Los mareos y los vértigos son una
experiencia humana frecuente y causa muy común de consulta médica, afectando
-según algunos estudios- a aproximadamente entre 20 y 30 % de la población
mundial.
Si este dato se trasladara a la
Argentina, alrededor de 10 millones de habitantes padecerían estos síntomas en
algún momento de su vida.
Su presentación es más frecuente
en mujeres, en una proporción aproximada de 3 por cada hombre. También pueden
aparecer incluso en niños, pero su prevalencia es notablemente mayor en los
adultos a partir de los 65 años, incrementándose aún más luego de los 80 años.
En este grupo etario de adultos mayores, 1 de cada 3 padecen mareos.
“Al momento de
hablar mareo y vértigo, lo primero a aclarar es que ambos son síntomas y no
enfermedades. Las causas más frecuentes son las alteraciones del oído interno y
neurológicas”, explicó la Dra. Marina Rosende, médica del servicio de
Otorrinolaringología del Hospital Italiano.
“Cuando se les
pregunta a los pacientes qué es lo que sienten, les resulta muy difícil
responder y pueden utilizar diferentes términos o descripciones como, por
ejemplo, sensación de flotación, la cabeza vacía, llena o pesada, inestabilidad
al caminar, sensación de que se van a desvanecer, de que las cosas giran, desmayo
y miedo a caer, entre otros”, agregó la Dra. Rosende.
Se define mareo como una
percepción anormal o alterada de la orientación espacial, pero sin sensación de
movimiento (un ejemplo sería sentir la cabeza vacía), en cambio, el vértigo es
aquella en donde el exterior se mueve o en donde nosotros nos movemos sin que
en realidad esto esté ocurriendo y, habitualmente, es en forma de giros.
Inestabilidad, en tanto, es la
sensación de no estar equilibrado al caminar, como si se estuviera
alcoholizado.
“Estos síntomas se
pueden presentar aislados, como ataques recurrentes o padecerse de manera
crónica. Su impacto es muy importante tanto en salud pública como en la vida
social y laboral del paciente. Genera restricciones en la cotidianeidad y es
causa de la pérdida de autonomía e independencia”, explicó la
especialista.
Según un estudio realizado en los
Estados Unidos en 2014, 34% de los adultos con mareos presentó caídas frente a
9 % que no los padecían. Además, el porcentaje de lesiones por caídas también
fue mayor en aquellos con mareos.
“Sufrir estos
síntomas se considera un gatillo para la aparición de trastornos psiquiátricos
como ansiedad (28 %), ataques de pánico (12 %) y fobias (9 %)”, informó la Dra.
Rosende.
La medicina es una ciencia
probabilística, razón por la cual, hablar de vértigo posicional paroxístico
benigno (VPPB) es referirse, sin lugar a duda, a la causa más frecuente de
vértigo en el mundo.
El VPPB es el desorden vestibular
(parte del oído interno encargado del equilibrio) más frecuente. Se estima que
1 de cada 3 personas en el mundo lo padecerán al menos una vez en su
vida.
Se produce por la migración de
otoconias, conocidas como piedritas del oído, desde su ubicación habitual (la
mácula utricular), que es una superficie gelatinosa que las contiene, a unas
estructuras llamadas canales semicirculares.
“Esto provoca que cuando el
paciente hace ciertos movimientos de cabeza (de allí, la denominación
posicional) como levantarse, girar o acostarse en la cama, mirar hacia el techo
o agacharse, estas partículas dislocadas generen un funcionamiento anómalo del
oído que se percibe como vértigo, que es la percepción de que el exterior o
nosotros nos estamos moviendo sin que en realidad eso esté ocurriendo”, sostuvo
la Dra. Rosende.
Las causas son muchas, pero la
principal es idiopática, es decir, sucede espontáneamente y, también, luego de
un traumatismo de cabeza o cuello.
Estos cuadros aparecen en forma
súbita, generalmente, por la mañana, en la cama, por ejemplo, al girar la
cabeza para apagar el despertador. Duran desde varios segundos hasta
aproximadamente un minuto y medio, y se repiten cada vez que realizamos dichos
movimientos de la cabeza. Habitualmente, van acompañados de náuseas, vómitos,
palidez, sudoración y manos frías.
“El
diagnostico se hace a través de la entrevista con el paciente y, ante la
sospecha de que esté sufriendo de un VPPB, se realiza una maniobra diagnóstica
que le va a provocar el vértigo, si bien va a confirmar el diagnóstico”, añadió
la especialista del servicio de Otorrinolaringología del Hospital
Italiano.
La causa de esta patología es
mecánica por la migración de las otoconias. Por lo tanto, “el tratamiento
también es mecánico, a través de maniobras de reposicionamiento de partículas,
que las realiza el médico. Se logra una curación aproximada del 90%. En el 50%
de los pacientes, se repite en el transcurso del primer año”, concluyó la Dra.
Rosende. BP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario