- Eran
constantes en la escucha de la enseñanza de los apóstoles y en la fracción del
pan, y ponían en común sus bienes (Hch
2).
Venimos
recorriendo el libro de los Hechos de los Apóstoles como un maravilloso
archipiélago, contemplado en una visión de conjunto, visitando isla por isla,
acompañados de San Pedro y San Pablo, para terminar buceando en nuestra
exploración, algunos de sus temas fundamentales. Entre ellos destacamos la
primacía de la fe sobre la ley, el Espíritu Santo como alma de la Iglesia, a
María como Reina de los Apóstoles, la proyección universalista del mensaje
cristiano, la misión como esencia del mismo, las exigencias y contenido del
kerigma pascual, presentado en 14 discursos en miniatura – que Cristo ha muerto
y ha resucitado – y hoy pone especial atención en la vida comunitaria de los
primeros cristianos como espacio para crecer en la fe, basada en el trípode de
enseñanza apostólica, participación en la eucaristía y servicio a los hermanos.
Asistimos,
pues, al nacimiento del nuevo pueblo de Dios en un contexto judío, Jerusalén, y
pagano, Antioquia y Roma, siguiendo muy de cerca a Pedro y a Pablo en sus
aventuras misioneras. Se van organizando las iglesias-domésticas bajo la guía
de un apóstol con tal fuerza que el estilo ejemplar de los primeros cristianos
atraía la mirada de todos y poco a poco se iban convirtiendo.
- A través de
los diversos sumarios, que los textos litúrgicos nos ofrecen en estos días,
descubrimos un modelo de Iglesia válido para todos los tiempos.
En sus días
fue muy alabada la serie televisiva de Rosellini sobre los Hechos de los
Apóstoles. Durante las horas de su proyección las calles de Roma estaban
vacías, porque los televidentes la seguían con interés. Rosellini en su guión,
como ya hemos dicho en otra ocasión, ofrece al mundo escéptico una nueva forma
de dar sentido a la vida, partiendo de la novedad histórica de este hecho, la
persona omnipresente de Jesús que nos lanza a testimoniarle con nuestras
palabras y obras. Desarrolla el tema: la Iglesia como comunidad orante,
convocada por la palabra de Dios bajo la acción del Espíritu para ser
instrumento de salvación al servicio del hombre.
- ¡Señor mío
y Dios mío! (Jn. 20)
La primera
lectura, como retrato-robot, nos sirve de termómetro para analizar nuestra
comunidad, como comunidad creyente, misionera y sacramental, que celebra el
domingo como día del Señor, y bajo la acción del Espíritu continua la misión de
Cristo en el mundo como mensajera de la paz y del perdón.
Entra ahora en
escena Santo Tomas, el que el día antes de la pasión quiere conocer el camino
que lleva al Padre y el que está dispuesto a dar la vida por Jesús. Pero ante
la confesión de sus compañeros -…hemos visto
al Señor- se define como escéptico, terco, desconfiado, positivista e
incrédulo como nuestros ateos y agnósticos modernos. Basta una semana para que
Dios opere un cambio radical en su vida, expresado con ese credo tan corto:
¡Señor mío y Dios mío!
Con Santo
Tomas de Aquino ponemos en nuestros labios la estrofa del Adoro te devote: no
veo las llagas como las vio Tomas /pero confieso que eres mi Dios:/Haz que yo
crea más y más en ti, /que en ti espere que ame.
Ayer fue Santo
Tomas, defraudado y deprimido por el ambiente adverso, por la huida y el miedo,
quien al tocar las llagas del Resucitado exclamó: ¡Señor mío y Dios mío! y se
convierte en el otro de Jesús. Hoy somos nosotros que, al romperse la unidad de
nuestro ser, se abre una zanja profunda de indiferencia, con sus placas de
represión y agresión; pero Cristo sale a nuestro encuentro para alimentar
nuestra fe operativa, nuestra esperanza constante y nuestra caridad
comprometida.
El creyente no
es el hombre que dice-creo porque sí, sino creo ¡sí¡-,porque en el fondo
describe que siendo razonable la fe, no se desarrolla en vía cartesiana ,pienso
luego existo,-sino en vía de Pascal- Amo, luego existo, como María Magdalena, Pedro
y Juan en el Tiberiades. Ahí están los grandes conversos de nuestros días como
Edith Stein y García Morente.
Si has leído
el Principito habrás descubierto que lo esencial de nuestra vida se ve con el
corazón. La misma experiencia nos hace comprender que cuando intentamos llegar
a Dios por solo el raciocinio frio de nuestra mente nuestra ideas prefabricadas
chocan con lo trascendente y salta ese chispazo, nada positivo, como al rozar
dos piedras con fuerza, mientras si entran por nuestro corazón (el corazón
tiene sus razones que el mismo corazón desconoce), caldeadas por el amor entran
de lleno en nuestra cabeza.
A la luz de
estas lecturas valoramos la importancia del domingo; por algo el Resucitado
solía aparecerse en domingo y desde un principio los cristianos santificamos el
día del Señor. ¿No significa nada para ti que miles de cristianos hayan dado su
vida por defender el día del Señor? ¿No es aún indicativo que todos los
domingos nos reunamos en España más de 8 millones de cristianos para participar
en la eucaristía, y que a su vez se reiteran las mismas palabras y gestos en más
de 300 idiomas? Verdad que si la Eucaristía sigue en pie después de 20 siglos
es que es obra de Dios y no de los hombres.
Por razón de
tiempo nos contentamos en grabar en nuestros corazones y mentes que hemos visto
al Señor en muchas Eucaristías y obras de caridad…, que la paz, saludo del
resucitado, es tarea prioritaria, haciendo que las lanzas se conviertan en
arados y que si tenemos algo contra el hermano dejemos la ofrenda y vayamos a
reconciliarnos con el…, y que en este tiempo Pascual en el sacramento de la
Penitencia nos espera el mejor de los cirujanos para extinguir nuestro tumor
canceroso, y el mejor de los fisioterapeutas para poner en movimiento todo
nuestro ser. ¿No te sugiere que, el que en cada aparición el resucitado
compartiera su comida con sus amigos, nos lleva a nuestra Eucaristía, en cuya
primera parte nos sentamos en la mesa de la palabra y en la segunda nos
ofrecemos con Cristo y comulgamos con Él?
- Dad gracias
al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia (Sal 117)
Peregrinemos
con nuestra imaginación a muchos de los Santuarios dedicados al misterio de la
misericordia de Dios por tierras de Argentina, Estados Unidos, México, y sobre
todo Polonia, en el distrito de Cracovia, donde está ubicado el Templo de la
Divina Misericordia junto al Templo que custodia las reliquias de Santa
Faustina Kowsalska, apóstol de este tributo. Juan Pablo II, que tantas veces
recorrió este camino para ir al trabajo de la mina durante la dominación nazi,
en el 2002 consagra esta nueva Basílica a la Divina Misericordia, encomendando
al mundo al amor misericordioso infinito de Dios, que es donde el mundo encontrará
la paz y la felicidad.
Recuerda que
toda la Biblia es un canto a la misericordia divina: en la misma alborada de la
creación hay un rayo de luz después de la caída de nuestros padres…,purificada
la tierra con el diluvio, el arco iris es la firma con la que Dios sella su
pacto de amor con el hombre…, Moisés, al ver a su pueblo de rodillas ante el
becerro de oro, apela a la misericordia divina para que lo perdone…, David
llora su pecado, entonando el Miserere…, para los profetas la misericordia
prevalece sobre la infidelidad; y lo salmos son un canto perenne a la
misericordia. El mismo Jesús es la gran parábola de la misericordia de Dios. La
Misericordia es el tema principal de su predicación: Hijo pródigo, buen
samaritano, buen pastor, bienaventuranzas, perdón y misterio pascual como
culmen de su amor misericordioso, clavando en la cruz nuestros pecados y
devolviéndonos la luz y la vida en la resurrección, confiando a su vez a su
iglesia el poder de perdonar los pecados. Por eso, con el salmo 117 proclamamos
la bondad de Dios en los misterios de la creación y redención, edificamos la
nueva humanidad sobre piedra angular, que desecharon nuestros padres y con
alegría y notas de victoria cantamos: dad gracias al Señor porque es bueno, y porque
es eterna su misericordia.
GUÍA PARA LA
PREDICACIÓN
- Un modelo
de Iglesia válido para todos los tiempos en el libro de los Hechos de los
apóstoles
Sus tres notas
esenciales: “Escucha de la palabra, participación de la fracción del pan y comunicación
cristiana de bienes”
- El credo de
Santo Tomás converso: “Señor mío y Dios mío”
Jesús desmonta
su postura incrédula, al dejar su grupo mostrándole sus yagas e incorporándolo
de nuevo al grupo.
Que Jesús se
apareciera en domingo la comunidad cristiana aprendió la importancia del
domingo, como día del Señor, para su fe
- Domingo de
la misericordia.
Con el
salmista cantamos las misericordias del Señor y visitamos los santuarios
dedicados a este atributo, clave en la que se escribe la biblia. JAP
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