Lavar los alimentos antes de
cocinarlos es una buena forma de prevenir las intoxicaciones alimentarias y la
suciedad. Aunque eso es cierto en la mayoría de los casos, hay ciertos tipos de
alimentos que pueden volverse nocivos o desagradables al enjuagarlos. Aquí hay
10 alimentos que no deberías lavar antes de cocinar:
1. Setas
Las setas absorben la humedad
muy rápidamente y son casi imposibles de secar una vez que se han mojado. Esto
hace que estén empapadas y sean poco apetecibles. Si crees que necesitas
limpiar las setas, asegúrate de utilizar una toalla de papel seca. La suciedad
o los restos sueltos también pueden sacudirse.
2. Ensaladas prelavadas
Las ensaladas envasadas suelen
llevar una etiqueta que indica si han sido lavadas antes de su envasado. Esto
significa que puede ahorrar tiempo y agua al no tener que lavarlas de nuevo.
Ten en cuenta que en el prelavado se suele utilizar un agente desinfectante de
uso alimentario, como el peróxido de hidrógeno o el cloro. Si no te sientes
cómodo con eso, entonces sigue adelante y dale a tu ensalada un pequeño
enjuague.
3. Huevos (en Estados Unidos)
Los huevos producidos en
Estados Unidos se lavan con máquinas que los lavan con agua y jabón. Esto
elimina su capa protectora natural, así como cualquier rastro de la bacteria de
la salmonela. Por ello, los huevos estadounidenses deben mantenerse
refrigerados para garantizar su frescura. En Europa, la situación es diferente.
Los pollos suelen estar vacunados contra la salmonela, lo que permite que sus
huevos se conserven a temperatura ambiente, manteniéndolos frescos durante
mucho más tiempo.
4. Pollo
Aunque pueda parecer sensato
lavar las aves de corral antes de cocinarlas, en realidad puede aumentar las
posibilidades de enfermar debido a la probabilidad de propagar las bacterias
nocivas por toda su superficie. La única manera de matar realmente las
bacterias presentes en las aves de corral crudas es cocinarlas a fondo.
5. Pescado crudo
Al pescado crudo le ocurre lo
mismo que a las aves de corral: al lavarlo, es probable que las bacterias
nocivas se propaguen por toda su superficie, así como por las superficies de la
cocina que probablemente entren en contacto con otros alimentos. Retira las
escamas del pescado si una receta lo requiere, pero déjalo sin enjuagar para
evitar que los gérmenes se reproduzcan.
6. Carne roja
Lavar la carne roja es tan
arriesgado como lavar las aves o el pescado, pero además puede arruinar su
calidad. La humedad añadida del agua creará vapor, afectando al sabor de la
carne. Es conveniente que la limpies con una toalla de papel para eliminar el
exceso de humedad de la cocción. Marinar la carne en la nevera también evitará
que el líquido se extienda por las encimeras o los alimentos.
7. Pavo (con una excepción)
El pavo sólo debe lavarse si
está en salmuera, y lo mismo se aplica a la carne y a las aves de corral. Lavar
el pavo si no está en salmuera puede dar lugar a la propagación de bacterias
dañinas en su cocina y en el fregadero.
8. Quinoa envasada
Si alguna vez has comprado
quinoa a granel, sabrás que puede tener un sabor ligeramente amargo si no se
lava. Este sabor se debe a las saponinas, que son compuestos naturales
diseñados para evitar que los pájaros e insectos se coman la quinoa en la
naturaleza. Sin embargo, la quinoa preenvasada suele haber sido prelavada. Un
prelavado significa que se han eliminado las saponinas y que la quinoa está
lista para cocinar.
9. Pasta
A pesar de que algunas
personas se inclinan por lavar la pasta antes de cocinarla, al hacerlo sólo se
eliminan los almidones del exterior de la misma. Estos almidones ayudan a que
la salsa se adhiera a ella y también le dan sabor. Dado que es muy poco
probable que la pasta envasada contenga bacterias dañinas, no es necesario
lavarla. Sáltate el enjuague y ponla directamente en una olla de agua
hirviendo.
10. Algunos tipos de arroz
La conveniencia de aclarar o
no el arroz que quieres cocinar depende de varios factores, siendo el principal
si es importado (algunos arroces importados se procesan con talco o polvo de
arroz para darles un aspecto más blanco). En realidad, lavar el arroz tiene más
inconvenientes que ventajas, como la eliminación de los almidones naturales que
recubren su superficie, y afecta negativamente a la cremosidad de un plato
terminado como el risotto. SF
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