Tratamientos:
Aunque los acúfenos sean leves conviene acudir al otorrinolaringólogo para que determine si son o no un síntoma provocado por alguna patología. En caso de que así sea, el tratamiento se dirigirá a solucionar la causa. Generalmente, una vez tratado el origen, los ruidos desaparecen paulatinamente.
Algunas opciones:
Técnicas de relajación: La práctica de disciplinas como meditación, yoga o taichi puede combatir el estrés, la ansiedad y el insomnio que suelen provocar los acúfenos. A su vez, estos estados acentúan los pitidos, por lo que es primordial llevar una vida relajada si se tiene este problema.
Tratamiento farmacológico: Algunos medicamentos pueden ayudar a mitigar los ruidos y a prevenir algunas de las consecuencias de los acúfenos, como la depresión. Pero siempre deben ser prescriptos por el médico.
Evitar todos los alimentos o sustancias excitantes (café, alcohol, etc.) y los alimentos que acidifiquen nuestro PH (carne, azúcar, etc.) Son, en cambio, muy aconsejables los alimentos ricos en calcio (lácteos); magnesio, de efecto relajante muscular (frutos secos, bananas, etc.); potasio (nueces, bananas, etc.) y zinc (semillas de calabaza o zapallo).
Terapias alternativas:
La acupuntura trata los acúfenos con bastante éxito.
La osteopatía y la quiropraxia suelen funcionar muy bien ya que desbloquean la zona cervical y mejoran el flujo sanguíneo.
Dentro de la oligoterapia se recomienda tomar una dosis del oligoelemento manganeso y de magnesio en días alternados.
Practicar algún deporte ayuda a eliminar el estrés y facilita la elasticidad de la musculatura cervical. Con ello se mejora el riego sanguíneo de la parte superior del cuerpo y disminuyen los ruidos en el oído.
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