A la par de la pandemia de coronavirus, el sistema de salud de la
Argentina atraviesa otro desafío: el brote de dengue, la enfermedad transmitida
por el mosquito Aedes aegypti,
que no se detiene a pesar de la cuarentena. Según el último Boletín
Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, hasta el 25 de marzo se registraron 7.862
casos de dengue, entre confirmados y probables, en 16 provincias (6.169
autóctonos y 866 casos con antecedentes de viaje). Y hubo más de 26 mil casos
sospechosos.
El número acumulado de notificaciones hasta el
momento para la temporada 2019/2020 es entre cuatro y cinco veces superior a lo
notificado en las temporadas 2018/2019 y 2017/2018 respectivamente para el
mismo período. Se trata del brote más
grande de la enfermedad desde el último pico registrado en el periodo
2015-2016, donde hubo 76.803 casos y 11 fallecidos.
Además, hasta el momento se registraron siete
pacientes fallecidos con clasificación de dengue confirmado o probable: tres en
provincia de Buenos Aires, dos en Misiones, uno en La Rioja y uno en Santa Fe.
Otros nueve casos fatales se encuentran en investigación. En diferentes sitios
del territorio nacional circulan tres serotipos: 63% correspondió a DEN-1, 35%
a DEN-4 y 2% DEN-2.
En febrero, la Organización Panamericana de la
Salud (OPS/OMS) alertó acerca de un nuevo ciclo epidémico de dengue en la
Región de las Américas, informando que luego de dos años de baja incidencia, se
observaba para esta temporada un incremento de casos de dengue y dengue grave
en territorios de la región compuesta por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile,
Paraguay y Uruguay.
Subregistro. En la Ciudad de Buenos Aires,
desde el 1° de enero hasta el 28 de marzo se notificaron 4.302 casos de dengue;
de éstos, 208 corresponden a la semana 13 (del 22 al 28 de marzo). De los 2134
casos, se considera que 88% no viajaron a una zona con circulación viral y el
12% sí lo hicieron. Los casos se distribuyen en toda la ciudad, pero hay cuatro
barrios que tienen la mayor incidencia: Flores, Villa Lugano, Parque Patricios
y Barracas.
“Lo ocurrido en la temporada 2015/2016 fue
considerablemente mayor que en los años siguientes. Continúa siendo complejo, a
la luz de la interpretación de la estacionalidad y la magnitud de las curvas
semanales, anticipar qué características tomará finalmente, en el año en curso,
la notificación de los casos”, advierte el último Boletín Epidemiológico del
Ministerio de Salud porteño.
“En relación con la cantidad de casos, desde hace
dos semanas se observa una tendencia en descenso. Se está monitoreando
detalladamente esto, ya que los picos en cada año fueron muy diferentes. Asimismo, la situación de la pandemia
Covid-19 no permite tener una cabal idea de la vigilancia, sea por falta de
consulta como por dificultades de los servicios a la hora de realizar la
notificación de los casos”, señala el reporte.
En tanto, en la provincia
de Buenos Aires fueron confirmados 760 casos de dengue, 549 con diagnóstico de
laboratorio y 211 por nexo epidemiológico. Del total
de confirmados, 69 requirieron internación, según datos del Ministerio de Salud
de Buenos Aires.
Prevención. El dengue es una enfermedad viral transmitida por
la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con
sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les
transmite esta enfermedad. El contagio solo se produce por la picadura de los
mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de
la leche materna.
A diferencia del
coronavirus, cuyos síntomas son fiebre acompañada de tos, dolor de garganta o
dificultad para respirar; los síntomas del dengue son fiebre
acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones,
náuseas y vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel picazón
y/o sangrado de nariz y encías. Ante estos síntomas, se recomienda no
automedicarse y consultar al médico.
Como no existen vacunas que prevengan el dengue ni
medicamentos que lo curen la medida más importante de prevención es la
eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los
recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus
alrededores.
También es importante prevenir la picadura del
mosquito: usando siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las
recomendaciones del envase, utilizando ropa clara que cubra los brazos y las
piernas, especialmente durante las actividades al aire libre y colocando
mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o
aire acondicionado en las habitaciones.
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