La menstruación viene marcada por diversos factores psicológicos y
físicos, entre los que destacan las variaciones hormonales en la época
premenstrual, que implican una mayor vulnerabilidad ante posibles infecciones
vaginales.
La Dra. Belén Gómez, ginecóloga del Hospital Infanta Leonor (Madrid,
España), explica que «tres de cada cuatro mujeres tendrán una candidiasis
vaginal alguna vez a lo largo de su vida, y la mitad de ellas volverán a
tenerla, al menos, una segunda vez, sobre todo por la relación que guarda con
la menstruación».
«Si durante los días de menstruación se notan cambios en la zona genital
que hacen sentir picor, irritación o escozor, puede que se esté sufriendo una
candidiasis. En este caso, hay que estar tranquila y no alarmarse, ya que es
algo muy común», explica la experta.
Tal y como detalla, la menstruación viene marcada por diversos factores
psicológicos y físicos, entre los que destacan las variaciones hormonales en la
época premenstrual, que implican una mayor vulnerabilidad ante posibles
infecciones vaginales.
Durante el ciclo menstrual también se desequilibra el pH, como resultado
de eliminación de restos celulares y la formación de escamas del endometrio,
provocando que la temperatura y la humedad vaginal formen un ambiente ideal
para que hongos como la Candida Albicans se desarrollen.
Tal y como aclara la Dra. Gómez, «la candidiasis no es una infección de
transmisión sexual (ITS), pero las relaciones sexuales frecuentes y el contacto
íntimo sexual pueden incrementar los propios síntomas y, si no se realiza un
tratamiento indicado y se mantienen relaciones sexuales frecuentes a pesar de
los síntomas, finalmente, puede provocar síntomas en la pareja sexual». No
obstante, el contagio de la cándida vaginal es ‘poco frecuente’, según la
experta.
En cuanto a la prevención, recomienda seguir hábitos saludables y de
higiene íntima. Para ello, la Dra. Gómez incide en dos puntos clave: seguir una
alimentación baja en hidratos y unos hábitos saludables de higiene íntima.
«Gérmenes como la Candida Albicans se nutren directamente de azúcares
simples y levaduras que se obtienen de hidratos de carbono de alto índice
glucémico. Una buena alimentación, equilibrada, alta en vegetales y legumbres,
cereales integrales y baja en bollería industrial, azúcares libres y productos
procesados, junto con los tratamientos médicos ginecológicos, mejorará las
condiciones y facilitará la curación y la eliminación de los síntomas de algunas
infecciones vaginales», afirma la experta.
En cuanto a la higiene, para que esta sea ‘óptima’, desaconseja las
duchas vaginales. «Debemos recordar que las duchas vaginales, salvo en
determinadas ocasiones recomendadas por un ginecólogo, están completamente
desaconsejadas. En condiciones normales, se recomienda el lavado de la zona
íntima una vez al día», aclara.
De igual forma, recomienda el uso exclusivo de productos específicos
para la zona, que «ayudan a mantener la salud vaginal y los niveles ideales del
pH, ya que un gel de higiene íntima tiene un pH más ácido, agentes limpiadores
más suaves y además está testado bajo control ginecológico». BP
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