Sufrir migraña es una de esas
cosas que, casi sin exagerar, desatan hasta deseos de morir, como un único
escape posible. Es decir: prefieren acabar con sus vidas a seguir aquejados por
ese dolor agudo que la OMS ha decretado como incapacitante y calificado como un
problema de salud pública, ya que afecta a entre 1.000 y 1.400 millones de
personas en el mundo. No hace falta más que hablar con cualquier persona que
tenga migrañas para confirmar que no es una exageración.
La existencia de la migraña se
puede remontar a 2.500 años atrás, cuando Hipócrates describió un dolor de
cabeza que luego los especialistas determinaron que era una migraña con aura.
Explicó los síntomas de un enfermo que veía una extraña luz inexistente delante
del ojo, tras lo cual aparecía un dolor muy intenso que afectaba a la parte
derecha del cráneo y se aliviaba con los vómitos.
Pero a pesar de haber pasado
tantos años, los médicos aún no pueden establecer con certeza qué desata la
migraña; y mucho menos, encontrar una cura. Eso no significa, no obstante, un
desconocimiento total.
En síntesis, esto es lo
que se sabe
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La migraña es una de las 20
enfermedades más limitantes en el mundo.
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En cerca de 1 de cada 4 hogares
hay alguien con migraña. Entre el 10 y el 20% de la población sufre de esta
molestia.
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La migraña es más común en
personas durante los años más productivos de la vida, quiere decir entre las
edades de 25 y 55 años.
·
Hay algunos factores genéticos
vinculados. Si uno de los padres sufre de migrañas, la posibilidad que uno de
sus hijos esté afectado es del 40%; cuando ambos la tienen, esta posibilidad
aumenta al 90%.
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Es un dolor recurrente agudo
generalmente en un lado de la cabeza, aunque cerca de 1/3 de los ataques afecta
ambos lados por igual.
·
Mientras que la mayoría de los
afectados sufre de ataques una o dos veces al mes, cerca del 4% de la población
tiene dolor de cabeza todos los días, con ataques –por lo menos–
interdiarios.
·
Más del 90% de los afectados no puede
trabajar o desenvolverse bien durante una crisis de migraña.
·
En el 15-20% de las crisis se
suelen presentar síntomas neurológicos antes del dolor de cabeza.
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Las crisis suelen durar entre 4 y
72 horas.
·
La migraña está en el grupo de las
enfermedades crónicas.
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Las personas con migraña suelen
usar por lo menos el doble de los recursos médicos, incluyendo medicamentos y
visitas a las salas de emergencia, en comparación con los que no sufren de
migrañas.
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Cerca de la mitad de los afectados
por migraña nunca son diagnosticados y la mayoría nunca busca ayuda médica para
el dolor.
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Solo un 4% de los afectados que
busca ayuda médica va a especialistas en dolor o en migraña.
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Antes de la pubertad los varones
padecen de migraña con mayor frecuencia que las niñas. En la adolescencia la
frecuencia aumenta en las niñas y cuando llegan a adultos la proporción es
mucho mayor en mujeres (3 a 1).
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La severidad y frecuencia de los
ataques puede estar relacionada con fluctuaciones de estrógenos.
·
Los niños también pueden sufrir de
migraña que usualmente no se diagnostica.
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Cerca del 10% de los niños en edad
escolar sufre de migrañas. Los afectados suelen faltar a la escuela cerca del
doble de días que los no afectados.
·
La mitad de los afectados por
migrañas tuvo su primera crisis antes de la edad de 12 años.
La migraña es un problema de salud
frecuente que puede requerir una evaluación cuidados.
Los últimos
descubrimientos
Si bien la ciencia todavía no
logra hallar la cura para la migraña, sí ha conseguido avances importantes para
poder, al menos, poder aliviar los ataques.
Veamos los 7 últimos
descubrimientos en la lucha contra la migraña:
1- Riboflavina o
magnesio
“Algunos suplementos que incluyen
vitamina B-2 (riboflavina) y magnesio han demostrado ser beneficiosos para
prevenir la migraña”, explica el Dr. Zubair Ahmed, neurólogo de la Clínica
Cleveland, en Estados Unidos. Un estudio de 2018 publicado en la revista Headache encontró que aquellos que tomaron 600 mg. de magnesio redujeron la
ocurrencia de migrañas. Y se ha demostrado que tomar 400 mg. de riboflavina
disminuye las migrañas por aproximadamente 2 por mes.
2- Estrés al mínimo
El estrés puede ser un disparador
significativo. “El estrés libera muchos químicos en el cerebro que pueden
desencadenar la migraña o empeorar la migraña. Durante los momentos
estresantes, los químicos como la epinefrina y el cortisol se liberan en la
sangre y cuando el estrés de la semana laboral disminuye y los químicos
disminuyen, las personas pueden experimentar el dolor de cabeza del fin de semana
que a veces se denomina “migraña de bajada”, comenta el Dr. Ahmed.
3- Medicamentos
abortivos y preventivos
Los medicamentos para la migraña
se dividen en dos categorías: abortivos y preventivos.
Los medicamentos abortivos se
toman cuando comienza la migraña, con el propósito de detenerla. Una de las más
conocidas se llama triptanes, que funciona estimulando la serotonina en el
cerebro que contrae los vasos sanguíneos y reduce la inflamación para reducir
el dolor.
Hay algunas opciones cuando se
trata de medicamentos preventivos. “Se ha descubierto que los bloqueadores
beta, que por lo general se usan para disminuir la presión arterial, ayudan a
prevenir las migrañas y están aprobados por la FDA”, cuenta el especialista.
También se ha descubierto que los medicamentos anticonvulsivos, según un
estudio de 2012 de la Universidad de Harvard, ayudan a prevenir las migrañas,
incluyendo divalproex (Depakote), valproato (Depacon) y topiramato
(Topamax).
Además, un último tratamiento aprobado
en mayo de este año por la FDA utiliza el Erenumab (Aimovig®) que bloquea una
molécula llamada péptido relacionada con el gen de la calcitonina (CGRP), que
es elevada en pacientes que padecen migrañas y se auto inyecta una vez al mes.
“Aunque se desconocen los efectos secundarios a largo plazo, ha sido útil para
algunos de nuestros pacientes”, agrega el Dr. Ahmed.
4- Sexo
Un estudio de 2013 encontró que el
60% de las personas que tuvieron relaciones sexuales durante una migraña
informaron mejoras y una pronunciada disminución del dolor.
5- Dieta
“Los factores desencadenantes de
la dieta son diferentes para cada paciente. Es importante identificar los
factores desencadenantes manteniendo un diario de alimentos. Una vez
identificados, los factores desencadenantes deben evitarse”, cuenta el
especialista. “El glutamato monosódico (MSG), en muchos alimentos,
especialmente sopas, pizza, papas fritas y comida china, ha demostrado causar
migrañas”, agrega. Esto también incluye gaseosas, bebidas energéticas y otras
bebidas con cafeína, especialmente aquellas que contienen edulcorantes
artificiales.
6- Alcohol
El alcohol que contiene congéneres
es más probable que cause migrañas. Los congéneres son un subproducto en
alcoholes fermentados y destilados, como el vino, la cerveza y el whisky. El
licor como el vodka, por otro lado, puede no tener los mismos efectos.
7- Botox
En 2010 la FDA aprobó su uso para
las migrañas. Este se ha convertido en un popular tratamiento para la migraña.
Si bien este tratamiento está reservado para personas con migrañas crónicas
(definidas como 15 días o más al mes con síntomas de migraña), las que
recibieron solo dos tratamientos informaron una disminución del 50% en los
síntomas.
Funciona al inyectar la toxina
botulínica en las terminaciones nerviosas que llegan al cerebro y bloquean los
químicos que envían señales de dolor. Cada tratamiento generalmente implica 31
inyecciones en toda la cabeza y el cuello. BP
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