia religiosa. Y tienes muchos altibajos en tu vida porque te falta la conexión que te “religue” (religión) con el Trascendente, hecho visible en los signos que él mismo ha establecido para que la humanidad esté en sintonía con El: los sacramentos.
Un pequeño grupo
que había visitado centros y parroquias de vida intensa, constataba que aquella
juventud era feliz en su trabajo, en su diversión y en el equilibrio que
asomaba que se detectaba en su forma de expresarse y en su modo de valorar todo
cuanto ocurre y pasa.
Lo primero que
hizo Santo Domingo Savio, muerto a los 15 años, fue buscar a un director de su
alma. Se encontró con un sacerdote, D. Bosco, que supo orientarlo poco a poco
por la autopista de Dios. Sí, amigo, sí. Y no se estrelló contra nadie.
Simplemente hizo
algo extraordinario: Vivir la vida alegremente. Grita, salta, corre, baila... con
tal de que la alegría sea en ti el sello de tu identidad cristiana. Tan es así,
que, en lugar de aislarse y pensar como tú piensas, que el tema del alma es
cosa tuya y de Dios, él se entregó a formar el Grupo o Sociedad de la Alegría.
Misión: Que nadie estuviera triste en su vida interior. La exterior se pone
alegre en seguida por las copas y el éxtasis. Pero no dan perseverancia ni consistencia
para forjarse una fuerte personalidad cristiana y humana.
Terminado el
estudio de la encuesta, los animadores se vieron contentos porque existen
jóvenes que viven esta dirección espiritual, este contacto con el médico de sus
almas. Y van -en general- muy bien en sus estudios, trabajo y en sus relaciones
con los demás.
Tan sólo así
puedes progresar en tu amplia y rica vida de creyente. Lo demás es una pamema
que haces a los 10 años y se acabó. Una pena. Anímate y cambia tus estrechos
derroteros. ¿No eres joven? Busca horizontes nuevos. FS
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