Existen
diferentes problemas digestivos que pueden causarnos malestar, como acidez,
estreñimiento, diarrea, dolor, inflamación, o náuseas. Cuando la afección es
seria, se recomienda ver a un médico cuanto antes, sin embargo, para los casos
leves, existen diferentes infusiones que pueden ser de ayuda:
Té de apio
El té de
apio es una infusión rica en un compuesto llamado 3n-butilftalido, que favorece
la digestión. Esto se debe a que estimula la producción de saliva y jugos
gástricos. También activa los movimientos del intestino posibilitando una fácil
evacuación y previniendo los cólicos y gases.
Cómo consumirlo: Para
preparar té de apio solo necesitas tres tallos de apio, un litro de agua y un
limón (opcional). Pon a hervir el agua, agrega los apios en trozos, lavados y
desinfectados y déjalos 10 minutos para su cocción. Cuela la preparación y
agrega jugo de limón a gusto antes de tomarlo.
Té de boldo
El boldo es
una planta originaria de las regiones andinas y sus infusiones son
especialmente útiles para combatir el estreñimiento o la diarrea. Los expertos
creen que esto se debe a la boldina, uno de sus compuestos al que adjudican
propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. También posee efectos diuréticos
que ayudan a ‘limpiar’ nuestro cuerpo eliminando las toxinas de los riñones,
puede desinflamar el vientre y favorece la salud de la mucosa intestinal.
Cómo consumirlo: Para hacer
té de boldo coloca una cucharada de sus hojas secas en una taza o cuenco,
agrega agua caliente (aproximadamente 250 ml), déjalas reposar por un tiempo y
luego fíltralas. Se recomienda beber esta infusión después de cenar para
potenciar sus efectos digestivos y sedantes.
Té de hierbabuena
Existe
evidencia que muestra que el consumo regular de té de hierbabuena puede brindar
alivio contra dolores estomacales y menstruales, y actuar como carminativo, es
decir, disminuir la producción y acumulación de gases en el tubo digestivo.
Además, por sus propiedades antioxidantes y antibacterianas, se estudiaron sus
efectos para inhibir el crecimiento de bacterias dañinas, como la Helicobacter
pylori, principal responsable del desarrollo de úlceras pépticas.
Cómo consumirlo: Puedes
preparar una deliciosa infusión de hierbabuena lavando muy bien 10 de sus hojas
y agregándolas en 250 ml de agua hervida. Tapa la preparación y déjala reposar
durante cinco a diez minutos, cuela y añade miel, limón o algún edulcorante de
tu preferencia para saborizar. Los expertos recomiendan no beber más de tres
tazas por día.
Té de hojas de higo
Las hojas de
higo son ricas en fibra, que estimula un funcionamiento de los intestinos,
previniendo así muchos problemas digestivos, como estreñimiento o constipación.
La fibra también puede agregar volumen a las heces, reducir el riesgo de
diarrea, y estabilizar movimientos intestinales irregulares.
Cómo consumirlo: Para
preparar una infusión lava un puñado de hojas de higo, agrégalo a medio litro
de agua, calienta la preparación hasta que rompa en hervor, y tras un par de
minutos apaga y deja reposar. Finalmente, cuela y bebe con algún edulcorante a
gusto.
Té de jengibre
Se cree que
el jengibre es bueno para mejorar la digestión ya que estimula el apetito, a la
vez que prepara el sistema digestivo para la llegada de los alimentos. También
existen registros de sus efectos carminativos, útiles para aliviar o prevenir
las flatulencias.
Cómo consumirlo: Puedes
hervir trozos de jengibre o disolver su polvo en agua caliente para preparar
una infusión. Solo recuerda que el polvo es más concentrado (1/8 de cucharadita
equivale a una entera del fresco). Se recomienda beberlo con menta y limón a
gusto.
Té de manzanilla
La evidencia
disponible muestra que la manzanilla puede aliviar la dispepsia, un dolor o
sensación incómoda que aproximadamente 1 de cada 4 personas siente en la parte
superior media del estómago. Se caracteriza por provocar dolor de estómago
persistente o con ardor, acidez, náuseas, eructos y a veces vómitos.
Cómo consumirlo: Para
preparar una infusión y utilizarla para aliviar los problemas estomacales, se
hierve una taza de agua y se le agrega una cucharada sopera de manzanilla
disecada, o se prepara con un saquito de té de manzanilla. Se deja reposar y se
bebe de tibio a caliente. HD
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