Tradicionalmente
se suele representar a los cuatro evangelistas mediante cuatro símbolos.
El orden en el que aparecen en el Nuevo Testamento son:
- El ángel: Mateo.
- El león: Marcos.
- El buey: Lucas.
- El águila: Juan.
Mateo se simbolizó
con un ángel (un hombre con alas) porque su evangelio comienza con la lista de
los antepasados de Jesús, el Mesías: Mt 1,1-16. Esta lista es de gran valor
para este evangelio porque presenta a Jesús como hijo de David (el más
importante de los reyes) e hijo de Abrahán (el padre del pueblo de Dios). Mateo
quiere afirmar que Jesús lleva a su perfección la historia del pueblo. Esta
lista de mensajes tiene tres períodos de generaciones (3=número perfecto), y
cada uno de los períodos se compone de catorce generaciones (14=7+7, número
perfecto). Las mujeres también juegan un papel importante en esta genealogía;
se trata de Tamar, Rajab, la mujer de Urías (Betsabé) y María. Son mujeres
comprometidas con la justicia. Por eso Mateo las incluye en la lista.
Marcos se simboliza con un león porque su evangelio comienza con la predicación
del Bautista en el desierto, donde había animales salvajes. Su evangelio fue el
primero en escribirse (en la década de los años 60 después de Cristo) y sirvió
como texto de catequesis para los que se preparaban para recibir el bautismo.
Es el evangelio más corto y el hecho de que comience presentando a Juan
Bautista en el desierto es muy importante. Para el pueblo de la Biblia, el
desierto representaba, entre otras cosas, el lugar donde se fraguan los nuevos
proyectos. Esto es lo que hizo el pueblo de Dios cuando salió de la esclavitud
de Egipto. Juan Bautista se da a conocer en el desierto, lo que pone de
manifiesto que está preparando al pueblo para la gran novedad que supone la
vida y las prácticas de liberación de Jesús. Partiendo de Am 3,8, podemos
afirmar que la voz del león simboliza la voz de los profetas que denuncian la
violación de los planes de Dios Ap 10,3. Por tanto, Juan Bautista es el profeta
que denuncia la injusticia y que apunta a la novedad que aportará Jesús.
Lucas se ha simbolizado mediante un
buey o un toro porque su evangelio comienza con la visión de Zacarías en el
Templo, donde se sacrificaban animales como bueyes, terneros y ovejas. El
evangelio de Lucas comienza y termina en el Templo; los Hechos de los apóstoles
constituyen la segunda parte del evangelio de Lucas. Si en el evangelio
encontramos el camino de Jesús, en los Hechos tenemos el camino de las
comunidades que siguieron a Jesús. El libro de los Hechos termina llegando
Pablo a Roma, ciudad que, para Lucas, representa ‘los confines del mundo’.
Juan es representado
por un águila, la mirada dirigida al sol, porque su evangelio se abre con la
contemplación del Jesús-Dios: Jn 1,1. El evangelio de Juan fue el último en
aparecer, y no se escribió en pocos días. Lo escribieron los discípulos de
Juan. Una de las características del Jesús del evangelio de Juan es esta: el
Maestro nos conoce a cada uno de nosotros mejor de lo que nos conocemos
nosotros mismos: Jn 1,48. Poco más adelante dice que Jesús “no necesitaba que
le informasen de nadie, pues él conocía muy bien el interior del hombre”. (Jn
2,25). Los símbolos de cuatro evangelistas surgieron a partir de Ez 1,10. En Ap
4,6-10 hay cuatro vivientes con ese aspecto, pero no se refieren a los
evangelistas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario