Los anteojos de sol son
imprescindibles durante todo el año, no sólo en verano. No obstante, en los
meses de primavera/verano pasamos más tiempo en el exterior y nuestros ojos
están más expuestos a daños.
«Los anteojos de sol son
fundamentales para defender los ojos de esta radiación, pero si en el momento
de adquirirlos no se tienen en cuenta todos los requisitos, se puede acabar
padeciendo patologías oculares importantes».
Requisitos
Además de motivos estéticos, los anteojos deben cumplir con diferentes leyes y homologaciones, por ejemplo:
Además de motivos estéticos, los anteojos deben cumplir con diferentes leyes y homologaciones, por ejemplo:
·
Identificación, nombre y dirección
del fabricante, categoría de filtro de las lentes, información sobre la
limpieza, país de origen del producto.
·
Grado de protección que ofrece
contra la radiación ultravioleta (UV).
Protección contra la luz
solar
Los lentes de sol actúan como
filtro ante la radiación solar. A la hora de comprarlas, su elección debe ir en
función del uso al que van destinadas de acuerdo a la siguiente
clasificación:
Categoría 0
▪ Deja pasar entre un 81 y un 100%
de la luz.
▪ Función puramente estética. Solo
son recomendables en días completamente nublados o en interiores.
Categoría 1
▪ Deja pasar entre un 44 y un 80%
de la luz.
▪ Su uso es recomendado cuando la
luz es de intensidad baja
Categoría 2
▪ Deja pasar entre un 19 y un 43%
de la luz.
▪ Recomendadas cuando la
intensidad de la luz es media.
Categoría 3
▪ Dejar pasar entre un 8 y un 18%
de la luz.
▪ Recomendadas cuando la intensidad
solar es alta, sobre todo en la playa y en la montaña.
Categoría 4
▪ Deja pasar entre un 4 y un 7% de
la luz.
▪ Recomendadas cuando la
intensidad de la luz es extrema, como en alta montaña.
Las de categoría 0 también se
pueden usar durante la conducción nocturna, a diferencia de las categorías 1, 2
y 3 que solo pueden usarse cuando se conduce de día. Los lentes con filtro de
categoría 4 no son aptos para conducir.
Protección
contra los rayos ultravioleta
«Mucha gente confunde las
categorías anteriores (protección contra la luz solar) con el nivel de
protección que ofrece los cristales contra los rayos ultravioleta. Además,
también piensan que los lentes más oscuros protegen mejor que otras con
cristales de color más claro. Las dos ideas están equivocadas».
Todas las gafas de sol tienen que
garantizar la protección ante los rayos UV, sean del color que sean. Es
preferible escoger el que altere menos la percepción de colores del entorno,
pero siempre priorizando la protección contra la luz solar y la protección
UV.
Los
rayos ultravioletas se dividen en 3 categorías:
Rayos UVC. Son absorbidos por la capa
de ozono.
Rayos UVB. Son de alcance medio y
responsables de las quemaduras que se pueden sufrir durante el verano. Se los
vincula como posible detonante de la catarata.
Rayos UVA. Son de largo alcance y
tienen la capacidad de pasar a través de la córnea y llegar hasta la retina.
Además de poder provocar cataratas, algunos estudios también los relacionan con
la degeneración macular.
«Estos rayos están por debajo de
los 400 nanómetros, que es el límite donde empieza la luz visible. Por este
motivo existe el filtro UV400 que asegura una alta protección ante los rayos
ultravioletas. En caso de adquirir unos antojos de sol sin ninguna protección
UV, la pupila se dilatará para captar más luz y ver mejor, y los rayos
ultravioletas (UVC, UVB y UVA) pasarán directos a todas las zonas del ojo
(pupila, cristalino, retina)».
La garantía de protección ante los
rayos UV solo la pueden dar profesionales del sector a la hora de comprar el
producto. «Usar anteojos sin la adecuada protección contra rayos ultravioleta
podría tener importantes consecuencias oculares, como queratitis, cataratas o
degeneración macular. Asimismo, se desmiente el vínculo entre el color de la
lente y la protección contra los rayos ultravioleta. BP
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