Hay bastantes dietas de moda promocionadas que promueven
una ingesta baja en carbohidratos, como la dieta Atkins, la dieta paleolítica y
las dietas cetogénicas que afirman que los carbohidratos son el diablo y que
debes comer principalmente alimentos grasos si deseas perder peso. Si bien no
todo lo que promueven es cierto, tienen toda la razón con respecto a una cosa:
los productos de granos refinados y el pan blanco, en particular, hacen mucho
más daño a tu cuerpo que cualquier otra cosa. Te explicamos la razón:
1. Los granos refinados tienen casi cero de valor nutricional
Los granos de refinación generalmente significan
eliminar el salvado (capa externa resistente y rica en fibra) y el germen (el
embrión de la semilla y la fuente de muchos nutrientes), dejando solo el
endospermo, una capa intermedia con almidón. Esto se hace por varias razones:
la razón más práctica es que los aceites en el germen hacen que el grano se
dañe más rápido. Otras razones se reducen al gusto; los granos enteros son más
duros, tienden a ser bastante secos (porque el germen y el salvado absorben
mucha agua) y tienen un sabor bastante distinto que puede variar desde amargo a
nuez.
2. El pan blanco provoca aumento de azúcar
El alto contenido de carbohidratos del pan blanco
provoca un aumento en los niveles de azúcar en la sangre. Si la energía
almacenada en el azúcar no se ejerce en el ejercicio, tu cuerpo producirá
insulina para procesar los azúcares y almacenarlos, lo que lleva a una rápida
caída en los niveles de azúcar en la sangre. El efecto es una pérdida repentina
de energía caracterizada por dolores de cabeza, confusión, cansancio, mareos y
posiblemente incluso depresión.
3. Puede inducir a diabetes tipo 2
Como se mencionó anteriormente, el cuerpo produce
insulina para reducir los niveles de azúcar en la sangre. La insulina logra
esto al absorber el azúcar en las células del cuerpo para su uso posterior. El
alto consumo regular de azúcar puede hacer que las células desarrollen
inmunidad a la insulina, lo que dificulta la capacidad del cuerpo para regular
los niveles de azúcar en la sangre, causando lo que se conoce como diabetes
tipo 2. No hay cura para la diabetes, y las complicaciones que pueden surgir
son numerosas. Incluida la enfermedad cardíaca.
4. Es un importante contribuyente al aumento de peso
Cuando comes alimentos que son ricos en
carbohidratos, como el pan, el cuerpo los descompone en energía fácilmente
utilizable para las muchas funciones del cuerpo. El exceso de energía que no se
usa (a través de una actividad física extenuante) se convierte y almacena en el
cuerpo como tejido graso. La energía es bastante fácil de quemar, pero la grasa
es mucho más difícil de perder.
5. Carbohidratos y peso del agua
Esta no es la única razón para el aumento de peso
asociado con la ingesta alta de carbohidratos. Antes de que la energía se
convierta en grasa, el exceso de energía se almacena para su uso posterior como
moléculas de glucógeno. Cada uno de ellos viene con una cantidad sustancial de
agua (alrededor de 3 a 4 gramos de agua por cada gramo de glucógeno).
6. Es literalmente adictivo
Cuando los niveles de azúcar en la sangre bajan,
una de las reacciones más comunes del cuerpo es buscar alivio inmediato al
consumir más azúcar. Los antojos de azúcar son un círculo vicioso que se
perpetúa a sí mismo y que es muy difícil escapar, ya que dejarlo de manera
predecible da como resultado un estado de ánimo y el cuerpo que lucha por
adaptarse al cambio en la dieta.
7. Aumenta el riesgo de complicaciones cardíacas
La investigación publicada en 2010 en JAMA Internal Medicine Journal demostró
que las mujeres cuya dieta consiste en muchos alimentos con alto contenido de
carbohidratos como el pan blanco tienen el doble de probabilidades de
desarrollar enfermedades cardíacas que las que no comen con tanta frecuencia.
8. No tiene fibra
La fibra es lo que forma gran parte del cerebro, la
piel o la cáscara de la planta y se elimina durante el proceso de refinamiento
que sufre la harina blanca. Al igual que el almidón y el glucógeno, la fibra es
una molécula de azúcar compleja. Tales moléculas requieren enzimas especiales
para descomponerse, pero mientras nuestros cuerpos secretan las enzimas
necesarias para descomponer el almidón y el glucógeno, solo unos pocos animales
selectos (como los insectos y los verdaderos herbívoros) pueden procesar la
fibra, lo que significa que nuestro cuerpo no la digiere. Esto puede parecer
algo malo, pero en realidad es muy beneficioso para nuestro sistema digestivo.
El desperdicio de fibra que nuestro cuerpo no digiere se mueve a través de
nuestro tracto digestivo sin sufrir ningún cambio, lo que a su vez ayuda a
acelerar el movimiento del tazón, además de dar volumen a las heces y absorber
el agua, previniendo la diarrea.
9. El pan es la comida de un perezoso
Con toda honestidad, uno de los mayores puntos de
venta de pan es lo increíblemente conveniente. ¿Quieres una comida rápida?
¡Solo toma una rebanada de pan, con poco de queso o mantequilla y listo! Un
estilo de vida sedentario comienza en las rutinas más pequeñas de nuestra vida,
y tratar de encontrar atajos para prepararnos una comida adecuada es
definitivamente una parte de eso.
10. Debes comer algo de grano entero
Después de toda esta diatriba, debemos decirse que
los carbohidratos son la mejor fuente de energía para nuestro cuerpo, y que
eliminarlos puede tener varios efectos adversos en tu salud. Puedes y debes
comer pan, preferiblemente pan integral, de vez en cuando y con moderación,
simplemente no lo conviertas en tu principal fuente de alimento. Cuando compres
pan integral, asegúrate de que en realidad sea integral. La forma más fácil de
saberlo es mirar los ingredientes, donde el primero siempre debe ser harina de
trigo integral.
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