lunes, 22 de agosto de 2022

El Alzheimer podría tratarse con medicación para TDAH...

Los pacientes de Alzheimer pronto podrán recibir medicación para el TDAH, trastorno por déficit de atención e hiperactividad con el fin de mejorar sus síntomas. A primera vista, esto puede parecer extraño e ilógico, pero la ciencia lo confirma. Un análisis reciente explica por qué y cómo funciona la medicación para el TDAH en el caso del Alzheimer. Una de las principales razones por las que la enfermedad de Alzheimer (EA) es tan devastadora es que afecta a múltiples áreas del cerebro. A medida que se acumulan más y más ovillos neurofibrilares TAU (fibras proteicas retorcidas) en las células cerebrales, impiden que los nutrientes lleguen a las células y, en última instancia, provocan la muerte de grupos enteros de neuronas. Este daño a las células cerebrales, a su vez, produce los infames síntomas de la enfermedad de Alzheimer, como la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo. Pero hay un grupo más de síntomas de Alzheimer que recibe menos prensa: el tipo de comportamiento. Estos síntomas incluyen la depresión, la apatía, la agitación e incluso la agresividad. Y pueden ser tan graves y perturbar la vida de la persona con Alzheimer y de sus seres queridos como la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo. Un claro estudio de revisión publicado en julio de 2022 en el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry muestra que tanto los síntomas cognitivos como los conductuales del Alzheimer pueden mejorar si se trata a los pacientes con medicamentos utilizados para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). 
¿Por qué un tratamiento para el TDAH puede ayudar a los pacientes con Alzheimer? 
Empecemos por aclarar que los tipos de medicamentos para el TDAH considerados en el análisis son fármacos noradrenérgicos, es decir, medicamentos que se dirigen a un compuesto llamado noradrenalina. Y si la palabra ‘noradrenalina’ te suena, no te equivocas. La adrenalina es una hormona liberada por las glándulas suprarrenales, situadas en la parte superior de ambos riñones, en respuesta al estrés o a una presión arterial baja. De ahí viene el término ‘subidón de adrenalina’. Pero cuando la adrenalina viaja al cerebro, recibe el nombre de noradrenalina y se convierte en un neurotransmisor, una sustancia química del cerebro que se utiliza para comunicarse entre las células nerviosas. La noradrenalina (también llamada norepinefrina) es producida por células nerviosas noradrenérgicas especializadas en el cerebro y en la glándula suprarrenal. Como neurotransmisor, la norepinefrina desempeña un gran papel en la cognición. Nos ayuda a mantener la concentración, mejora nuestra capacidad de aprender y memorizar nueva información y nos ayuda a controlar comportamientos inadecuados. En la enfermedad de Alzheimer, los niveles bajos de noradrenalina y la pérdida de neuronas que producen norepinefrina están bien documentados en muchas áreas del cerebro. Estas alteraciones contribuyen a los síntomas que a menudo se observan en la enfermedad de Alzheimer, desde la pérdida de apetito, la depresión y las alteraciones del sueño hasta la inquietud, la agresividad, la irritabilidad y la ansiedad. Dado que ya disponemos de una selección de medicamentos noradrenérgicos, los investigadores llevan tiempo postulando que la administración de estos fármacos a personas con Alzheimer podría ayudar a reducir los síntomas de la EA. 
¿Qué encontró la investigación? 
Los autores del estudio examinaron 19 ensayos clínicos realizados entre 1980 y 2021 en los que se utilizaron fármacos noradrenérgicos (por ejemplo, atomoxetina, guanfacina y metilfenidato) en personas con enfermedad de Alzheimer y deterioro cognitivo leve. Estos estudios incluyeron un total de 1811 participantes. Los resultados se examinaron en dos tipos principales de síntomas: 
·        La cognición implicaba la memoria, el lenguaje, la atención y la orientación visoespacial. 
·        El comportamiento y los síntomas neuropsiquiátricos, como la depresión, la apatía y la agitación. 
El análisis mostró que los fármacos noradrenérgicos tenían un pequeño efecto positivo en la cognición general y una gran mejora en la apatía. Y los investigadores concluyen: “Es muy probable que la reutilización de los fármacos noradrenérgicos establecidos ofrezca un tratamiento eficaz en la enfermedad de Alzheimer para la cognición general y la apatía”. Obviamente, el uso de medicamentos existentes para tratar la EA tiene muchas ventajas. Por un lado, estos fármacos no tienen que someterse a pruebas de seguridad por separado y no necesitan ser aprobados por la FDA. Todas las pruebas y certificaciones necesarias ya se han realizado en el pasado, lo que supone un enorme ahorro de tiempo. Pero no todo es arco iris. Todavía quedan por responder algunas preguntas más específicas sobre el uso de medicamentos noradrenérgicos para la enfermedad de Alzheimer. Por ejemplo, aún no sabemos qué pacientes concretos se beneficiarían más de este tratamiento, ni las dosis específicas a las que deben administrarse los fármacos noradrenérgicos en la EA. SF

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