Aunque la OMS informó que por el momento no se
tienen pruebas concluyentes de que el Covid-19 se propague por el contacto con
objetos y superficies infectadas, un
nuevo estudio enciende la alarma sobre los teléfonos móviles. Un equipo
de científicos advierte que podrían estar actuando como ‘caballos de Troya’
para introducir el coronavirus al organismo. Y recomiendan efectuar descontaminaciones periódicas para detener
la transmisión.
La investigación, dirigida por Lotti Tajouri, de la
Universidad Bond en Australia, revisó 56 estudios de 24 países en donde se
analiza las diferentes cepas que acechan en las pantallas vidriadas. Así,
descubrió que los móviles albergan una
amplia gama de microorganismos, incluidos varios con resistencia a los
antibióticos. El estudio fue publicado en la revista Travel Medicine and
Infectious Diseases.
Si bien todos los estudios son anteriores a la
pandemia actual, los autores sostienen que el virus responsable de Covid-19, el
SARS-CoV-2, probablemente esté presente en teléfonos móviles y otros
dispositivos de pantalla táctil de pacientes con coronavirus.
“Tienen control de temperatura, los guardamos en
nuestros bolsillos, somos adictos a ellos. Mientras hablamos, depositamos
gotitas que pueden estar llenas de virus o bacterias. Comemos con ellos, por lo
que damos nutrientes a estos microorganismos. Y lo más preocupante: nadie, absolutamente nadie, lava o descontamina su
teléfono. Son como hoteles cinco estrella para que los microbios
prosperen”, previene Tajouri.
La tasa promedio de contaminación en los celulares,
se calcula que ronda el 68%. La
revisión sistemática encontró que los microbios de estafilococos dorados y E.
coli estaban entre los huéspedes más comunes tanto en la parte del cristal como
en la funda.
“Presumimos que el nuevo coronavirus Covid-19 que
se está extendiendo actualmente está presente en los teléfonos móviles. A
diferencia de las manos, estos dispositivos no se lavan regularmente y dado que
se descuidan desde una perspectiva de bioseguridad, pueden actuar como caballos
de Troya y propagar patógenos invisibles no deseados, incluidos virus como la
gripe y el SARS-CoV-2”, sostiene Mariana Campos, del Harry Butler Institute, de
la Universidad Murdoch.
En epidemiología se denomina fómite a todo material carente de vida
que puede ser el vehículo de un patógeno, como el coronavirus. La transmisión mediada por fómite es una vía crítica
para causar enfermedades infecciosas tanto en entornos comunitarios como en el
transporte público. La contaminación de superficies y equipos es una fuente
bien documentada de infecciones, donde las personas interactúan con los
espacios circundantes y facilitan la transmisión de microbios. Hay una delgada
línea que une al coronavirus con el transporte y los smartphones.
“El contagio extraordinariamente rápido que ha
desconcertado a los científicos podría residir dentro de estos teléfonos
móviles que propagan Covid-19 en todas partes a gran velocidad. Ya que están en
todas partes, viajando por el mundo en aviones, cruceros y trenes. Si limpiamos
nuestros teléfonos a diario y esto marca la diferencia, entonces podríamos con
esta pequeña curva de acción reducir la epidemia y salvar vidas”, indica
el estudio.
Los teléfonos móviles tienen una alta frecuencia de uso, a menudo
están en contacto con manos y caras, mientras están en funcionamiento, a menudo
pueden calentarse a temperaturas que favorecen la supervivencia y posiblemente
el crecimiento de microorganismos. Como para entender esta correlación, el
estudio sostiene que, por distintas circunstancias, las personas tocan sus dispositivos unas 5.000 veces al
día, lo que en promedio, da un uso continuo de unas tres horas diarias.
“Sabemos por los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC) que el 80% de todas las infecciones están
asociadas con nuestras manos. Puedes lavarte las manos tantas veces como
quieras, y deberías hacerlo, pero si
tocas un teléfono infectado, te estás contaminando de nuevo. Piensa en
él como si fuera una tercera mano”, enfatiza Tajouri.
Combinado con el hecho de que la limpieza y
desinfección de teléfonos móviles no es una práctica común. El 72% de los
usuarios indican que nunca se tomaron el trabajo de sanearlos.
“Es cierto que el celular puede ser un vehículo,
pero para que tenga capacidad de contagio se requieren de una carga viral importante. A esto hay que sumarle
que el contacto prolongado con el aire y el sol, desactivan al Covid-19.
Entonces, habrá que evaluar el lugar en
donde uno está y las condiciones ambientales, al momento de tocarlo con
una mano”, explica a Clarín Gerardo
Laube, médico pediatra y profesor de Infectología de la Universidad Abierta
Interamericana (UAI). Y agrega: “Tampoco hay que olvidar, que el virus necesita
de las células para vivir. Lo que implica que puede estar en el vidrio del
móvil, pero con pocas posibilidades de contagio. Para evitar inquietudes, basta
con mantener la limpieza del aparato para barrer con cualquier posibilidad de
que se adhiera”.
Qué dijo la
OMS
Según un informe que difundió el último sábado la
OMS no está comprobado si el Covid-19
puede permanecer en objetos. Sin embargo, estudios previos al que ahora
da a conocer la Universidad Bond en Australia alertaban de esta posibilidad de
contagio y hasta planteaban que el virus podía sobrevivir varios días en
determinados tipos de superficie.
Por ejemplo, una investigación realizada por los
Institutos Nacionales de Salud y varias universidades estadounidenses como las
de California, Los Ángeles y Princeton habían determinado que el virus puede
llegar a vivir entre dos y tres días en plásticos o acero inoxidable. En otras
superficies, como el cartón, perdura hasta 24 horas. En el cobre, menos:
cuatro. Y también fue detectable en aerosoles en hasta tres horas.
Sin embargo, la OMS hizo la salvedad de que ese
tipo de pruebas se realizaron en un laboratorio, sin las condiciones habituales
del mundo real, es decir, sin las modificaciones sobre los objetos que pueden
producir los cambios de temperatura, fricción o la manipulación normal.
Consejos
para una limpieza a fondo
Ante la eventual amenaza de las superficies
acristaladas, Samsung Argentina ofrece algunos consejos para un mejor
tratamiento higiénico.
Antes de empezar, apagar el smartphone, quitar la funda y desenchufar cualquier
cable o accesorio que tenga. Usar una
tela suave, que no deje pelusas –como un paño para limpiar el lente de
una cámara- frotar con cuidado la superficie exterior del teléfono.
Evitar que entre agua en cualquier hueco y nunca
aplicar soluciones líquidas directamente sobre el teléfono. Si es necesario, humedecer la punta de la tela con un
poco de agua destilada o desinfectante, como un producto a base de ácido
hipocloroso (50-80ppm) o a base de alcohol (más del 70% de alcohol etílico o
isopropílico) y limpiar suavemente el frente y la parte trasera del teléfono
sin presionar. Evitar una fricción excesiva. No emplear aire comprimido y ni
aplicar cloro, ya que puede dañar la pantalla.
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