miércoles, 20 de junio de 2018

21 de Junio - Radulfo de Bourges

Radulfo de Bourges, Santo
Obispo, 21 de Junio

Martirologio Romano: En Bourges, en Aquitania, hoy en Francia, san Radulfo, obispo, el cual, solícito por la vida sacerdotal, junto con presbíteros de la Iglesia que tenía encomendada recogió textos de los santos Padres y de los cánones para uso pastoral. ( 866)
Etimológicamente: Radulfo = Consejero valiente, es de origen germano

San Radulfo (cuyo nombre aparece también como Ralph, Rodulphus o Raúl), era el hijo del conde Raúl de Cahors. Desde su niñez fue confiado a la tutela de Bertrand, el abad de Solignac, de quien aprendió a amar las órdenes monásticas, a pesar de que se tiene entendido que él mismo nunca recibió el hábito. Pero ya fuese o no religioso, lo cierto es que en varias ocasiones desempeñó el puesto de abad, incluso quizá en los famosos monasterios de Saint-Médard y Soissons, a los que habían hecho donativos y otorgado privilegios los padres de Radulfo. En 840, fue elevado a la sede arzobispal de Bourges y, a partir de entonces, desempeñó un papel descollante en los asuntos eclesiásticos, dentro y fuera de su diócesis. Se le consideraba como uno de los clérigos más sabios de su tiempo, y en todos los sínodos se reclamaba su presencia. En una de aquellas asambleas, la de Meaux, en 845, se adoptaron las medidas para salvaguardar los ingresos para los hospicios, particularmente los de Escocia (en realidad, Irlanda), y se determinó que todo aquel que metiese mano en dichos ingresos recibiría el estigma de «asesino de los pobres».
San Radulfo empleó toda su fortuna personal en la fundación y construcción de monasterios para hombres y mujeres. Entre sus abadías más famosos figuran la de Dévres, en Berri, la de Beaulieu-sur-Mémoire, la de Végennes, en la región del Limousin y la de Sarrazac, en Quercy.
No fue el menor de sus muchos servicios a la Iglesia la compilación de un libro de instrucciones pastorales destinadas a sus clérigos, y fundado en las capitulares de Teodulfo, obispo de Orleáns. Su principal objetivo era el de reanimar el espíritu de los antiguos cánones y corregir los abusos. Por entonces se necesitaban con toda urgencia directivas claras y precisas con respecto al tribunal de la penitencia, a fin de remediar los errores provocados por la ignorancia y por la adopción de normas no autorizadas que se atribuían, equivocadamente, a varios santos y maestros famosos. San Radulfo actuó con mucha prudencia al someter a la consideración de sus clérigos aquellas instrucciones, antes de dar su libro a la publicidad. Al cabo de algún tiempo, la obra fue olvidada y no volvió a saberse de ella hasta principios del siglo XVII, cuando fue descubierta de nuevo. El escrito demuestra que su autor era muy versado en los escritos de los Padres y en los decretos de los concilios.
No existe, al parecer, una biografía propiamente dicha de san Radulfo, escrita en los tiempos medievales. En el Acta Sanctorum hay un relato formado por fragmentos tomados de diversas fuentes.

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