Cada 19 de mayo se
conmemora el Día Mundial de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) para difundir sobre la Enfermedad de Crohn, Colitis Ulcerosa y la
Colitis Indeterminada. Este año, la “Fundación Más Vida de Crohn & Colitis
Ulcerosa” con el auspicio de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE),
el Grupo Argentino de Estudio de Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa
(GADECCU) y la Federación Argentina de Gastroenterología (FAGE), se suma a la
campaña “Hacer que las EII funcionen”,
propuesta por la Federación Europea de Asociaciones de Crohn y Colitis Ulcerosa,
para crear conciencia sobre el impacto que las EII tienen en la vida
profesional de una persona. La campaña podrá seguirse por redes sociales con
los hashtags #HacerQueLasEIIFuncionen #DíaMundialEII2020 #WorldIBDday2020
#MakeIBDwork
“Motivados
por los comentarios que recibimos el año pasado a raíz del caso de un empleado
de Amazon en Estados Unidos con la enfermedad de Crohn, quien demandó a la
empresa por no poder ir al baño, realizamos una encuesta para conocer la
situación de los pacientes en nuestro país. El resultado fue impactante: más
del 40% de los pacientes con EII había tenido problemas de acceso al baño en su
trabajo”, aseguró la licenciada Luciana Escati Peñaloza, presidenta de la
“Fundación Más Vida de Crohn & Colitis Ulcerosa”.
“Las EII son enfermedades autoinmunes, crónicas que
causan inflamación del tracto gastrointestinal y los síntomas en muchos casos
son motivo de pudor: frecuencia o
urgencia evacuatoria, diarrea persistente por más de cuatro semanas, dolor
abdominal, moco y/o sangrado en las heces, lesiones perianales, pérdida de
peso, fiebre y/o los vómitos, entre otros síntomas digestivos”, explicó
el doctor Julio Tenca, miembro del comité directivo de FAGE, encargado del
módulo de EII de dicha institución. Además, agregó: “lo importante es saber que
su cronicidad radica en que los síntomas pueden persistir durante mucho tiempo,
de ahí la importancia de saber y detectarlos para un diagnóstico temprano”.
La mayoría de las personas con EII se encuentran en
edad laboral, lo que puede significar una preocupación extra respecto de su
trabajo y sus perspectivas de empleo. Sin embargo, muchos de los pacientes
quieren y son capaces de trabajar con éxito y cumplir con todo su potencial.
Varios estudios han demostrado que las personas con EII dan alta prioridad al
mantenimiento de su asistencia y su desempeño en el trabajo. Más del 50% de los pacientes aseguran haberse
esforzado más en su trabajo para compensar cualquier deficiencia que pudiera
resultar de su EII. “Creemos que con una mejor comprensión de la
enfermedad y aplicando estrategias integrales que propicien un entorno de
apoyo, podemos hacer que las EII funcionen. En este momento tan difícil en el
que nos enfrentamos a la pandemia de COVID-19, hemos visto que las medidas de
trabajo que han sido implementadas por muchas autoridades nacionales, como por
ejemplo el teletrabajo u horarios de trabajo flexibles, pueden tener un
beneficio positivo para toda la sociedad y en especial, podrían mantenerse o
ser aplicadas a los pacientes con EII fuera de este contexto, siempre que su
tipo de trabajo lo permita”, sostuvo Escati Peñaloza.
Las trabas dentro del propio ámbito laborar suelen
ser una dificultad para los pacientes con EII, por eso es clave eliminar
factores de estrés y proporcionar condiciones más flexibles. Hay varias medidas
que pueden ser tomadas en el lugar de trabajo a fin de promover una mayor
inclusión de los trabajadores con EII. Entre ellas, permitir tiempo libre para
citas médicas o tratamiento, acceso ilimitado al baño o situar el puesto de
trabajo cerca del mismo.
Por su parte, el doctor Juan Lasa, médico
gastroenterólogo del Hospital Británico y CEMIC, tras la evaluación de los
datos preliminares de una encuesta realizada por la Fundación Más Vida de Crohn
& Colitis Ulcerosa y especialistas del Servicio de Gastroenterología del
Hospital Británico, advirtió: “Aquellas personas con EII que se encuentran
desempleadas, perciben con mayor frecuencia síntomas de dolor abdominal y
urgencia defecatoria respecto de las que se encuentran trabajando activamente,
jubilados o estudiantes”. Y agregó: “Podemos
afirmar que el trabajo implica un aporte al bienestar psicológico del paciente,
generando así, un impacto positivo en la percepción de la severidad de una
condición crónica de salud como las EII”.
“Si bien las EII aún no tienen cura definitiva, es
fundamental la consulta precoz con el gastroenterólogo, dado que existen
diferentes tratamientos destinados no sólo a reducir la severidad y duración de
los síntomas, sino también a obtener la curación del intestino para evitar o
retrasar recaídas o complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente
actual y futura”, afirmó el doctor Juan Andrés De Paula, presidente de GADECCU.
Enfermedades Inflamatorias Intestinales y COVID-19
Ante la pandemia de COVID-19, es importante
despejar las dudas más frecuentes en torno a los pacientes con estas
enfermedades y su situación en este contexto. “Las EII per se no parecen
conferir un riesgo incrementado de contraer COVID-19. Esto significa que el riesgo de contagio es similar a lo
estimado para la población general - es decir, alto - pero no más alto cuando
se los compara con personas sin EII”, explicó Lasa. Incluso, las
recomendaciones son las mismas que para el resto, e incluyen “lavado de manos
frecuente, adoptar medidas de distanciamiento social, uso de cubreboca en la
vía pública y la consulta precoz ante la presencia de fiebre y/o síntomas
respiratorios”.
Sin embargo, sí se deben considerar pacientes de
mayor riesgo a individuos con EII en tratamiento con corticoides,
inmunosupresores y/o biológicos, malnutrición, edad de 65 años o más, necesidad
de visitas frecuentes al hospital, enfermedades concomitantes como hipertensión
arterial, diabetes, etc. y embarazo.
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