Agrupando
muestras de varias personas en tubitos y analizándolas con pocos kits que
detectan material genético del nuevo coronavirus, están logrando detectar
brotes de la enfermedad en geriátricos y en otras instituciones cerradas.
Una estrategia de testeo en grupo o 'pool testing' puesta a punto por
investigadores de Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad de
Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el CONICET
ha permitido, desde junio del año pasado, evitar brotes de COVID-19 en
geriátricos y en otras instituciones con un ahorro de hasta 86% en la cantidad
de pruebas realizadas, según publicaron en la revista Frontiers in Medicine.
«Gracias al empleo de esta estrategia se detectaron brotes de COVID-19 en
etapas tempranas en estas instituciones, contribuyendo a su contención y
aumentando la probabilidad de salvar vidas en aquellos lugares donde se
concentran los grupos de riesgo», indicó Daniela Hozbor, investigadora del
Instituto de Biotecnología y Biología Molecular (IBBM), que depende de la
Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y del CONICET.
«La estrategia consiste en hisopar, de acuerdo a la organización de la
institución, a residentes y trabajadores de geriátricos, hogares de permanencia
temporal de personas, psiquiátricos, cárceles y otras instituciones cerradas o
semicerradas de la Provincia de Buenos Aires», explicó Roberto Etchenique, de
la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UBA.
En el laboratorio se realiza el armado de los pooles mediante el
agrupamiento de estas muestras individuales de 5 o 10 para ser analizadas todas
juntas. Si algún pool da positivo (si se detecta el ARN o material genético del
virus), se procede a identificar el/los positivos a partir de ensayos a partir
de las muestras individuales.
La detección en personas asintomáticas u oligosintomáticas (pocos síntomas)
del material genético del virus permite hacer oportunamente el control de un
foco de contagio, afirmó por su parte Adalí Pecci, también autora del estudio e
investigadora de la FCEN de la UBA.
Siguiendo la planificación del Ministerio de Salud de la Provincia de
Buenos Aires, con quien el grupo de investigadores trabajó articuladamente,
cada establecimiento es testeado en más de una oportunidad para asegurar las
acciones oportunas en caso de detección de casos positivos. «Esta estrategia de
agrupamiento de muestras permite evaluar muestras a bajo costo y en menor
tiempo, permitiendo la identificación de casos leves o asintomáticos y evitando
así eventuales brotes», subrayó Nicolás Ambrosis, primer autor del trabajo e
integrante del IBBM, de la UNLP y del CONICET.
Los investigadores pudieron definir que era factible agrupar 5 o 10
muestras sin pérdida de sensibilidad con respecto a los test individuales.
Mediante esa estrategia, hasta el 11 de noviembre analizaron las muestras
clínicas de 11.628 personas en 595 instituciones y detectaron 1.918 casos
positivos.
En el trabajo, los investigadores también mostraron que el ahorro máximo
de kits que alcanzaron fue del 86%. «Esto significa que donde se hubieran
necesitado seis pruebas, logramos alcanzar los resultados con una sola»,
destacó Hozbor, directora del Laboratorio VacSal (Vacunas Salud) del IBBM. En cambio, cuando
la prevalencia de casos positivos fue más alta, el ahorro obtenido rondó el 50%.
«Esta estrategia se sigue empleando bajo los lineamientos del Ministerio
de Salud de la Provincia de Buenas Aires y se espera ampliar a otros
establecimientos, como instituciones educativas de distinto nivel», indicó
Hozbor.
Asimismo, en base a este conocimiento y dependiendo del contexto
epidemiológico sería de utilidad implementar la misma estrategia para el
rastreo masivo de contactos y el testeo de transportistas con llegada masiva a
localidades, de personal de industrias y comercios abiertos y de repatriados,
indicó Etchenique. BP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario