sábado, 6 de agosto de 2022

Las sardinas: ¡Estos son sus múltiples beneficios!

Es hora de que el mundo empiece a amar más las sardinas. No sé por qué, pero parece que tienen una mala reputación. ¿Por qué? En mi opinión, no son en absoluto un pescado. Al contrario, son suaves y sin esfuerzo. Ni siquiera hay que cocinarlos. Y espere a conocer todos esos beneficios para la salud. Al final de este artículo, estarás buscando esa lata que lleva años en la despensa. 
Por qué nos encantan 
Si lo que te impide comer sardinas es el enlatado, puedes conseguirlas frescas en ciertas zonas. La razón por la que suelen estar enlatadas es sólo que se estropean muy fácilmente. Por muy enlatadas que estén, las sardinas contienen la menor cantidad de mercurio y otros metales pesados de todos los pescados comestibles, recuerda que los metales pesados son causantes de enfermedades como el Alzheimer. Esto se debe a que se alimentan exclusivamente de plancton. Se reproducen con rapidez, se capturan de forma sostenible y ocupan un lugar bajo en la cadena alimentaria; estas tres características hacen que su pesca sea casi inofensiva para el medio ambiente. Además, ¿qué no puede gustar del pescado que ni siquiera hay que cocinar? Si se adquiere fresco, claro, se puede hacer a la parrilla, al vapor o frito. Pero si los compras en conserva, puedes comerlos tal cual (no es tan difícil como crees, te lo prometo), añadirlos a ensaladas o sándwiches, o disfrutarlos sobre galletas, pizza o pasta. También puedes machacarlas fácilmente hasta convertirlas en una pasta para añadirlas a cualquier receta que desees. 
Recetas con sardinas 
He aquí un buen truco: puedes asar las sardinas en el horno, y ni siquiera tienes que sacarlas de la lata. Abre la lata, no la escurras, añade hierbas a tu gusto y ásalas durante 1 minuto en el horno precalentado. 
Salud cardiovascular 
Las sardinas son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3. Su alto contenido en este compuesto antiinflamatorio contribuye a la salud del corazón, disminuye los triglicéridos en la sangre al tiempo que aumenta el colesterol bueno y mantiene limpias las arterias.  
Salud ósea 
Las sardinas son especialmente ricas en vitaminas B-12 y D. Sólo una taza de sardinas te proporcionará 3 veces el valor diario de B-12. Esta vitamina, junto con la vitamina D, contribuye a la salud cardiovascular y ósea. Dado que se comen con las espinas, las sardinas también ofrecen altas cantidades de calcio: aproximadamente 1/3 del valor diario en una ración. La combinación de calcio y vitamina D refuerza los huesos, ya que la vitamina D ayuda al organismo a absorber mejor el calcio. Por eso las sardinas se recomiendan a veces a las mujeres embarazadas y a los adultos mayores. Otro nutriente digno de mención es el fósforo, que neutraliza los ácidos que podrían dañar los huesos. Las sardinas también tienen un impresionante contenido en proteínas e hierro. Si las compras en conserva, elígelas enlatadas en agua o aceite de oliva y evita el aceite de soja, ya que éste puede afectar a la eficacia natural del omega-3. Otros minerales y vitaminas que puedes obtener de las sardinas son la niacina, el hierro, el potasio, el magnesio, el zinc y el selenio. 
¿Sardinas o anchoas? 
Personalmente, prefiero las sardinas. Son bastante menos saladas. Las dos se confunden a menudo porque ambas son pequeñas y suelen estar en conserva. Las sardinas se procesan en calor antes de ser enlatadas, mientras que las anchoas sólo se curan en sal. También son mucho más pequeñas. Las anchoas tienen un contenido ligeramente superior en hierro, zinc, niacina y proteínas. Sólo 3,5 onzas de este pequeño pescado le proporcionarán su valor diario de niacina y selenio. El selenio contribuye a reducir el estrés oxidativo y a mantener la salud del corazón. Las sardinas son más ricas en vitaminas B12 y D, mientras que las anchoas ofrecen más proteínas, hierro, zinc y niacina. Pero si tienes presión arterial alta, problemas renales o gota, evita ambas cosas. Las anchoas en conserva pueden afectarte negativamente por su alto contenido en sodio. Debes preferirlas frescas o evitarlas por completo. Las sardinas contienen purinas, una sustancia que crea ácido úrico que puede acumularse y causar problemas de riñón y gota, pero sólo para los susceptibles. Si tu salud está en plena forma, disfruta de tu ración de sardinas sin preocupaciones. SF

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